II.

60 4 0
                                    

Regresé del liceo, odio los viernes, las amigas de mi mamá venían a la casa, y si no salía me iban a huebiar o iban a hablar de mi, como en todas las juntas.
Mi teléfono sonó.
-¿aló? - dije
-oye, soy el Drago ¿fumemos el último caño que me queda? te lo debo por la huebaita de ayer
-bueno - dije
-dale, estoy afuera de tu casa en dos minutos - dijo y cortó, no bastaba decir que el Drago vivía cerca mío, como a dos cuadras para ser exactos, nos conocimos cuando éramos niños, mi mamá es amiga de la mamá, y una de las que viene en la noche, qué lata.
Oí el silbido del Drago y salí, me saludó.
Caminamos hasta el bosque, nuevamente.
-¿por qué siempre me llamas a mi, en vez de Diego, o tu polola?
- el Diego es un conchesumadre, y mi polola es asmática
-¿y ahí recién quedo yo?
-no... no, me gusta salir contigo - me dijo - erís bacán y apañadora
-... - lo quedé mirando, y me senté en una piedra grande que había ahí, pasó un rato y empezó a enrolar, yo miraba sus manos.
-te quiero, Dana - me dijo
-desde cuando tan cariñoso - dije
-es que, te quiero - me dijo - como a nadie, incluso más que a mi polola
-...- no quise responder
Lo prendió y fumó, se quedaba en silencio y me lo pasó
-está bueno - dijo botando el humo, me lo pasó y aspiré, mantuve el humo en la garganta, hasta que me empezó a picar, tosí.
-uy - me dijo el drago riendo, me reí con él, seguí fumando, y así sucesivamente.
Nos quedamos sentados, me miró y me dio un beso, corrí la cara y lo quedé mirando unos segundos
-¿por qué estás con ella?
-por que tu no me pescai' ni en baja
-¿y por eso quieres hacer sufrir a alguien? estás culiando con dos personas a la vez
-¿y? soy adolescente, necesito amor
- como quieras - me paré, y caminé unos pasos. Me tomó del brazo y me tiró contra él, me apretó y me besó el cuello.
-sabes que eso me provoca - dije
-¿y?... - me dijo bajando un poco más
-Drago, ya - respondí
-no veo que pongas problema -
-por que me provocas - respondí, puso sus manos en mi trasero y me apretó más contra él, abrí la boca para oponerme pero era demasiado tarde.
Llegamos a mi casa, abrí la puerta y mientras él me besaba la cerré, me sacó la polera y desabroché su pantalón, mientras caminabamos a la pieza nos sacamos los zapatos, entramos a mi pieza, me subí arriba de él y besé su cuello, soltó una pequeña carcajada, se dió vuelta y quedé abajo, sacó un condón del bolsillo.
- ¿venías con este objetivo? ¿culiar?
-no huebees, siempre terminamos así - pues esta vez no será lo mismo - dije parándome, me tomó las muñecas y me apretó contra la cama, siguió besándome el cuello, a la mierda.
Lo besé, me sacó el sostén y yo su polera.
Después de ese intenso y calórico rato, estábamos acostados fumando.
- no quiero seguir viviendo aquí
-pues, ándate - respondí
-si pudiera - dijo -¿has hablado con tu papá?
-nop, tal vez mañana salgo con mi hermana, la extraño
- que paja - dijo suspirando.
Me paré y me vestí, él hizo lo mismo, puse la tetera, me quedé sentada en el comedor.
-¿tenís pan? - dijo
-no -
-¿mortadela? ¿mantequilla?
-no -
- puta que estay caga - dijo riendo
- mi mamá no compra nada -
- vamos a comprar, yo tengo plata - dijo
- eres mi invitado - dije - como irás a comprar tú
- ah dale, comamos algo rico -
- si quieres - respondí, sonó el teléfono del Drago
-¿aló..? si amor... ¿qué?, estoy ocupado ahora... sí... ya, ya voy, chao -cortó - me tengo que ir
- ¿qué?
- la Feña - quiere que vaya a su casa... sus viejos no están
- ¿dos culiadas en un día? wau
- es la tercera vez que dices la misma wea, ya para
- ¿en dónde vive?
- pa' allá arriba
- cuica la weona entonces - dije
- ya, me voy - dijo, me iba a dar un beso, y bajé la cara
- adiós - dije, me miró unos segundos y se fue.
La noche estaba bacán, abrigadora, creo que iba a llover.
Estabamos en el sauce, con los niños, estaba la Belén, el Seba, el Vito, el Matías, el Diego, un par de minas y el Drago con la polola.
La Pía no fue, dijo que prefería quedarse culiando con el pololo, que estaba cansada de carretear.
Creo que yo igual, me paré y me fui, escuché los gritos del Drago y la Belén pero no pesqué, empezaba a hacer frío.
Llegué a una plaza y me senté, sabía que era peligroso, en cualquier momento se podía sentar alguien y asaltarme, pero sentía que a nadie le importaba, así que, que más da.
Prendí un cigarro y pasó alguien.
-¿tienes un cigarro que me des? - su voz era familiar, andaba con capucha
- sí.. obvio - dije, era la Antonia - pensé que no fumabas
-... - me miró - no sabía que eras tú
- ¿le hubieras pedido un cigarro a un desconocido?
- dime que nunca lo haz hecho
-buen punto - dijo, le di un cigarro y se sentó al lado mio, aspiró y tosió.
- no sabís fumar -
- cállate -
- aspira - dije, lo hizo - ahora mantiene, o tragatelo, si te ahogas trata de aspirar más poco, empieza de apoco, y exhala
- sabes harto - me dijo, tenía los ojos hinchados
-¿que hacís aquí tan tarde? - dije
- salí de mi casa recién, peleamos con mi mamá y me echó, no sé que hago aquí ¿y tú?
- vacilando -
- como siempre - dijo
- ¿te quedarás aquí toda la noche?
- no tengo donde ir
- es temprano, aún te puedes conseguir algo
- no creo, no conozco a nadie - dijo
- ¿y tus amigas?
- no hablamos afuera del liceo, son pencas
- nanai... si quieres.. te quedas en mi casa o algo, te doy mi cama y duermo en otro lado - le dije, no respondió - ¿mh?
- pensé que no te agradaba
- tu eres la que no me hablas - dije - y me miras en menos
- es que, no sé, no eres mi tipo de amiga
- ¿chupapatas? - dije - ¿es por qué no ando atrás del profe chupándole el pico para que me tenga buena? prefiero no agradarte a ser ese tipo de persona - dije
- no soy chupapatas -
- ah, ¿no? -
- no.. -
- entonces ¿no eres de las que se queda sola con el profesor, cuando todos se van, cierto?
- ... -
- lo sabía
Me miró y sonrió
-no en el mal sentido, no le chupo el pico cuando todos se van, hablamos no sé, de materia o pruebas - dijo
- ¿y porqué hablar de eso cuando todos se van? ¿y no en clases? tenís una hora y media para hablar con ellos y no lo haces
- no sé, costumbre -
- juasjuas - dije
- ¿y porqué no estás vacilando?
- no sé, no me sentía cómoda en el ambiente, y me fui - dije - hay amigas de mi mamá en la casa y me da lata escucharlas, por eso me fui de allá tambien
- ¿no les molestará que vaya?
- ¿te quedarás entonces? - le dije
- no tengo nada más que hacer, ni a donde ir - me respondió
-bien, y no, a esta hora deben estar todas borrachas, espero que no te moleste eso
- mi mamá está todos los días así, no es un problema
- bacán, fumemos el último cigarro y nos vamos ¿ya?
- dale - dijo, saqué dos cigarros más y le di uno, se quedó ahí, mirando a la nada y sin ningún tema que sacar, me quedé mirándola un buen rato hasta que aspiré el humo del cigarro, a pesar de que ella no me miraba nunca, o no sacaba algún tema, o me miraba en menos en el liceo, era grato estar con ella, su presencia irradiaba tranquilidad y que nada pasaría.
Miré al piso.
-¿podemos ir ahora..? - dijo con dificultad - a tu casa...
Estaba llorando.
La miré por unos segundos.
- claro, vamos... no es tan lejos
Caminamos mirando a la nada, no sabía que decirle, de repente mi odio contra ella se había ido, me daba un poco de pena la verdad.
Llegamos a mi casa y se escuchaba los gritos de las minas ya alcoholizadas haciendo karaoke o gritando cualquier huevá, suspiré y entré.
L

a casa estaba un asco, botellas por todos lados, olía a marihuana, esto debió haber empezado temprano, mi mamá no sabe tomar.
Estaban haciendo karaoke, estaban sentadas en el sillón y la mamá del Drago cantando, mi mamá me miró y se paró.
- pensé que no llegarías - dijo ya borracha
- vine con una amiga, se quedará aquí
- bieeen, hola soy Claudia, mucho gusto
- Antonia - dijo con una sonrisa
- trata de no hacer mucho show por favor - dije - la Antonia está cansada
- bueeeeeenop - dijo y se fue
- ¿segura que no te molesta? - dije
- no.. no - dijo - tu mamá es buena gente
- sí... claro - dije y caminé hasta la pieza, seguía igual, por suerte.
La Antonia se sentó en la cama.
- graciasss, en serio - dijo
- no te preocupes - dije, bajé la mirada y puse un colchón al lado de la cama, fui a buscar más sábanas y un cubrecamas, pasé a la otra pieza, la de mi mamá y aproveché de ponerme pijama, me fui a la pieza y entré.
- aquí tienes una camisa, era de mi papá - dije
- gracias - respondió y me di vuelta, sentí como se sacaba la ropa, quise mirar pero me arrepentí
- estamos entré mujeres, no me importa - dijo
- te ves más cartucha - dije
- te falta mucho por conocerme - dijo, me di vuelta y estaba con la camisa ya, era flaca, más que yo, tenía igual cuerpo, era una mezcla rara, blanca como la leche.
Hice la cama, y me acosté, prendí un cigarro.
-¿no le molesta que fumes aquí?
-¿cigarro? no, marihuana ya se molesta un poco, pero no es para tanto - respondí, le sonreí y le pasé otro cigarro
- casi nunca tienes plata, pero siempre tienes cigarros - me dijo, recibiendo en cigarro
- mi tío siempre me regala cajetillas, cuando me ve, sabe que nunca tengo plata, y en vez de darme eso, me pasa cigarros - dije
- puro cáncer - dijo prendiendo en cigarro
- lamentablemente sí, cualquier cosa es mejor que esta realidad en la que vivo
- ¿y tú papá?
- hace tres años se fue y se llevo a mi hermana, mi mamá lo engañó
- oh.. lo siento - dijo
- no... no lo sientas - dije mirándola - ¿y tú vives con tus dos papás?
- no... con mi mamá y mi padrastro, pero no sé
- ¿qué no sabes?
- que se siente vivir en familia -
- lo mismo me pregunto yo - dije, seguí fumando, hasta que se me terminó el cigarro - no sé tú, pero yo me iré a dormir
- no te preocupes, mucha gracias por todo, en serio, no dejaré de decirlo
- agh, no importa, cuando no tengas donde quedarte aquí estaré - dije
- y perdón por mirarte en menos en el liceo, pero es que, no sé, juzgo a las personas sin siquiera conocerlas
- confías en la gente equivocada... - dije, me miró y se quedó un buen rato así
- tienes razón, ya, te dejo dormir
- sí... - dije riendo, la miré por última vez y me dormí.

La libertéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora