Capitulo #11: Alice...

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Alice...

Fue lo último que escuche antes de despertar completamente agitada.

Rin... Rin... Rin...

Nuevamente hay esta, el molesto tintineo de la alarma, tarde para salvarme de esa estúpida pesadilla.

Suspiro y apagó el aparato para que deje de sonar su melodioso ruido -nótese mi sarcasmo-, me siento en el borde de la cama, suspiro cansada y me levanto de forma monótona.

No es extraño la manera como esta habitación me es desconocida, pero de alguna manera u otra, creo que tengo que acostumbrarme a mirar las cosas desde una nueva perspectiva.

Con mis cansados pasos camino hacia el cuarto de baño, llego al lavamanos y me miro en el gran espejo frente a este, suspiro al verme, mis ojos cansados muestran la mala noche que pase. Cierro los ojos tratando de recordar los pasados acontecimientos de mi sueño.

"—Alice— un pequeño niño de ojos azules se acerca a mí y toma mi mano. El pasillo es oscuro pero se alcanza a ver algunos detalles gracias a los que al parecer es la luz de la luna. —Vamos Alice camina—. Jala mi mano para que siga con el camino. Frunzo el ceño, pero de igual manera lo sigo. Camino a su lado por un pasillo, mis pasos son dudosos y cautelosos. El niño comienza a correr y luego se desvanece en una pila de humo dejándome completamente desconcertada. Suspiró, para continuar con andar hasta el final del pasillo; lo único que sigue para avanzar es una puerta completamente agrietada y en mal estado, tomó la perilla oxidada con determinación, miró hacia atrás y el pasillo por el cual había llegado se vuelve oscuro e interminable.

El frío me hela los huesos; tomo aire lo más profundo que puedo, y con decisión giro la perilla, para entrar en una habitación muy diferente a todo el pasillo en común. Candelabros de oro, cortinas de terciopelos carmesí, muebles con acabados finos, pero nada de eso me llamaba la atención. De un parpadeo todo se torna diferente, ya no es la limpia y lujosa habitación, ahora se ha convertido en desastrosa y sin gracia, lo único que no cambia es una pequeña cuna al final de esta.

La mira con cierta ternura y comienzo a caminar hacia la cuna, pero mi andar se ve interrumpido por la sangre que comienza a salir de esta en gran cantidad. Retrocedo mis pasos en busca de alejarme de tal crueldad, y tropiezo con lo que parece ser un brazo, mi vista sigue el recorrido de la extremidad, para ver el cuerpo de un hombre tirado en el suelo, y eso hace que me percaté de que hay muchos más.

La habitación está completamente bañada en sangre, los cuerpos parecen ser interminables y en el momento menos inesperado, una canción de cuna cantada en susurro"

Vuelvo a abrir mis ojos, inhaló profundamente y exhaló fuerte para tratar de calmar mis nervios; enciendo el grifo y lavo mi cara para tratar de quitar la pesadez de mis ojos, me despojo de mi pijama y entro a la ducha.

En el momento en que el agua entra en contacto con mi piel, es como si la sensación de estrés disminuyera. Me tomo mi tiempo para relajarme y soltar todo el estrés.

Es complicado de todo lo que me he enterado en poco tiempo, y no es sorpresa que no me encuentre del mejor ánimo.

Salgo de la ducha y me envuelvo en la toalla, seco mi cabello, para seguir con todo el ritual, de cambiarme, cepillarme, etc. Ya lista decido salir de la habitación, y bajar del segundo piso.

Ahora que lo pienso, no conozco la casa... O más bien la mansión, camino para buscar la cocina, ya que tengo algo de hambre, aunque ahora que lo pienso, no he comido hace más o menos un día.

¡Rayos! Cómo no me muerto de hambre.

Bueno, es razonable suponer que todo lo que ha pasado, me ha quitado el apetito, pero en estos momentos, sería capaz de devorar un elefante entero.

My Only  Love ►Klaus Mikaelson│Donde viven las historias. Descúbrelo ahora