III.

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Cuando desperté, la Antonia seguía durmiendo, me acordé de todo lo que había pasado y lo que habíamos hablado y entendí ahí recien todo.
Me levanté y salí despacio, la casa no estaba tan mal, las botellas habían desaparecido, es lo bueno que tiene mi mamá, que es limpia, lo único que había eran los platos con papas y maní, quedaban solo las migajas, pesqué todo y lo dejé en el lavaplatos, puse la tetera y vi si había pan. Nuevamente todo estaba vacío, mi mamá se había comido lo poco que había comprado. Caminé rápido a la pieza y entré.
- no hay comida, denuevo -
- aghh.. - dijo mi mamá
- dame plata al menos para comprar algo -
- dejame dormir, pendeja - me respondió
Suspiré.
Busqué su cartera y saqué mil quinientos pesos, y fui a comprar nuevamente, en pijama.
Me encontré con el Drago.
- "puta la wea" - pensé. Se dio vuelta y me miró.
- ts ¿caña? - me dijo
- seguro - respondí
- ¿y como? si te fuiste -
- no estoy con caña, estoy cansada
- ¿te dejé muy cansada ayer? - me dijo
- más cansado quedaste tú, yo creo ¿no? ¿cómo está tu queridísima novia?
- que eres pesada - me dijo, pasé y saqué el pan, fui a pagarlo
- buenas... - le dije a la señora, no me respondió y me dijo el precio del pan, le pedí mortadela, ya que quedaba un poco de mantequilla.
- te vi ayer con la Antonia, ¿desde cuando tanta buena onda con esa perna?- dijo
- que te importa - dije
- la vi entrar a tu casa también - dijo
- ¿me seguiste? - dije
- como crees - me respondió, tomó mi brazo y lo miré, la expresión de su cara había tornado a muy seria
- si la invito o no a mi casa, no es asunto tuyo, ahora, adiós - dije pagando y recibiendo las cosas
- ¿qué pasa contigo? - me dijo, paré de caminar y suspiré
- estoy cansada, de todo, adiós Drago - le dije, caminé la cuadra que quedaba hasta mi casa, cuando llegué, la Antonia estaba de espalda, en la mesa fumándose un cigarro.
- te vi salir, pensé que te habías ido - dijo
- fui a comprar cosas para tomar té -
-oh... - me dijo - me hubieras dicho, te hubiera pasado algo de plata -
- no te preocupes.. - le dije, justo sonó la tetera, la apagué y dejé las cosas en la mesa, sus ojos se tornaron hinchados, había llorado nuevamente, no me atreví a decirle algo, no quise meterme.
- ¿té? - le dije
- ya, gracias - me dijo riendo, el cenicero de mi pieza estaba sobre la mesa - te saqué un cigarro, lo siento
- no importa, tengo más - le respondí, saqué las tazas y los platos, puse las bolsitas de té y las cucharas y les eché agua. Sólo serví su té.
- hay pan y mortadela, ¿quieres mantequilla?... -me quedó mirando y asintió, fui al refrigerador, lo abrí y la saqué - aquí tienes
- muchas gracias - dijo, sacó un pan y lo abrió.
Fui al lavamanos para lavar la loza que había dejado mi mamá. Abrí la llave.
-¿no tomarás té?
- de ahí - respondí
- sientate conmigo, por favor -me dijo- no quiero tomar té sola.
La miré y cerré la llave.
Fui allí y llené mi taza, me senté y saqué pan, estaba muerta de hambre, no comí nada ayer, pero con el tabaco se me pasaba.
- ¿dormiste bien? - dije
- sí, terrible cómoda tu cama
- me alegro - dije, hace tiempo no era tan "servicial" con alguien, ni con mis primos que vivían en otra cuidad, no sé, quería que tuviera una buena opinión sobre mi. Que asco.
- ¿tu mamá...?
- está con la terrible caña, no creo que despierte - dije
-uh, que pena -
- sí.. -
- ¿qué hora es? - me preguntó, estaba comiendo pan
- van a ser las 11:30
- ¿harás almuerzo?
-...- mierda - no sé, tendría que pedirle plata a mi mamá, lo único que tengo son fideos.
- tengo una salsa en la mochila - me dijo
-¿qué? - dije mirándola
- tengo una salsa en la mochila.
Me volví a quedar callada.
-¿qué? - repetí riendome - ¿por qué tení una salsa en la mochila?
- ayer iría donde mi tía y me dijo que le llevara una salsa, pero como me fui de la casa, no fui na' -
- que chucha - dije riendome
- no te rías - me dijo, riéndose también ella
- tu igual te ríes, no me obliges a no reírme - le respondí, paró de reírse de apoco y tomó te, miró hacia la pieza y me miró
-¿dormiste muy mal en el piso? - dijo
- na', terrible cómodo mi piso- dije
Se rió, mostrando todos sus dientes.
- ¿te quedarás a almorzar, entonces?
- si es que quieres - dijo
- pondrás la salsa, así que sí- dije mirándola, sonrió, seguimos tomando té, me habló sobre la relación con su mamá, la historia era casi la misma que con mi mamá, excepto lo de engaño, su papá se fue cuando ella nació, era hija única, por lo mismo su mamá no se preocupaba por ella y la echaba cada vez que estaba borracha, era la 5ta vez, pero esta vez le habría tirado un vaso
- pues, ahora sabes que hacer si te echan, las puertas de mi casa siempre estarán abiertas, total nadie viene para acá - le dije
- gracias... que erís amable - me dijo, la quedé mirando y pensé. No, yo no era amable, no era nada.
- en realidad no - le dije - tu me haces ser así, me conoces, sabes como soy
- no, no te conozco - me dijo
- desde que supe que mis papás se separarían, deje de ser la misma, no soy nada ¿cachai? no demuestro nada... agh no sé
- entiendo perfectamente - me dijo y me miró fijamente, seria, sin alguna mueca en su blanca cara, la quedé mirando y me paré.
Saqué las tazas y las dejé en el lavamanos, suspiré y abrí la llave, empecé a lavar, ella se paró y me miró.
- ¿te importa si uso tu ducha? - me dijo, tiré una cuchara
-no... usala - dije
-gracias - respondió, abrió la puerta la cual emitió un sonido, se agachó y abrió su mochila, las tazas ya estaban limpias, los platos igual, así que saqué un cigarro y me senté en la mesa a fumar, mis manos empezaron a temblar, me quedé en silencio escuchando el sonido del agua que caía.
Pasaron algunos minutos y la Antonia salió del baño y me miró nuevamente, pasó y entró a la pieza y se vistió, mi cigarro se consumió, sentí como me mareaba.
Salió de mi pieza ya vestida, con una toalla en el pelo, la miré y se veía más limpia, más llena de alegría, su hinchazón de ojos ya estaba yéndose, me miró y sonrió.
Me fui a bañar yo, me sentía sucia, más que nunca.
Hoy se supone que iría a ver a mi hermana, pero iré mañana, con la Antonia en mi casa, pensé que sería lo mejor.
Pasaron 10 minutos y salí de la ducha, pasé a la pieza y ella estaba en el comedor, cerré la puerta y me vestí, sentí a mi mamá salir de la pieza, y entró al baño, terminé de peinarme y salí.
- salió tu mamá -dijo- está bañándose, se ve atrasada
- mh, no sé que onda - le dije, en realidad si sabía, ella se iría y no volvería hasta mañana, es la única razón para levantarse temprano.
Me pinté y me quedé sentada con las manos en los bolsillos echada en la silla, hasta que mi mamá salió del baño.
- ¿para donde vai'? - le dije, no me respondió y entro a la pieza, miré a la Antonia.
- tal vez le molesta que esté aquí - me dijo
- no, no es eso - le dije, bajé la mirada y espere a que de terminara de arreglar, salió de la pieza con un sólo ojo pintado
-¿me sacaste plata?
- tenía que comprar alguna cosa para comer, si vo' te comiste lo que compré ayer -
- no me hablís así, y usé eso por que ayer estaba todo cerrado - dijo
- ¿para dónde vay?
- voy a salir, mañana vuelvo - dijo
- ¿a dónde?
- me quedaré en la casa del carlos - me dijo
-¿me dejarás plata?
- no tengo - me dijo, la Antonia me miró y abrió los ojos.
- mamá, tengo que comer, por si no lo sabías - dije
- ... - me miró y miró a la Antonia - ya, ahí tenís 10 lucas
- ya - dije estirando la mano para recibir el billete, me miró y volvió a entrar a la pieza.
Al rato volvió a salir, ya con un bolso y sus cosas.
- vuelvo mañana en la tarde, si vas a tomar o algo acá, limpia y no rompas nada, te dejo a cargo mi casa - dijo sacando sus llaves y me miró - adiós
Salió y cerró.
- yo igual te quiero - le dije
- ¿siempre se va y no te deja plata?
- sí, me dejó plata por que estabas tú, o si no me hubiera quedado aquí sin plata -
- ¿y que haces en esos casos?
