Seis

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–No puedes estar hablando en serio–  dije, quitándole el corsé a Bryan. El tacto del terciopelo era seductor, pero la idea de llevarlo en público me horrorizaba.

–Es la hora de ser brutalmente sincera– dijo, abrió el ropero y empezó a revisar mi ropa –No tienes nada que funcione. Limítate a simular que estamos en Halloween.

–Si, claro, eso hace que me sienta mucho mejor– me miré en el espejo, sosteniendo el corsé contra el cuerpo –Y quién sabe lo que llevaré ese día.

Bryn cerró la puerta del ropero, descartando cualquier otra opción.

–Puesto que la que decide es Naomi, quizá tengas que usar algo con mangas abullonadas.

–¡Puaj! Ahora no puedo pensar en el enlace– exclamé y le devolví el corsé.

–Al menos esta noche estarás estupenda– dijo –Quitate esa camiseta y ponte esto.

La examiné de arriba abajo: tenía un aspecto muy llamativo, enfundada en un estrecho vestido de satín negro de campaña con hebillas doradas.

–¿Estás segura?– suspiré.

Ella asintió, pero sin mucho entusiasmo.

–Has de tener un aspecto impresionante, Cala, eres nuestra alfa.

–Vale. Lo llevaré, pero solo con una chaqueta, y no me quitaré los jeans.

Durante un instante Bryn frunció el ceño, pero después se encogió de hombros.

–Supongo que funcionará. Pruébatelo– dijo mientras se sentaba en la cama. Me quité la camiseta y el sostén y me puse el corsé.

–Amarraré los cordones– dijo Bryn –Dime cuando ya no puedas respirar.

–¡Estupendo!

–Di "basta– dijo, y dio un tirón a los cordones.

–¡Basta!– dije en voz ahogada y bajé la vista. ¡Dios mio!

–Mataría por tener tus tetas– dijo Bryn.

Agarré mi chaqueta de cuero colgada de una silla y me la puse.
–No tenía estas tetas hasta que ajustaste los cordones.

–Ren se volverá loco cuando te vea– rio.

–Cállate.

–Pues de eso se trata, ¿No?

No contesté. A lo mejor no sería mala idea. El enlace estaba muy próximo y yo quería que me deseara, aunque no pudiéramos hacer nada al respecto.

Bryn guardo silencio un momento.

–No te ha vuelto a molestar, ¿Verdad?

–No diría que me molesta. Ren se limita a ser Ren.

–No me refería a Ren.

–¡Ah!– exclamé, frunciendo el ceño –No, no ha hecho nada, no ha tratado de hablarme desde que Logan lo sacó de la clase de Grandes Ideas– jugueteé con el bordado del dobladillo del corsé y pensé que deseaba que lo hiciera, aunque no debiera hacerlo.

–¿Y el señor Selby?

–Ha vuelto a dar clase, como si nada hubiera pasado.

–Bueno, tal vez ahora todo vuelva a la normalidad– dijo, sonriendo.

–Nada será normal si tengo que seguir llevando cosas como esto– dije, golpeando la ballena del corsé con los nudillos –Al menos podría servir de armadura.

Sombra Nocturna (Nightshade) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora