Capítulo especial

748 38 8
                                    

Hoy es el día. Maldita sea, menudo vuelo. No he podido dormir en todo el viaje por los nervios. He tenido que secarme las manos en mis pantalones vaqueros tantas veces que tengo miedo de que haya quedado una mancha de sudor en mis muslos. 

Estoy segura de que he traído todo lo necesario y también estoy segura de que he ignorado a mis padres las suficientes veces como para convertirme en la peor-mejor hija de Illéa. La mejor hija por perseguir mis sueños y sacar buenas notas, la peor porque esos sueños no coinciden con los de mis padres y no me importa. 

Visité a la abuela Magda un día después de salir de palacio. Después de eso he ido varias veces durante este último mes para visitar a mi familia y tener un agradable almuerzo al aire libre. 

Un mes. Ese tiempo es el que ha pasado desde la última vez que vi a Henri. Lo he echado tanto de menos que hasta duele, es como si me doliera físicamente. Le he enviado cartas dos veces por semana y he recibido incluso más de él. 

He elegido ropa cómoda, no solo porque iba a viajar en avión hasta la otra punta del país, sino porque siempre me visto así, vaya. Así soy yo. 

He elegido unos vaqueros claros de talle alto, un top blanco con un cordón por debajo del pecho y un escote en "v" y mis bailarinas azul marino de la otra vez porque quiero estar cómoda. Al principio me puse unos tacones negros... pero era demasiado. Cinco horas de avión, nada más y nada menos. Cinco horas sin dormir y el hombre de negocios sentado a mi lado ha estado dormido desde que se sentó. 

***

Salgo del avión junto al resto de la multitud. Ya me reconocieron cuando entré en el avión y fue un momento muy incomodo. «¿La realeza no viaja en su propio avión?» «Estamos sacrificando un poco nuestros lujos» Fue lo único que se me ocurrió responderle a la mujer. La mujer cotilla. No iba a decirle que este vuelo no es precisamente con permiso real. Es decir... ¿Eadlyn sabe que me voy? Sí ¿Sabe que es para ver a Henri y conocer a su familia? No ¿Sabe que tengo planeado hacer en Sota? Más o menos. 

Encuentro a Henri buscándome con la mirada entre la multitud de gente que salimos del avión. Cuando sus ojos se encuentran con los míos una inmensa sonrisa se extiende por su cara. Sin pensármelo salgo corriendo hacia él mientras mi pequeño bolso cruzado me golpea la cadera. ¿Veis? Zapatos cómodos. Importante para correr a por un abrazo que llevas echando de menos un mes. 

- Henri- digo mientras llego hasta él y salto a sus brazos. 

Él me coge en el aire y anclo mis piernas alrededor de su cintura. Paso mis brazos por detrás de su cuello y lo miro a los ojos antes de besarlo en las mejillas un montón de veces. 

- Te he echado de menos. Te he echado tanto de menos...- digo antes de recibir un suave beso en los labios. 

- Yo también- dice mientras me agarra de la cintura para bajarme. 

Algunas personas que se nos habían quedado mirando comienza a dispersarse, por suerte. De todas formas no creo que hayan entendido nada de lo que hemos dicho. He hablado en finlandés solo en las cartas que le he mandado. Intenté llamarle a veces pero mi padre, Kota Singer (la oveja negra de la familia), me lo prohibió. 

- Estoy tan nerviosa- comento mientras vamos de la mano a por mis maletas. 

Me he traído dos, una más pequeña que la otra. Se supone que vengo para quedarme una semana, se supone. 

- No tienes por qué- asegura Henri posando un beso sobre mi frente antes de tomar una de mis maletas. La más pesada en realidad. Para qué mentir, soy una floja-. Saben que vienen y están más nerviosos que tú, créeme. 

LA CORONA [Fanfic La Corona Kiera Cass (La Selección)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora