¿Los secretos del más noble de los originales, que tan oscuros pueden llegar a ser, o que tan bondadoso llegaría a revelarse?
¿Klaus será capaz de amar...?
Un nuevo día, una nueva mañana mas, sin saber donde estoy o para donde voy...
Desperté pero no quiero abrir lo ojos, por miedo ha saber que lo que paso ayer no fue real, que seguía con Davina y que mis esperanzas de ser rescatada se habían ido por un precipicio, pero todo a mi alrededor me dice que si, que todo era real, que tenia que despertar a ver una nueva realidad.
Suspiré profundo, y fui abriendo mis ojos poco a poco...
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Una sonrisa apareció en mi rostro, cuando pude contemplar todo. Una habitación blanca con toques beige que trasmitían una sensación de paz y tranquilidad.
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Me levantó y mi mirada se dirige a mi muñeca izquierda en la cual tengo puesta una venda.
Así que todo fue real...
Miré la mesa de noche blanca a un lado de la cama, una pequeño papel con una nota y una caligrafía inigualable que decía:
"Buenos días amor, espero que hayas amanecido muy bien... Me imagino que debes estar confundida por lo de ayer, así que baja a la sala de estar, ahí te esperaremos...
PD: En el armario esta toda tu ropa.
Klaus"
¿Por qué fue Klaus quien dejo la nota y no fue Elijah?
Con la duda aun en mi cabeza deje la nota en su lugar, y me dirige al armario, y como afirmo Klaus toda mi ropa se encontraba ahí. Comencé a buscar entre mis cosas y escogí algo cómodo para ponerme. Un vestido corto en color degradado, una chaqueta de jeans y unas converse blancas.
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Entre al baño, rápidamente me despojo de mi ropa, entró en la ducha, y cuando el agua toca mi piel siento como toda la pesadez que sentía sobre mis hombros va disminuyendo, salí y me vestí, cepillo mi cabello y lo deje suelto, miré la venda en mi muñeca y sentí la necesidad de quitarla pero no lo hice porque quizás la herida que me ocasione fue profunda y de pronto si la quito de mi muñeca pueda infectarse.
Salí del baño y me dirigí a la puerta de salida de la habitación, cuando mi mano toca la perilla de la puerta, respiro profundo.
Vamos hazlo Maria, ¿a que le tienes miedo?...
Quizás a los vampiros o... A la verdad, no se... pero siento que si giro la perilla y salgo de esta habitación, no vendrán cosas muy buena para mi vida, pero no me importa. Una vez nana Sofí me dijo:
"Enfrenta siempre tus problemas, porque la vida no se trata de no caer, sino de aprender a levantarse"
Giró la perilla con toda la fuerza de voluntad que tengo, salgo de la habitación y cierro la puerta tras de mi.
Me acerqué al balcón interior, y mi mirada se dirige al piso inferior, donde veo una "reunión". Nadie a notado mi presencia excepto Klaus quien me mira con una amplia sonrisa la cual devuelvo.
─Freya te digo que lo es─Dice mi papá con un poco de confusión en su voz
¿Que es que? Que estarán hablando
─Elijah es algo incoherente que digas que la chica es una human...─La rubia llamada Freya paró de hablar, al parecer también había notado mi presencia, en ese momento todas las miradas se centran en mí. Decido bajar a hacer encuentro con todos en el primer piso.
Cada paso que dada sentía que la presión en mi estomago iba creciendo. Baje las escaleras lentamente, y mi trayecto termino al estar frente a todos.
─Maria...─ Susurro mi papá con voz de alivio, trato de acercase pero me aleje rápidamente.
Negué con la cabeza y baje mi mirada hacia el suelo.
Me dolió haberlo despreciado de esa manera, pero me mintió por muchos años y eso es algo que quizás no pueda olvidar.
─perdóname pequeña─ dijo con su voz quebrada.
—sabes muy bien que con un simple perdón no vas a poder arreglar todo—levanté la mirada.—Me metiste papá o debería decir Elijah— sabia que mis palabras eran crueles pero nunca me gustaron las mentiras y él lo sabia muy bien.
—Te mentí para protegerte, no quería que algo malo te pasará.
A quien quiero engañar, no puedo sentir odio o rencor hacía la persona que me crió y me lo dio todo, la que me enseño el verdadero significado de la palabra padre.
Rápidamente acorte nuestra distancia y lo abracé.
—lo siento papá... Lo siento.─Una lagrima escapo de mis ojos sin que me diera cuenta, papá al darse cuenta puso un poco de distancia y limpio la lagrima con mucho cuidado, como si fuera la muñeca de porcelana mas preciada.
—No... No tienes porque pedir disculpas, quien las debería pedir soy yo─ Negué. Papá me había enseñado algo desde muy pequeña y fue a perdonar.
─Como dijiste, lo hiciste para protegerme y eso es algo que siempre te voy a agradecer.
─Por ti haría lo que sea, princesa.
─Papá... ─ Reproche.
Odio que me llame princesa me hacia sentir como una niña pequeña. El solo se limito a sonreír y lo imite. Lo abrace nuevamente.
—Te extrañe demasiado. Tenia mucho miedo.
—Ya no lo tendrás más, porque yo estaré aquí para cuidarte y que no te pase nada malo de nuevo—Me separe nuevamente de él.
—Papá necesito que me cuentes todo, pero esta vez sin mentiras y sin omitir ningún detalle.
—Bueno—suspiró— ¿por donde quieres que comience?.
—quizás por donde me cuenten como carajos pueden existir los vampiros.
—bueno si quieres comienzar por hay, lo haremos, pero necesitaré un poco de ayuda—miró al rededor de la sala, donde esta Klaus, Rebekah y Freya que no habían pronunciado ninguna palabra desde que llegue.
Papá hizo un ademan para que me sentara en el sillón mas cercano y lo hago.
—Bueno, todo comenzó en...— Papá ve interrumpido su relato por el sonido de la puerta abriéndose.
Volteo para ver quien a llegado.
¿¡Victoria!?
Mis ojos se abren como platos al ver a mi mejor amiga y con una sonrisa nerviosa.
Pues, despues de mucho tiempo les traigo otro capitulo... Bueno no habia podido subir capitulo ya que estaba en examenes finales en la escuela... Pero ya salí, así que publicare mas seguido
