Capítulo 4

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POV's Sanji

Me desperté con la dulce voz y un beso de mi marimo. No me quería levantar, me empece a estirar poco a poco abrí los ojos.

-Buenos días Zor¡wow! *Grite en cuanto vi a Zoro con su cuerpo desnudo y me empezó a sangrar la nariz*

-¡Sanji! ¡Seras pervertido, no me mires! *Dijo mientras se tapaba con las mantas*

-Lo siento, no lo puedo evitar. Eres lo mas hermoso que he visto en mi vida.

-Vengo, no te pongas ahora en modo romántico que se te pasara la hora y si mal no recuerdo Luffy se suele levantar a las nueve para comer todo lo que su cuerpo de goma aguante.

-Eso es cierto *Le respondí mientras me levantaba y me empezaba a vestir* Luego te traigo algo de comer *Le di un beso y salí de la habitación*

Empece a caminar lentamente hacia la cocina recordando lo que sucedido la noche anterior. Fue la mejor sesión de sexo que he tenido en mi vida. Cuando llegue a la cocina me puse a cocinar lo mas rápido que pude para poder volver con Zoro.

Se me paso el tiempo muy rápido pero por lo menos ya tenia todo listo. Todos empezaron a entrar para desayunar, solo faltaban Robin y Nami porque Zoro seguramente no se movería de la enfermería.

-Sanji ¿Qué tal esta Zoro? ¿se ha despertado ya? *Pregunto preocupado el renito*

-Sí, se ha despertado y esta bien, o por lo menos eso me ha parecido. *Dije intentando tranquilizarlo*

Al poco rato todos estaban sentados y peleando para que Luffy no se comiera toda la comida, como todos los días. Estaba extrañado porque no habían llegado todavía mis bellas damas, pero justo en ese momento entro Nami a la cocina.

-¡Minna! ¡Escucharme un poco por favor! Robin vendrá en breves, lo único que os pido es que no os riáis ni hagáis comentarios fuera de lugar ¿¡Entendido!?

Todos asentimos ante sus palabras sin ningún inconveniente pero... ¿reírnos de que? esa duda asalto mi mente. Pasaron un par de minutos y se volvió a abrir la puerta. Era Robin y yo la veía igual que siempre por lo que no entendía a que venían las palabras de Nami.

-Venga no te quedes ahí parado y entra *Escuche decir a Robin que ya había entrado en la cocina*

Detrás de ella se escucharon un par de pasos un poco inseguros que finalmente llegaron a la cocina. Cuando vi quien era me quede sin habla y me empezó a sangrar la nariz por segunda vez en la mañana.

-¿Y bien? ¿Como le queda la ropa a Zoro? *Pregunto entusiasmada Nami*

-Esto debe ser un sueño... Zoro nunca haría eso de ponerse un vestido *Comento Usopp asombrado*

-Yo sigo insistiendo ¿seguro que eres Zoro? *Pregunto Luffy mirando a Zoro de arriba abajo*

-Ya te dije ayer que sí ¡idiota!

-Zoro, ese vestido te queda SUPER bien

-¿Te encuentras bien? ¿Por qué te has levantado de la cama?

-Estoy bien, Chopper.

-Zoro... *Dije mirándole*

-Sanji... *Dijo acercándose a mi*

-Yo que tu no haría nada fuera de lugar, todos te miran.

-Zoro-san *Dijo derrepente Brook* ¿Serias tan amable de enseñarme las bragas?

Derrepente un escalofrió me recorrió el cuerpo, Zoro tenia un aura asesina a su alrededor por lo que di un par de pasos hacia atrás. Brook recibió un par de golpes que le dejaron en el suelo.

-¡¡Y AGRADECE QUE NO LLEVO ENCIMA MIS KATANAS!! ¡¡SI VUELVES A PREGUNTARME ESO TE MATARE!!

Se giro en mi dirección con una sonrisa en la cara, se acerco a mi y me susurro...

-El único que puede ver mis bragas eres tu, Sanji-kun~.

Cogió un poco de comida y se sentó en su sitio correspondiente. Yo me quede en un estado de shock por sus palabra tan pervertidas.

Todos estaban muy contentos por ver a Zoro de mejor humor. Yo no podía dejar de mirarle, se veía tan bien...

El desayuno lo pasamos entre risas y buen humor. Finalmente acabamos de desayunar y todos los chicos se fueron para hacer quien sabe qué. En la cocina solo quedamos Zoro, Nami, Robin y yo.

-Sanji-kun ¿a qué te gusta como le queda el vestido a Zoro?

-Nunca pensé, ni en mis mejores sueños verle vestido así, pero le queda genial.

-¿Lo ves Zoro? Y tú no querías ponértelo.

-¿¡Y qué te esperabas, maldita!?

-Pero aunque se ve muy tierno sigue teniendo la actitud de Zoro-san *Dijo Robin riéndose un poco*

-Por supuesto que sí y por cierto, no quiero tener este cuerpo para siempre.

-Oh claro, sobre ese tema, como ya te había dicho estuve investigando un poco sobre la isla y no encontré mucho de ayuda. Lo único que encontré fue una historia que hablaba de un demonio que dependiendo del viajero con el que se encontrara tomaba forma de mujer o de hombre. El nombre de este demonio es Lilith, pero no he encontrado nada de Rolyat.

-Lo mejor seria ir donde la encontrarte y hablar con ella *Dije mirando a mi marimo* ¿Te acuerdas donde estaba?

-Sí, se encontraba en medio del bosque. Según sus indicaciones saliendo de su casa si se va todo recto se llega al puerto. *Ahí comprendí porque había tardado tanto en llegar al barco ese día*

-Entonces tendremos que ir *Dijo Nami decidida*

-Solo espero que nadie nos mate por el camino *Comento Robin con su peculiar tranquilidad*

-¡No digas esas cosas Robin, me quitas las ganas de ir!

Después de ponernos de acuerdo para ir a hablar con Rolyat se lo dijimos a todos los demás. Esta vez se quedo en el barco Franky.

No nos llevo mucho tiempo llegar a la casa, cosa que me sorprendió un poco. Tocamos la puerta de la casa y esperamos a que nos abrieran la puerta.

-Hola, buenos días. Pero si eres tu Roronoa-kun.

-¿¡Qué me has hecho, maldita!?

-¿Yo? Yo no he hecho nada, solo voy a cobrar el favor de alimentarte... haciendo fabricar mi alimento.

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