Sentí un leve dolor en mi cabeza al abrir muy lento los ojos, al despertar vi la cabeza llena de rulitos de la Antonia, que dormía de espalda a mi, miré su piel blanca por unos segunos y viré la mirada al techo, suspiré y me acomodé un poco, y Antonia movió su cabeza.
- ¿estás despierta? - dije, se quejó levemente y se acomodó para seguir durmiendo, sonreí y me paré lentamente para no despertarla.
Junté la puerta de la pieza y me senté en el comedor, me dolía la cabeza, fui a la pieza de mi mamá a buscar alguna aspirina, entré a la pieza y todo estaba raro, fui a la cómoda, faltaban cosas pero estaban las aspirinas, las saqué y me fuí de ahí, escuché una vibración, en mi pieza, caminé hasta allá y entré, se escuchaba de la mochila de la Antonia
- Antonia - la desperté
- mhh - dijo
- oye, te están llamando - dije
- déjalo sonar - dijo
- puede ser tu mamá, contesta - dije, ella se paró y abrió la mochila, salí de la pieza y me senté nuevamente en el comedor. Pasó un rato y ella salió de la pieza.
- ¿cómo dormiste? - me dijo
- bien, ¿y tú? - le respondí
- bacán - me dijo y esbozó una sonrisa
- que bien, ¿quién te llamaba?
- mi mamá - me dijo - quiere que vuelva a la casa
- me alegro, espero que arreglen las cosas - dije
- es lo más probable, pero pasarán unas semanas y pasará lo mismo
La quedé mirando y me quedé callada, el haber dormido tanto tenía mi cuerpo aún dormido, me paré y puse la tetera, volví a mi asiento y me quedé en silencio mirándola.
- gracias por haberme recibido, enserio - me dijo
- no hay de qué, mi casa siempre estará para ti - dije
- si me echan denuevo, vendré - dijo riendo
- obvio - le respondí - estaré aquí
Se quedó callada y no dije nada más, fui al baño, me miré al espejo y me lavé la cara, salí de ahí, la miré y me tiré en el sillón, la sentí más distante, más fría.
Entró a mi habitación y se quedó alli, prendí la tele y que me quedé en silencio, me puse a ver Los Simpson, me sentía sola, fui a buscar mi teléfono, la Antonia estaba haciendo la cama, pesqué el teléfono y salí, me volví a tirar en el sillón, me puse a hablar con la Pía, que me preguntaba que pasaba conmigo y que por que no había salido, me dijo que Drago estaba preguntado mucho por mi, miré el mensaje un buen rato y le respondí que no pasaba por un buen momento familiar, me dijo "tu familia siempre está mal, ¿por qué te preoupa ahora?". Tenia razón, no tenía otra buena excusa así que le respondí que ahora todo estaba peor, no me respondió, tenía 4 mensajes del Drago, y de mi Papá, diciendo que fuera a buscar la plata, mi papá me da cinco lucas cada dos semanas, para comprar algo, lo que me faltara. Los mensajes del Drago tocaban el mismo tema que la Pía, le dije que todo estaba bien, que la semana estaba un poco malcita, y todo eso.
Sentí los pasos de la Antonia.
- oye - me dijo
- ¿qué pasa? - respondí
- creo que tengo que irme a mi casa - me dijo, me quedé en silencio y levanté los hombros
- como quieras - dije, desvíe la mirada a mi teléfono, se quedó un rato callada hasta que habló
- muchas gracias por todo, de verdad
- de nada - dije, me quedó mirando seria
- bueno - dijo, fue a la pieza y sacó todas sus cosas, las echó a la mochila y se la puso, caminó y me miró, me paré del sillón para despedirme de ella, me miro y me besó. Cerré levemente mis ojos.
- fue un gusto - le dije, ella abrió la puerta y se fue.
Sentí la casa más vacía que nunca, no sabía que hacer, me quedé mirando a la nada.
Me fui a bañar, me arreglé un poco y salí de mi casa, mi papá vivía no tan lejos, pero tampoco tan cerca, tenía que recorrer una población entera para llegar, me puse a caminar escuchando música, prendí un cigarro y caminé un poco más rápido, escuché un silbido pero no quise sacarme los audífonos, oí el sonido nuevamente, me di vuelta y era Drago, suspiré y seguí caminando, estaba con la polola, siguió silbando y escuché la risa de la mina, paré y me devolví.
-¿qué? - dije
-¿a dónde vas?
- soy sapo - dije, la polola me miraba no más
- voy donde mi viejo, a buscar plata - dije
- ah, bacán - dijo, lo miré y seguí caminando - oye
- ¿qué?
- ¿se fue la perna de tu casa? - dijo
- entonces era verdad que eras lesbiana - dijo la polola de Drago, el miró e hizo un gesto
- entonces era verdad que eres estúpida - dije, ella iba a abrir la boca pero Drago la interrumpió
- se fue o no - dijo
- sí, se fue - dije, me miró y asintió - me tengo que ir
Me puse los audífonos y me volvió a llamar, pero esta vez no me di vuelta, me sentí ya cansada, seguí caminando hasta llegar a la casa de mi papá.
Golpeé la puerta, y salió mi hermana.
-¡Dana! - dijo y me abrazó
-¿mi papá? - le pregunte
- fue a comprar almuerzo, altoque viene - me dijo, me reí al escuchar que uso la palabra altoque
- ya, ¿qué cuentas? ¿cómo está cuarto?
- fácil - dijo
- ¿el papá te ayuda en las tareas?
-no, las hago yo solita - dijo, la Martina era alguien muy tierna, y sensible, fue a la que más le afectó la separación de mis padres, y la muerte de la abueli.
-cuando necesites ayuda, llámame
- ya - me dijo - pero de verdad
- si oh, de verdad - dije, la pequeña extendió el dedo meñique y me quedo mirando, se lo di.
Me senté en el sillón y vi las pinturas en la pared, mi papá tenía un buen gusto en el arte, estudió diseño gráfico, no cacho en que trabaja, sentí la puerta, entró, le miré la cara, se parecía a mi, en el carácter y lo físico, se quedó en silencio hasta que cerró la puerta.
- ¿y tú? - dijo
- y yo - le respondí
- milagro que te apareces por aca - dejó las bolsas en el sillón de al lado mío
- me dijiste que viniera hoy - dije
- ah, verdad, se me había olvidado - me dijo, blaquie los ojos y la Martina se puso a reír
- ¿quieres almorzar?
- ya po - dije, fuimos a la mesa, justo habían tres almuerzos, siempre hace la misma broma, puse tres tenedores, compró carne mongoliana y fideos, nos pusimos a comer y estaba rico.
- ¿y tú mamá? - me dijo - dile que tiene una hija más
- se quedó en la casa del Carlos, se supone que llegará en la tarde
- mira, ¿y te dejó plata? -
- de milagro sí, pero por que una amiga se quedó en la casa, es que la echaron de la de ella, se fue hoy - dije
- ah, bacán - dijo - ¿y haz conocido a alguien? ¿algún mino que tenga que conocer?
- no tengo tiempo para eso, la verdad -
- ¿en qué ocupas tu tiempo? según tú mamá te saltas clases y sales a tomar
- por eso no tengo tiempo - dije, la Martina se puso a reír, la miré y le guiñe un ojo
- ponele a los estudios, ya terminará primer semestre, te queda sólo un año, ¿haz pensado que hacer después de salir de 4to medio, Dana?
- ser mediocre - dije, me miró feo
- hablo enserio - dijo
- trabajar po, nada más me queda - dije
- ¿no quieres estudiar? - dijo
- papá, mi mamá con suerte plata para pagar el agua, y tú quedarías endeudado, preocúpate de la educación de la Martina, yo veré que hago con la mía - dije, se quedó en silencio y siguió comiendo, terminamos de almorzar, mi papá compró cassata y yo la serví, nos sentamos en el sillón y nos pusimos a ver televisión, ellos dos se ponían a hacer comentarios, y tiraban bromas que no entendía, me dió envidia mi hermana, tenía una relación con mi papá que yo jamás tendría, habían veces en que miraba las relaciones de los demás con sus papás, la forma en que eran felices y me daba la pena, habían veces en que en donde me sentía tan miserable que sólo necesitaba amor.
Pasó la hora y le dije a la Martina que fuéramos a dar una vuelta, mi papá se fue a echar y a dormir, a las 4 tenía que volver a trabajar y volvía a las 9, mi hermana se quedaba sola, pero ahora yo la acompañaría, fuimos a una plaza cerca, yo me fumé un cigarro mientras ella jugaba en los columpios, la quedé mirando y me acordé de mi infancia, me dió nostalgia, me subí con ella al sube y baja, caminamos más allá y encontramos otra plaza pero con resfalin, también un juego del gato, jugamos un rato hasta que se aburrió y quería irse a la casa, mi papá estaba apunto de irse, me dejó plata en la mesa, y más por si más rato nos daba hambre, mañana tenía clases, pero nunca me acostaba temprano, en realidad siempre iba con alguna resaca, no me preocupaba, mi papá se fue y le dio un beso en al frente a la Martina, a mi me dijo chao, sólo lo miré, vimos una película, creo que era de los pitufos, mi papá tenía wi-fi, así que me puse a ver las redes sociales y volás pero no encontré nada interesante, lo mismo de siempre, vacile vacile y vacile, la Belén había subido una foto con el Drago y más un vino, debe haber sido de ayer, les comenté "que lindo en vino", la Martina estaba pegada en la tele, como siempre, me quedé viendo la película un rato, me llegó un mensaje del Drago, el weón pesado.
- ¿podemos vernos ahora?
- estoy donde mi papá ja, me viste - respondí
-¿a que hora llegas?
- no sé, ¿para qué?
- no sé, para estar un rato juntos - escribió, quedé mirando el celular
- otro día, no sé a que hora llegaré
- :/ - no respondí más, me estaba aburriendo, y eran recien las 4:30, aunque me gustaba estar con mi hermana, nos pusimos a conversar sobre lo que pasaba en su escuela, que le gustaba estar en el patio de los grandes ahora, y que había conocido a un nuevo amigo que iba como en 4to, él la había invitado a jugar a su casa pero mi papá no la dejaría, pero dijo que le caía bien, me enternecí un poco, seguimos viendo la película hasta que nos aburrimos, fuimos a la pieza a ver otra, a la Marti le encantaban las películas de terror, y puso una, se puso a verla y yo me quedé dormida.
Desperté a los 30 minutos por el sonido de la puerta, la Martina me miró, y yo me levanté, bajé al primer piso y vi quién era.
La mujer era muy guapa, tenía una figura increíble, tenía algunas pecas en la nariz, y estaba increíblemente maquillada, abrí la puerta y me miró con una cara de extrañada, me sostuve en la puerta.
-¿esta el Andrés? - me dijo
- no - le respondí
- ah... ¿tu eres...?
- su amante - le respondí
- ¿perdón? - me respondió alterada
- soy su hija, ¿quién lo busca? - dije
- ah ¿eres Dana, cierto?
- sí - dije
- soy Silvana, amiga de tu papá - dijo, me dieron ganas de reírme intensamente en su cara, "já, no eres la primera", pero sólo sonreí levemente
- ah, hola, mi papá no está, está trabajando, se fue como hace media hora.
- ah, pucha, le dices que lo vine a ver - dijo
- ya - dije, esperé que caminara para cerrar la puerta o algo
- un gusto - dijo, le asentí y cerré, subí al segundo piso
-¿era la tía Silvana?
- ¿la conoces? - dije, me tiré a la cama
- siempre viene a ver a mi papá y a comer - dijo - me regaló una barbie, ella se queda conmigo cuando él se va a trabajar
- ah - dije, me quedé mirando la tele, mi papá siempre ha tenido muchas novias, pero nunca las conoce la Martina, creo que era importante, poco me importaba, la verdad.
Pasó la tarde, jugamos un rato con la Martina, salimos a andar en bicicleta, aunque solo la acompañaba al lado, le dije que compraramos paltas para tomar té, eran como las 7:00 PM, llegamos a la casa y puse la tetera, la ayudé con una tarea sobre los pueblos originarios, me sentía bien con ella al lado, la tetera sonó y ella puso las tazas, corte las paltas y las molí, nos sentamos a comer, me hice una mitad de pan, la Martina se tomó el tecito y me empezó a contar que una amiga de ella se había enojado por que ella jugaba más con su amigo más grande, le dije que no se preocupara, que jugaran los tres mejor, subimos un rato y la bañé, le puse el pijama y le sequé el pelo, le dije que se quedara mirando televisión mientras yo ordenaba su ropa y sus cuadernos, en su pieza tenía una foto conmigo y muchos posters de my little pony y cosas así, encontré su horario y sus cuadernos, ordené la ropa y le lustre los zapatos, me quedé sentada pensando, suspiré.
Fui a la pieza y la Martina ya estaba durmiendo, la miré y sonreí, la tapé bien y baje.
Estaba afuera fumando cuando mi papá llegó, estacionó el auto y se bajó.
- ¿la Martina? - dijo
- se durmió - dije - vino una vieja a buscarte hoy
Me acostumbré a tratar así a todas, ya que siempre que a mi Mamá la van a buscar le grito "mamá, te viene a buscar una vieja" para que enoje. Me quedó mirando
-¿como se llamaba?
- Silvana - dije, me miró y de rió
- ah sí, cuida a tu hermana, es una amiga - dijo, me reí
- ¿amiga? claro
- Dana no seas así -
- ¿es algo más que tu amiga?
- ... - no respondió, lo quedé mirando - ya, me pillaste
- ajá - le dije
-¿te voy a dejar?
- bueno - le dije, entró y dejó las cosas adentro, me iría caminando pero es tarde y no quería encontrarme con cualquier huevón en el camino, salió y abrió el auto, me subí y el se subió, arrancó el auto y nos fuimos, estuvimo callados todo el trayecto de su casa a la mía, hasta que llegamos, me besó la mejilla y me dijo que me cuidara, era raro, mi papá nunca demostraba algún afecto hacía mi, me bajé y le dije que le diera saludos a la Martina.
Entre a la casa.
-¿mamá? - dije, nadie respondió - ¡mamá!
Ninguna respuesta, tal vez se quedó en la casa del Carlos, cerré todo y me quedé en silencio, buah.
Mañana vería a la Antonia, estaba nerviosa, era obvio, sentía una atracción muy extraña por ella desde 1ero medio, pero jamás me pescó, pero este fin de semana cambió todo, y ya no sabía que hacer, tal vez todo sería igual que siempre, pero tenía la leve sospecha que desde hoy, todo cambiaría.