Memories

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¿Por que siempre terminó lamentando las cosas?
Y ¿Por que siempre terminó cometiendo los mismos errores?
QUIERO DECIR GRACIAS Y LUEGO DECIR LO SIENTO
-Kim Sung Kyu, Reply

Después de aquel encuentro con Hoya y Dongwoo, Sunggyu regreso a casa, se encontraba en un estado neutral, no sentía dolor, pero tampoco se podría decir que estaba feliz.

En casa como era costumbre no había nadie, sólo la señora que limpiaba la casa, quien estaba por irse. Le dijo que habia dejado comida preparada y que se alimentará bien.

Sunggyu sólo se dirigió a su habitación, no tenía apetito sólo quería recostarse y no hacer nada.

Junto a él se encontraban aún los diarios de nam, ya había terminado el primer libro y aunque muchas de esas páginas le habían causado momentos frustrantes, no quiso deternerse, la curiosidad por conocer la manera en que Woohyun vivía a su lado era muy grande, se había convertido en un pasatiempo.

Tomó el siguiente cuaderno y lo abrió, encontrándose en la primer página con apenas 5 palabras sin fecha.

"SUNGGYU Y HOYA SON PAREJA"

paso a las siguientes paginas pero sólo habia algunos dibujos, letras de canciones a medio terminar y una que otra hoja con melodias compuestas con tan sólo algunos acordes.

Para Sunggyu era algo extraño y fue entonces que entendió que sin darse cuenta aquella su relación lastimó a más de una persona.

Mientras sonreia junto a Howon, Nam se dedicaba a desahogar sus sentimientos en canciones.

Siguió pasando las páginas y finalmente encontró lo que esperaba, recuerdos de nam...

22 de noviembre de 2015

Hace varios días que Sunggyu y yo peleamos a causa de su relación con Hoya. Debo admitir que mucha culpa de eso fueron mis celos incontrolables, crei que me había hecho a la idea.. Pero no podía y menos sabiendo que lo estaban engañando.

Un día me quedé hasta tarde entrenando, terminando fui a las regaderas y fue ahí donde me enteré de todo.

Justo entre los vestidores Hoya y Dongwoo estaban besándose y no es que me asusté pero vaya que ese beso no terminaría sólo en un abrazo tierno, no después de la posición en la que estaban y con la poca ropa que les quedaba encima.

Le quise decir a Sunggyu lo que vi aquella ocasión y sólo recibí una bofetada y un "como te atreves?" De su parte.

Yo estaba demasiado herido así que preferí alejarme, no era posible que no me tuviera confianza y encima que me golpeara de esa forma.

Pero lo que pasó anoche cambio muchas cosas y siendo sincero hubiera preferido otra cachetada, creo que me hubiera dolido menos y mínimo sabría como aliviar ese dolor.

Era de noche estaba escuchando música en mi habitación cuando mamá llamó a mi puerta.

-Cariño alguien ha venido a buscarte, saldremos por algo de cenar- y de atrás de mi madre la figura de Sunggyu se hizo presente.

-Gracias mamá- Sonrei y ella se fue, Sunggyu también le dedico una sonrisa y entró a mi habitación cerrando la puerta tras de si.

-Sunggyu estas bi...- El se lanzó a mis brazos y comenzó a llorar, lo había visto hacer eso más veces de las que puedo contar, al parecer la fragilidad era su verdadera personalidad.
Esa que sólo mostraba cuando estaba conmigo.

Me dedique a corresponderle el abrazo y a acariciar suavemente su cabello, mientras sacaba todo lo que sentía y se aferraba a mi cuerpo como si de un momento a otro se fuera romper. Como si no quisiera que lo dejará...

-Tenías razón...- Dijo mientras se separaba de mi limpiando algunas lágrimas con el dorso de su mano.

-Los descubrí...ellos, ellos estaban... juntos- Gyu soltó una pequeña risa cargada de decepción y dolor y ese "juntos" no fue difícil de entender, sabía muy bien a que se refería.

-Debi haberte escuchado, lo siento- fijo su mirada en la mía y puso su mano justo en donde me había pegada la última vez -Lamentó mucho haberte hecho daño.
Puse mi mano sobre la suya y lo mire sonriendo porque pese a lo sucedido yo en verdad estaba aliviado de que el estuviera ahí. Que me hubiera buscado.