- le digo a mi papá que me de plata para comer, o algo - respondí
- que fome igual, te quedas sola ¿no? - dijo
- sí, algunas veces invito a mi hermana, o me quedo sola simplemente - le dije, me miraba las manos.
- debe ser fome... - dijo
- estoy acostumbrada, siempre he estado sola - le respondí, nos quedamos en silencio, vi la hora y eran las 12:30 recién, era temprano para hacer los fideos, así que no dije nada, me paré y me fui a la pieza, ella me miró extrañada, me tiré en la cama y suspiré, miré al techo y me sentí cansada, mi mamá no estaba ni ahí conmigo, mi papá no sabía que existía, "me imagino como se debe sentir mi hermana" pensé.
Ella se paró también y se sentó a un lado de la cama.
-debe ser difícil vivir tu realidad - me dijo, le miré la comisura de su labio
- no tienes idea - suspiré nuevamente, me miró y la miré, sonreí.
- perdón si he sido una molestia, de verdad - me dijo
- para nada, si no hubieras estado aquí, me hubiera quedado sin plata - le sonreí
- y sin salsa - dijo riendo
- sí... - dije, me quedé en silencio unos segundos y me levanté - ya, haré la cama
Ella se levantó en seguida y se puso del otro lado, sacamos las sábanas y tiramos todo al suelo, y empezamos a hacer la cama. Cuando terminamos puse a hervir una olla, prendí un cigarro y esperé...
- ¿algo que tenga que hacer yo?
- no, sientate no más - le respondí
Me miró y se quedó en silencio, al hervir el agua, ella se paró y echó los fideos a la olla.
- yo quería hacer eso -le dije
- quedate sentada -me dijo- yo haré todo
- no.. eres mi invitada - dije
- pero tu ya hiciste el desayuno - me respondió - ya se que puedes hacer, ¿comprarás algo para echarle a los fideos?
- sí - dije
- ps anda - me dijo, la miré y me paré, salí y cerré la puerta, fui denuevo, compré huevos y bistec, también una bebida.
Caminé hasta la casa y entré, la Antonia estaba echando los fideos a la olla ya, me miró y deje las cosas en la mesa y me senté. Suspiré.
Apoyé mi cara en la mano y miré a la nada, me deprimí un poco, por mi mamá, quería estar sola, pero no podía echarla.
-¿qué pasa? - me dijo, levanté el mentón y la miré, me quedé en silencio. Ella caminó hasta donde estaba yo, y se sentó a mi lado.
- sólo estoy cansada - dije - no dormí bien
- ve a dormir un rato - me dijo
- quiero ayudarte - le dije - no quiero dejarte cocinando sola
- no te preocupes, siempre cocino sola, ve a dormir un rato y te despierto cuando esté listo. La miré y decidí hacerle caso, me tiré en la cama, miré al techo y cerré los ojos. Desperté con el sonido de la puerta, Antonia estaba escuchando el album de Joy divison, el olor a bistec se sentía en el ambiente, me levanté rápido, miré a la Antonia que estaba cocinando y sonreí. Abrí la puerta y era Drago, cerré la puerta detrás mío y salí a la calle a conversar con el. -¿qué? - dije -¿todavía está ella acá, cierto? - me dijo, me miró haciendo una mueca de disgusto -sí, se quedará un día más, tal vez ¿qué tiene? ¿en qué te afecta tanto a ti? - le dije mirándolo -en que no puedo tirar contigo, perna culiá - me respondió, me disgusté - eres un imbécil, Drago - le dije - si no te vas de aquí, voy a llamar a tu polola para que te diga algo y dejes de huebiarme - - atrevete - me dijo sonriendo - igual volverás a mi... ¿sabes por qué? Levanté el mentón mirandolo. - Por que a pesar de que sólo, tal vez para ti, te busque para una cosa, aunque no sea así para mi, seré la única persona que siempre estuvo y estará contigo, por que todos te dejarán sola, hasta tu madre, pero yo... yo no, ¿sabes por qué? porque soy el único que te entiende y te escuchará siempre, por que te quiero - me dijo, me enterneció un poco. Ahueoná. Lo volví a mirar, encontré un poco de razón en sus palabras, él ha sido el único que ha sabido levantarme, aunque sea una mierda con él, o él conmigo. Me abrazó. - Yo se para donde va esto.. ten cuidado - me dijo, no entendí de que hablaba - te quiero, me tengo que ir, chau Me besó la mejilla y lo vi alejarse. No entendí nada.
Todo estaba listo, ella me miró y bajó la cabeza.
- ¿Drago? - me dijo, asentí - dile que me deje de decir perna, drogadicto de mierda
Le sonreí y ella me devolvió la sonrisa.
-¿escuchaste todo?
- habla un poco fuerte el chiquillo - me dijo - si quieres tirar con él, y yo soy un problema, me avisas
- en realidad, me salvaste de tirar con él - le sonreí
- ¿por qué no dices que pare su huevá, y que deje de buscarte cuando su polola no esté sola? - me espetó
- se me agranda el corazón, soy muy buena amiga - le dije, se rió
- ¿en dónde están los platos? - me dijo, me paré y fui al mueble que estaba al lado del refrigerador, y saqué dos platos, el cajón donde estaban los tenedores estaban al frente de ella, la empujé levemente, ella se rió, saqué dos tenedores y cuchillos, arriba estaban los vasos, saqué dos igual.
Le pasé los platos y empezó a servir el almuerzo, le echó salsa a los fideos y el bistec, hace tiempo no comía algo así, un mes tal vez, todos los fines de semana cuando voy a comer donde mi papá compra comida china, o papas fritas con pollo, y mi mamá no cocina.
Comimos, estaba rico, más que los míos, soy un asco cocinando.
-¿me quedaré un día más, entonces?
-no sé, si quieres - le dije
- sería esencial, pero es tú casa - me dijo
- quédate - le dije, quería que se quedara, me sentía menos sola.
- gracias, enserio - me respondió, seguimos comiendo hasta que se terminó todo, nos quedamos reposando en el sillón,
-¿qué quieres hacer ahora? - me preguntó
- no sé, lo que quieras
- te quedó plata ¿cierto?
-sí -le dije
-¿compremos algo para tomar? - me dijo - yo igual pongo plata
- claro, pero tengo que comprar el almuerzo para mañana - le dije
- oh ya se, yo compro el almuerzo mañana - me dijo
-¿enserio?
-sí po - me dijo
-ya, iré a buscar botellas - le dije, me paré del sillón y fui al patio, saqué cuatro botellas y volví al living, dejé las botellas en el piso, me acerqué a la mesa y saqué los platos, los lavaría después.
Salimos y caminamos hasta la botilleria.
- ¿haz tomado báltica?
- no he tenido la oportunidad - me dijo
- te pierdes de lo mejor - le dije sonriendo. La botilleria estaba abierta, entré y ella me esperó afuera. Compré las 4 bálticas y un vino, le pagué a la tía.
- aún tengo tu carnet aquí - me dijo riéndose
- mañana iré donde mi papá, me pasará plata y le pagaré, tía, lo prometo - le sonreí
- te esperaré chiquilla, por mi mejor clienta - me dijo - saludos a tu mami
Salimos y caminamos hasta mi casa, me fui mirando la sombra, me quedé en silencio hasta que llegamos. Entramos a la casa y dejé las botellas y el vino arriba de la mesa. Nos sentamos en el sillón, ella se sentó al frente mío, abrí una botella, me paré y fui a buscar vasos.
-¿vino o báltica? - le dije
- báltica - me respondió, le serví y me senté.
- ¿cómo conociste al Drago? a parte del liceo, obvio
- nos conocemos desde chicos, vive como a dos cuadras de aquí, y su mamá estudió con mi mamá, así que es normal verlo por aquí -
- nanai, ¿y cuándo te diste cuenta que le gustabas? - me dijo
La miré.
- no sé - respondí
- al menos dime cuando empezó a tirar los cortes po' - le dije
- ay no sé, cuando entré ah liceo, ya que cambié fisica y psicológicamente.
- mh - me dijo, se quedó en silencio, nos quedamos escuchando música y tomando, le serví otro vaso.
-¿me quieres curar?-
-quiero ver si eres económica
- lo soy - me dijo - con el cuarto vaso me entonaré - me dijo, me reí, seguimos tomando, cantando también.
- extraño ser niña, como qué, no sé, quiero volar - me dijo, le sonreí
- volemos - le dije
- quiero marihuana - me dijo, tenía un pito, pero no sé si compartirlo con ella
- quiero volar.
A la mierda.
- tengo un pito, ¿quieres? - le dije
- ya po' - me dijo, me paré y fui a li pieza, lo saqué de una cajita que tenía en mi pieza, volví y me senté, empecé a enrolar, estaba listo, se lo pasé para que empezara y prendí un cigarro, me miró y lo prendió, empezó a fumar y a toser, me reí.
Me lo pasó, y se paró, se sentó al lado mío, fumé, ahora empecé a toser yo.
- y así te ries de mi - me dijo, la quedé mirando, fijamente, ella siguió fumando, me miró con el humo aún en la garganta, lo exhaló y la besé.
Mierda.

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