- Como hables te disparo- amenaza la voz de Marid.
Me incorporo rapidamente en la cama jadeando. Tardo unos minutos en enfocar la habitación antes de encontrar a Henri caminando hacia la cama. Eso me deja un poco desconcertada, pero... todavía estoy demasiado metida en el sueño para pensar en eso.
- Solo era una pesadilla.- Me dice Henri mientras se sienta en el borde de la cama y pasa un brazo por mi cintura.
Trato de tranquilizarme un poco y de recuperar la cordura. Marid está muerto, no hay nada de lo que preocuparse ya. Él se fue, yo sigo aquí... ¿en la cama de Henri?
- ¿Qué ha pasado?- pregunto girando mi cara para mirarlo a los ojos. Si a alguno de los dos se nos ocurre inclinarnos, vamos a vernos envueltos en una situación un poco íntima.
- Te quedaste dormida mientras leía- responde señalando el escritorio y esbozando una pequeña sonrisa.
- ¿Y me has traído hasta la cama?- le pregunto asombrada.
- Apenas hay unos metros de distancia y, no es que peses demasiado- responde ampliando la sonrisa.
- Podría haberme despertado y seguiríamos con tus clases.
- Estabas cansada. No quería despertarte.
- Tenías miedo de que me pusiera como una loca, ¿verdad?- bromeo y comienzo a reír-. ¿Creías que iba a tirar todos los jarrones de la habitación y que iba a ponerme a gritar?- continuo bromeando entre risas.
- No- dije Henri terminando de reir y apoyando las yemas de sus dedos en mi mejilla.
Mi risa muere rapidamente y me quedo quieta. Cierro los ojos mientras apoyo mis manos en la pierna de Henri que está sobre la cama. Doy un pequeño suspiro mientras sus dedos hacen cosquillas en mi mejilla y esbozo una pequeña sonrisa.
- Antes...- comienzo a decir en un susurro- antes, después de que se fuera Kile, quise decirte por qué no había podido dormir. Quería decirte que...- trago saliva- que cada vez que cerraba los ojos en mi habitación tenía la sensación de que alguien me observaba.
Los dedos de Henri se detienen y abro los ojos. La he fastidiado. ¡Genial, Wendy, eres la reina del drama!
- Lo siento.- Me adelanto a decir tratando de enmendar la situación. Solo puedo pensar en que mis ojos se ven tan suplicantes como suena mi voz-. Lo siento, no pretendía molestar. Solo pensé...
Henri no me deja terminar la frase porque posa un dedo sobre mis labios. Cuando me mantengo callada él desliza las manos y las posa sobre mis mejillas.
- Wendy, él ya no va a volver- dice tranquilamente-. Ya no te va a hacer daño.
- Yo lo sé- aseguro-. Pero a mi mente le cuesta recordarlo.
- Tal vez pueden poner a alguien para que esté contigo en tu habitación- sugiere.
- No, no- rato de negar, pero como las manos de Henri se mantienen en mis mejillas no puedo mover mucho la cabeza-. Los sirvientes se pasan despiertos casi toda la noche... no quiero a ningún desconocido durmiendo conmigo para vigilarme. Imagina que me despierto asustada... ellos se sentirían incómodos sin saber qué hacer o decir.
Henri se queda pensativo durante un momento antes de que alguien golpee la puerta. Henri se separa de mi y camina hasta la puerta.
- ¿Está la señorita Singer aquí?- pregunta la voz de un sirviente en ingles.
- ¿Wendy? ¿Aqui?- pregunta Henri en ingles.
- Sí, señor- responde el hombre.
- ¡Bien, bien!- exclama Henri dejando pasar al hombre.
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LA CORONA [Fanfic La Corona Kiera Cass (La Selección)]
Hayran KurguATENCIÓN: SI NO HAS LEIDO EL ÚLTIMO LIBRO DE KIERA CASS (LA CORONA) NO LEAS ESTE. POR FAVOR. Wendy Singer llega a palacio tarde, y sin saber lo que está pasando dentro. Lo que ella se encuentra es sin duda más de lo que jamás podría haber esperado...