Sunggyu se acercó lentamente hacia a mi y no supe como reaccionar sólo correspondí a lo que hacia conmigo, sus labios se posaron sobre los míos y comenzó a besarme con una desesperación que era imposible de describir.

Crei que sólo sería un inocente y tierno beso pero poco a poco se salia de control, gyu había encontrado la forma de abrirse paso entre mis labios, podía sentir su lengua hacerse con la mia, mientras sus manos se colaban bajo mi playera deslizándose por mi abdomen provocandome escalofríos.

-Sunggyu espera- le dije entre jadeos, se detuvo por unos segundos, me sujeto fuertemente de la playera y tiró de mi, hasta quedar completamente acostados, con mi cuerpo acorralado entre sus piernas.
No dijo nada más y continuo besandome, recorriendo mi espalda con sus manos y esas simples caricias me hacian estremecer, decidí no pensar más y tan sólo dejarme llevar.

Con cada beso, con cada roce el calor aumentaba y mi mente se perdía cada vez más, comencé a besar su cuello mientras nuestras pelvis se frotaban entre si... dirigí mi mano al pantalón de Sunggyu para desabrocharlo y poder tocar aquella zona que pedía a gritos atención, fije mi vista en su cara, sus ojos estaban cerrados, sus mejillas rojas y se mordia los labios para no gemir aunque moría de ganas de escucharlo.

Aún por encima de la ropa acaricie suavemente el miembro de Sunggyu y no pudo contenerse dejando salir un gemido acompañado de un nombre... un nombre que no era el mío...

Hoya...

Y fue entonces que me percaté de lo mal que estaba aquello, me aparte en un sólo movimiento y toda aquella excitación y lujaria que juraba sentir se fueron en un segundo.

Nos sentamos frente a frente con la vista baja, mirandonos ocasionamente para después evitarnos de nuevo por un largo instante en medio de un silencio que hacía las cosa aún más difíciles e incómodas.

-Sunggyu.. yo- pero no sabía bien como continuar, que se supone que debía decir?.

-Tranquilo Nam, fue mi culpa... no debi buscarte en este estado y dejar que esto pasará, hay que olvidarlo.
Para tu comodidad, la mia, por nuestra amistad y porque precisamente sólo seremos amigos... hay que hacer como si esto nunca hubiera pasado- no supe en ese instante que me dolía más, si haber escuchado el nombre de Hoya o que Sunggyu estuviera pidiendo que me olvidará del momento que acababa de suceder.

Se levantó de la cama, acomodo su ropa y solo me hizo un gesto con la mano para después desaparecer de mi vista.

Ahí me quedé atónito y sumamente dolido, por que estaba seguro de dos cosas

1.- Sunggyu y Hoya... habían estado juntos

2.- Acababa de ser rechazado

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Sunggyu cerró lentamente el cuaderno, podía sentir calor en su cuerpo y una sensación parecida a la decepción.

A pesar de que el había sido quien le pidió a Woohyun olvidar todo eso... en realidad el jamás lo dejo de lado.
Había perdido la cuenta de las veces que había soñado con como hubiera terminado aquello y cada que los dos se encontraban demasiado cerca, no podía dejar de imaginarse probando esos labios de nuevo... y fue en esas ocasiones que Kim se dio cuenta de todo lo que había estado guardando en su interior.

Comprendio porque su corazón aumentaba la velocidad de sus latidos cuando estaban juntos, porque no podia evitar sonreír cuando lo veía, esos nervios cuando lo tomaba de la mano y sobre todo esa dulce sensación de seguridad cuando estaba entre sus brazos.

Sencillamente estaba perdidamente enamorado de Nam Woohyun.

Pero había una cosa que le impedía confesarse, que hasta antes de leer los diarios de su amigo, creyó que sólo a él lo invadía ese sentimiento...

Temor.

Era tan simple... sólo debían decirse lo que sentían, sólo acercarse y ser sinceros, pero no hubo ocasión perfecta, no hubo momento adecuado y el tiempo hizo de las suyas con ambos separandolos... para siempre.