EL POSTRE

758 61 2
                                    


Takano realmente me sorprendió, creí que todo había quedado en un suave beso de despedida.

Me dejó sentado en el sillón y fue a buscar dos copas a mi cocina. Yo ya había bebido mucho champagne pero a el le gusta emborracharme, debo ser mas dócil con alcohol en mi cuerpo.

-Faltó lo mas importante Ritsu, un buen vino y el postre-

Postre? y el pastel con especias que comí...

-Baaaaaaaka-Me hizo callar poniendo un dedo en mi boca.

Nos tomamos el vino y ambos quedamos algo mareados, especialmente yo, por lo que me aproveché de su posición en el sofá para montarlo. Me senté sobre sus piernas y comencé a abrirle la camisa, lamiendo su cuello  y tocando apasionadamente su pecho.


El abrió los ojos de sorpresa, generalmente es Masamune quién me ataca. No le acomodó el rol que jugaba bajo mi cuerpo, así que rápidamente me empujó para quedar sobre mí.

Nos quitamos la ropa mientras nos tocábamos y besábamos, el espacio era reducido pero no queríamos perder tiempo yendo a mi cama, además mi cuarto era un asco y no lo llevaría ahí.

Comenzamos a masturbarnos mutuamente mientras nuestros cuerpos se rozaban húmedos y calientes . Takano no paraba de besarme apasionadamente cuando de un segundo a otro uno de sus intrusos dedos se metió dentro de mi, preparándome para lo que vendría.

No podía evitar gemir su nombre y seguir tocándolo, mientras el metía un dedo mas haciéndome sentir una mezcla entre dolor, deseo y placer.

Masamune tomó mis piernas y las puso en sus hombros mientras decía;

-Ritsu, tenía muchas ganas de hacer esto-

Me penetró suavemente, raro de su parte, pero no me embestía de forma violenta como otras veces sino que me hacía el amor tiernamente, mientras no paraba de mirar mi cara de dolor y placer al sentirlo dentro de mí.

Siguió usando el mismo ritmo y comenzó a besarme rápido, no perdí la oportunidad de enterrar mis uñas en su espalda, no mucho porque no buscaba hacerle daño sino mostrar placer. A él esto mas lo excito y aumentó un poco su velocidad, siguió haciéndome el amor mas rápido en un gesto de respuesta a mi levemente dolorosa caricia.

El no paraba de tocarme lo que me hizo acabar en su abdomen, mientras el hacía lo mismo dentro de mi. Terminamos borrachos, húmedos y desnudos sobre mi sofá.

Takano se quedó a mi lado acariciándome el pelo y mirándome sin decir ni una palabra, y cuando al fin abrió su boca para expresar algo, yo estaba desprevenido para escuchar algo como ...

-Ritsu, quiero vivir contigo-



EL DIARIO SECRETO DE RITSU ONODERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora