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Es lunes y de nuevo estoy en una situación indeterminada con Arturo

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Es lunes y de nuevo estoy en una situación indeterminada con Arturo. Al notar la frialdad con la que nos tratamos en los primeros periodos de clases, el resto de mis amigos exclamaron algo como: "¡otra vez!" e intentaron ignorar el que mi novio y yo no nos hablamos durante el recreo. Esta vez Laura e Isabel no me dejaron de lado, intentaron comportarse como si nada pasara. Al menos no me sentí sola, más bien muy disgustada y no solo por Arturo, si no por Matías.

Esta mañana Nicole me contó que Matías no fue a hacer el trabajo y que no le contesta las llamadas. Hay poco tiempo para presentar el trabajo de filosofía jurídica y no es justo que Nicole y Alejandra lo hagan todo solas. Seguro Matías está apostando a que yo lo terminaré haciendo por él. ¡Qué ni lo sueñe! Eso no era parte de nuestro trato.

—¿De verdad Arturo te hizo enojar tanto? —Isabel me despierta como de un sueño. Estamos en la puerta de salida y casi no recuerdo cómo llegué aquí. Estaba muy ensimismada pensado cómo gritarle a Matías en cuanto lo vea.

—Sí —vaya que me hizo enojar, aunque ahora no piense en eso.

—Ojalá lo arreglen, ustedes van a ser de esos que terminan y vuelven, terminan y vuelven...—Se despide de mi con un beso y corre al auto de su mamá.

Terminar y volver... conozco ese tipo de parejas y nunca me imaginé inmiscuida en una, hasta ahora. ¿Volveré con Arturo? No lo creo.

Pensar en una persona que no quieres ver es como invocar al demonio. Arturo y Miguel están justo detrás de mí. Intento acelerar el paso para perderlos de vista sin resultar muy obvia. Mi intento es fallido porque Arturo corre para darme alcance. Seguro quiere decirme algo.

Freno en seco y lo observo impaciente, demostrándole sin decir nada que quiero irme.

—Solo léela ¿sí? —me extiende una hoja de carpeta doblada y vuelve a reunirse con Miguel sin añadir nada más.

Debería irme a casa y leer su carta o lo que sea ahí, pero la curiosidad puede conmigo y me quedo plantada en la acera del colegio mientras el resto de alumnos pasan a mi alrededor.

Debería irme a casa y leer su carta o lo que sea ahí, pero la curiosidad puede conmigo y me quedo plantada en la acera del colegio mientras el resto de alumnos pasan a mi alrededor

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Por tu amor al ArteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora