Entramos en el local y nos inundó el olor a alcohol y a porro. La música estaba tan alta que a penas se podía hablar con alguien. Había muchísima gente dentro; este era uno de los locales más famosos de la ciudad.
En cuanto entramos, cada una se fue por un lado, y yo me quedé con Cat. Era la primera vez que venía a este lugar y si me quedaba sola seguro que me perdía.
Cat me tomó de la mano para no perderme y fuimos a la barra. Ella le pidió a la chica que hacía las bebidas algo que no alcancé a escuchar debido a la música. A los pocos minutos, la chica volvió hacia nosotras estábamos y le dio a Cat dos vasos con un líquido de color azul dentro. Fruncí el ceño; nunca había visto una bebida así.
Cat me ofreció uno. Yo nunca había bebido, ni si quiera había probado el alcohol, y ella tampoco. Pero por una vez no pasaba nada, ¿No?
Cat se lo bebió de un trago y yo la imité. Mi garganta ardió e hice un gesto raro con mi cara. Cat se rió mientras estaba a punto de caerse y pidió otros dos. A pesar de que ardía, estaba realmente bueno.
Cogimos los vasos y nos los volvimos a beber de un trago, pero esta vez más lentamente. Sabía que no debería estar bebiendo tanto, pero no me importaba. Había dejado de pensar por un momento, y se sentía bien. Sentí cómo me tambaleaba y comencé a verlo todo algo borroso. Me agarré de la barra.
Cat y yo reímos como retrasadas y yo pedí otros dos vasos arrastrando las palabras. Esta vez pedí la misma bebida que tenía un chico que había a mi lado, que ni si quiera sabía lo que la bebida contenía. La chica me entregó los dos vasos y le di uno a Cat. Vi que estaba a punto de caerse al suelo y me abracé a ella para que no cayera, mientras reíamos a carcajadas. Tampoco habíamos bebido demasiado, pero esa bebida era algo fuerte y era la primera vez que ambas bebíamos, por lo que nos sentó aún peor.
Volvimos a bebernos los vasos de un trago y los dejamos en la barra. Esta bebida estaba incluso más buena que la otra. No sabía qué exactamente tenían esas bebidas, pero ya estábamos muy borrachas.
Fuimos a la pista de baile, ambas tambaleándonos. Comenzamos a bailar juntas. Yo había ido pocas veces de fiesta y ni si quiera sabía bailar, solo me moví al compás de la música mientras Cat seguía mis movimientos. Movíamos las caderas siguiendo la música cuando noté que alguien me agarraba de la cintura. Me giré para ver quién era. Era un chico que no conocía, pero no me importó. Pese a ver algo borroso pude ver que era muy guapo. Aunque, obervándole mejor... su cara se me hacía algo familiar. Ignoré ese pensamiento, seguro que solo estaba divagando por los efectos del alcohol.
Le acaricié el pelo y puse mi cabeza en su cuello mientras yo reía y reía sin parar debido al alcohol, y él reía conmigo. Me lo estaba pasando realmente bien.
Él me dijo que se llamaba Daniel, y yo con mucho esfuerzo le dije también mi nombre. Él también estaba borracho, pero yo lo estaba más, ya que era la primera vez que bebía y me había afectado de distinta manera que a él.
Miré hacia atrás y Cat ya no estaba. Observé a un chico y una chica que había a nuestro lado, y ella tenía sus manos en el cuello del chico. La imité, riéndome, y puse mis manos alrededor del cuello del tal Daniel. Él se dio cuenta de que los imitaba y puso sus manos en mis caderas, como hacía el chico a nuestro lado. Todo a mi alrededor daba vueltas y casi me caigo al suelo. El chico que me dijo que se llamaba Daniel me sujetó y comenzamos a reír de nuevo. Puse mi cabeza sobre su hombro.
- O...oye- Habló él dándome un ligero golpe en el hombro para que levantara la vista de su cuello. Él señaló con el dedo a la pareja mientras se apoyaba sobre mi cuello. Miré a la dicha pareja y se estaban enrollando. Daniel levantó la vista y me miró. Reímos juntos, y después me besó.