3: El ángel & el demonio.

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Nos encontrábamos caminando en el pasillo, en un silencio incomodo. Yo iba detrás de Mello, pero podía notar que su semblante estaba entre serio y furioso, y me pregunto por qué.

Cuando llegamos, no había nadie, pues era tarde en la noche, y se supone que hasta ahora todos duermen.

Pero Mello y yo no entramos en ese "todo"

Fui a sentarme en la mesa de madera, mientras Mello buscaba lo que comeríamos; al encontrarlo, se acerco y dejo las cosas en la mesa, y se sentó en frente de mi silla.

-¿Como estuvo tu sesión?-preguntó él.

Claramente sabia que de eso no quería hablar, lo notaba en su expresión. Desde luego que le importaba como me fue, pero ese no es el tema principal del por que estaba tan serio.

-Ve al grano, ¿Que quieres saber?

-Siempre tan acertado-bajo la cabeza, suspiró y volvió a hablar-. ¿Que le dijiste a Sayu?

Oh, así que le importa más ella, que tu, Near.

Ya me parecía raro de que no estés molestando.

-No dije nada que no sea cierto.

-¿Qué le dijiste exactamente?

-¿No te contó lo que hablamos?

-Sólo dijo que debías ser más educado, pero que aun así le agradabas.

Después de todo si es una mentirosa.

-Le dije que es una puta-Mello volvió a levantar su cabeza, y me miro con los ojos abiertos, como si estuviera sorprendido.

Él se levanto, golpeando fuertemente la mesa con sus manos y camino hasta a mi. Y en un abrir y cerrar de ojos, el puño de su mano, ya estaba dejando una marca roja en mi mejilla.

Y has causado que te odie, y esto, ¿Si te pone feliz?

No dije nada, solo me quede en silencio, con mechones blancos de mi cabello cubriéndome los ojos.

Y sin siquiera haber probado la comida, Mello se fue. Pero yo me levanté rápido de mi asiento, y corrí a él, agarrando fuertemente su brazo.

-¡¿Por qué?! ¿¡Por qué la defiendes tanto?!-después de tantos años, es la primera vez que gritaba desesperadamente.

Estaba tan desesperado; no quería que la única persona que puede salvarme de esta maldición me odie. No soportaría perder a la a luz de mi oscuridad.

Sin esa sonrisa que me inspira a vivir yo no soy nada. No soy nada sin la persona que amo.

Por que Mello, yo te amo.

-¡Yo solo no quiero que te alejes de mi!-volví a gritar-. ¡Por que ella te aleja de mi!

De mis ojos caían lágrimas traicioneras, que bailaban por mi mejilla, hasta caer delicadamente desde mi mentón. Cerré mis ojos con fuerza, en un intento de contener aquellas gotas de agua, pero fue en vano.

Y volví a entrar en mi mente, en mi mundo, en mi infierno...

Pero no sé que sucedía, estaba el niño de siempre llorando.

Él estaba llorando, yo lo hacia, ambos llorábamos.

Y de no ser de que Mello hizo golpear mi espalda contra la pared, no habría abierto los ojos y aun estaría perdido en mi cabeza.

Mello tenía agarrado mis dos brazos, sujetándome en la pared.

-¡Nunca nos separara!-gritó-. ¡Ni siquiera tu puedes hacer que me aleje de ti!

•¡Hey, amigo!•『YAOI-MELLOXNEAR』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora