02.

3.1K 307 127
                                    

Si bien Bokuto Kōtōri era conocida por ser la capitana del equipo de voleibol de Fukurōdani, también era conocida por su belleza. Su largo cabello gris, con algunos detalles en negro le llegaba hasta un poco más arriba de la cintura, sus ojos eran grandes y siempre llevaban un brillo tan característico en ellos, sus labios no se quedaban atrás, ni tan gruesos, ni tan finos. Sin hablar de sus pechos, que estaban muy desarrollados, eso era lo que le encantaban a todos los de la escuela. Incluso era conocida fuera de ésta, como era el caso de Nekoma. Muchos alumnos lograron confundirla como la novia de Kuroo, el capitán de voleibol de dicha escuela. Aunque ambos amigos no lo negaron, tampoco lo admitieron, ni ellos mismos sabían lo que eran.

Kōtōri corría por las calles de la gran ciudad, se había dormido y ninguno de sus compañeros la habían despertado. Si bien tenían en día libre, ella había quedado con Kuroo para ir a la tienda a comprar un par de sostenes, ya que los demás de los compañeros se negaron rotundamente a acompañarla, excepto su mejor amigo, Kuroo.

—¡Kuroo! ¡Kuroo! —Gritó el nombre de su mejor amigo en cuanto lo vio, y sin dudarlo, se le lanzó encima.

Él simplemente saltó de su lugar, la fémina le había dado un gran susto.

—¡Bokuto! Te he dicho miles de veces que ¡NO! te tires así de repente —Regañó enojado, pero le devolvió el abrazo.— Llegas tarde.

—¡Tampoco es para tanto, bro! —Rió nerviosa ella, alejándose del pelinegro lentamente.

—¡Fueron dos horas, Bokuto!  —Exclamó ahora él, mientras que una vena lograba asomarse en su sien, clara de un notorio enojo.

—¡Lo lamento! Prometo que nunca jamás volverá a pasar.

—Eso dijiste la otra vez. Cómo sea, ¿a dónde iremos?

Pues claro, ella no le había dicho lo de comprar sostenes porque se negaría. Kuroo, a pesar de tener miles de chicas tras él y tener esa peculiar personalidad suya, era un desastre con las féminas, se volvía muy tímido.

—A comprar sostenes —Murmuró Bokuto, avergonzada y deseando que su 'bro' no le haya escuchado.

—¡¿A COMPRAR QUÉ?!

El rostro del pelinegro se tornó completamente rojo, sus manos comenzaron a sudar, al mismo tiempo en el que él comenzó a decir incoherencias.

—¡Ya escuchaste! He perdido todos y me quedé sin ninguno —Chilló, tratando de no reírse de la cara del pelinegro.

—¡¿PERDIDO?! ¿CON QUIÉN ESTUVISTE? Un momento... No traes sostén, ¿verdad?

—¡KONOHA ME LOS ROBA! ... No, no traigo.

Kuroo quería que la tierra se lo tragase.
Rápidamente, se quitó la chaqueta deportiva que traía y se la tendió a Bokuto, mirando a todos lados para que nadie la viera.

—Póntela, vamos.

Ella sin dudarlo, se la puso inmediatamente.

—No entiendo como Akaashi te soporta.

—¡Así me amas, Kuroo!

Las mejillas del pelinegro volvió a tornarse de un fuerte color carmesí. Desvió la mirada hacia los árboles, completamente sonrojado.

—Pues sí, lo hago.

Y tomó la mano de la fémina, entrelazando sus dedos, para luego comenzar a caminar rumbo al centro comercial.










Lo siento, pero el Bokuro me puede (y mucho) pero prometo hacer luego un BokuAka <3.
Además, estoy tratando de mejorar mi manera de escribir ( ˘ ³˘)
Espero que les guste, adiós.




¡Es una chica! |Haikyuu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora