Nathanaël jugaba con una bola estambre en la habitación de Adrien, para mala suerte del rubio el gato no sabía jugar con la bola y el estambre estaba esparcido por toda la habitación. Literalmente, jugaba con una bola de estambre tan pequeña como el tamaño de su pata.
-Marinette, ven, trabajaremos en mi habitación.
Nathanaël dejo la pequeña esfera de estambre y se paró justamente detrás de la puerta. Adrien abrió la puerta y ¿aduvinen quién se estampó contra la pared?
Adrien casi se desmaya por el desastre que había en su habitación. Marinette sólo miro como las hebras de estambre estaban incluso por debajo de la cama, algo que le llenó de celos era que la estambre era de una calidad excelente, no tenía bolitas que salían, y era realmente largo para ocupar toda la habitación del rubio.
-¡Minho! ¡Ven acá!
Minho salió detrás de la puerta balanceándose y un poco mareado, así que cayó sobre los pies de Adrien, el rubio lo tomó en sus brazos y finalmente lo sacó al patio.
-Te quedarás afuera hasta que aprendas de tus errores.
Dejó al gato en el patio y volvió dentro. A Nathanaël no le gustaba mojar su pelaje, y el césped estaba algo mojado, se levantó de ahí y corrió por el césped, para su mala suerte, en ese momento activaron las regaderas, para poder mantener el césped lindo y creciente siempre. Nathanaël corrió y corrió por ahí, por allá, para no se tocado por el agua, pero ¡oh sorpresa! Empezó a llover fuerte, y la casa de Adrien no contaba con barcones o árboles en los cuales Nathanaël pudiera esconderse.
Apagaron las regaderas debido al mal tiempo y Nathanaël se quedó afuera, sentado y derrotado ante la estúpida escena que estaba montado. Se asomó a la habitación de Adrien y descubrió la ventana de baño abierta, pensó en escalar, pero todo estaba mojado, y la última vez se había resbalado tan feo que se había lastimado un poco.
Se sentó frente a la puerta, dejo de llover y oscurecía. Nathanaël estaba molesto ¿Marinette si podía resguardarse pero él no? Bufó y agitó su cabello, una vez estaba lo suficientemente seco se esponjó bastante hasta parecer una bola de pelos.
Cuando la puerta se abrió para dejar salir a Marinette, Nathanaël entró de mala gana a la casa.
-¿Una bola de pelos? Adrien, te aclaré que no quiero perros.
Nathanaël maulló indignado y se dirigió a la habitación de Adrien para intentar cepillar el mismo su cabello. Vaya que lo logró... logró atorar el cepillo en su cabellera.
Casi llorando, salió para pedir ayuda de su dueño, por favor, estaba mojado, esponjado y un cepillo estaba atorado entre su pelaje. Adrien atinó a reír y se ocupó del esponjoso cabello que el minino portaba.
Adrien había decidido que Minho dormiría afuera, pero ver al minino temblando en la noche lo obligó a arroparlo a un lado de él en la cama. Nathanaël tenía confianza que Adrien no se movería y lo aplastará, sería llamado el gato tortilla el resto de su vida.
Adrien sabía que algo andaba mal con el gato, pero no quizo preguntar por qué el minino era tan raro y sus comportamientos eran increíblemente humanos.
Se levantó para ir a la escuela, y cuando tomo su mochila se percató que el minino no estaba en su cama ni tampoco en el arenero ni mucho menos sobre el escritorio, donde normalmente se ponía en las mañanas para que Adrien no se fuese.
A pesar de todo se marchó a la escuela y decidió que ya luego lo buscaría. Una vez más, el estúpido gato se había colado en su mochila para salir a mitad de la clase y subir al pupitre de Marinette y acostarse en sus piernas.
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¡¡¿I'm a Cat?!! (¿Cancelada?)
HumorNathanaël es un chico normal que va a una escuela normal con compañeros casi normales. HawkMoth se fortalece y junto con ello LadyBug y ChatNoir pierden la energía que tanto los caracterizaba. Poco tiempo fue suficiente para que la cura Milagrosa de...