Leila y Jackie se encontraban frente a frente, hubo un silencio súbito de 5 segundos, entonces Jackie apartó la mirada y dijo:
-Descuida.- Y se marchó. Leila solo la observó yéndose al lado contrario al que iba ella; entonces es cuando uno se da cuenta que debe aceptar las partidas de las personas, fue cuando Leila aceptó al fin que el mundo sigue en su proceso, que no se detiene tras la partida de alguien que quiere irse, que la vida sigue caminando así como Jackie siguió su camino.
La vida no se detiene hasta que el corazón para, el para siempre se convirtió en una metáfora para ella. Y siguió su camino en su vida temporal.Eran ya las 11 de la mañana y la verdad, la chica moría de hambre. "Qué suerte!" Pensó. Cruzando la calle se encontraba un carrito de Hot-Dogs. Enseguida compró 2 de ellos y se sentó en una banca que estaba cerca de aquel lugar.
Mientras tomaba su primer Hot-Dog, Leila observaba a las personas, las observaba detalladamente, se profundizó tanto en una familia, padre, madre e hijos... Extrañaba pasar momentos así.
Justo iba a tomar su segundo Hot-Dog, cuando se dio cuenta que ya no estaba, y en su lugar se encontraba un perro chihuahua lambiendo su plato desechable. Era adorable a los ojos de cualquier persona, pero a los ojos de Leila no, odiaba a los perros; cuando ella tenía apenas 5 años de edad, un cachorro le mordió una pierna, ella decía que eran carnívoros, locura extrema, y a estas fechas de grande edad, solo decía que eran animales estorbosos.
-Vamos, ¡quítate de aquí!- Le gritó al pequeño Chihuahua. -Ya te comiste mi comida, ¿qué más quieres? ¡Vamos!- El perro solamente la miraba con unos ojos llenos de lágrimas, esos cachorros son muy sentidos, entonces se marchó a un árbol que estaba cerca, y fue entonces cuando Leila se sintió algo conmovida: el cachorro no dejaba de temblar, y como no, si la brisa de invierno estaba muy helada ya a esa hora, el cachorro era muy pequeño y liviano para soportar todo aquello. >>Bueno, no todas las personas son iguales, supongo que esa frase también aplica con los animales.<< Pensó Leila. Entonces fue cuando se quitó uno de los 3 abrigos que traía puesto y envolvió al pequeño cachorro, este en agradecimiento le lambió la mejilla, Leila sintió un cosquilleo y sonrío. El señor que vendía los Hot-Dogs vio todo lo sucedido en aquellos instantes y llamó a Leila.
-¿Qué pasa, señor?-
-Bueno, chica, he visto tu nobleza ante el cachorro, lleva días ahí y lo he estado alimentando, pero no sé qué pasó el día de hoy que me olvidé por completo de él, pero tú lo viste. Toma- Dijo el señor, dándole al mismo tiempo un plato con 4 Hot-Dogs- Se lo merecen los dos.-
-Vaya, bueno, no podría, verá, al principio cuando vi al cachorro yo...-
-No -Dijo interrumpiendo a Leila- Vamos, después de todo, te apiadaste de él.-
-Oh, vale, muchas gracias.-
-De nada, chica.-
Entonces Leila volvió a sentarse en la banca en la que estaba y repartió en par los Hot-Dogs, 2 para ella y 2 para el cachorro.
-Vaya que me traes suerte, quizás un pequeño como tú en casa no vendría mal, no creo que mis padres se enteren, no prestan la atención adecuada.- Dijo, y dándole un mordisco a su comida, el cachorro salió corriendo.
-Espera!!- Gritó Leila, tomó la comida, su mochila y corrió tras el Chihuahua. Dos cuadras corrió. Lo alcanzó. -¿Qué te sucede? ¿No ves que estábamos comiendo? Rayos, estoy loca por hablar con un cachorro, pero es que...- entonces volteo su cabeza y se encontró con alguien.
-¿Gael?-Dijo, frunciendo el ceño.
-Oh, la chica del tren y golpes.- Dijo sonriendo.- No sabía que tenías un cachorro, me encantan, ¡y más los chihuahuas!-
-Ah, sí... Lo tengo desde hace tiempo.-
-Genial, ¿cuál es su nombre?-
-¿Su nombre? Ah... Pues... Se llama Beck.-
-¿Beck? Ja, raro nombre, y más porque suena como nombre de varón y está más que claro que esta es hembra.-
>>Rayos<< Pensó Leila.
-Ya, si... Es que lo corto, veras, se llama Becky, pero le dijo Beck porque me suena muy atolondrado Becky, ya sabes, mi mamá se lo puso- Dijo algo nerviosa.
-Ya... Igual, me gusta más Beck, buen nombre.- Dijo.
Leila asintió sonriendo.
-Oh, rayos, perderé el Metro, me tengo que ir, nos vemos mañana.- Dijo Gael mirando a su reloj.
-¿Mañana?-
-¿Lo olvidaste? Ja, mañana a las 5 en Devlyn, espero no se te olvide mañana, bonita, bueno, me tengo que ir, Chao.- Dijo, le dio un beso en la mejilla y se fue corriendo.
-Ya...-Se puso colorada la chica. Tomó al cachorro y lo abrazó.- ¡Eres de la suerte, pequeño! Jaja, Beck, de ahora en adelante eres de mi familia y mi mamá te puso así, ¿ok? Vayamos a casa.-
Y entonces fue cuando entró una llamada en su móvil. Llamada perdida.
Después un Kick de Martín.•Lil, espero no sigas molesta conmigo, quiero verte mañana... A las 5 en el centro comercial. ¿Qué dices? Espero tu respuesta.
Pero no hubo contestación.
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Tu vida por la mía.
Teen FictionLeila, una chica de Madrid, se ha sumergido en recuerdos tras una noche en vela. ¿Podrán estos momentos pasados darle una pista para su futuro? Jamás se dio cuenta de muchas cosas, pero algo en especial había escondido por ahí que pasó en cierto día...