Esa pregunta me hizo helar, sin embargo, y para mi sorpresa también, no demostré nada.
Cuando iba a hablar, escuché una ligera carcajada nerviosa de Mello.-No seas exagerada, Sayu. -la reprimió -. Solo es que, no vamos a poder pasar mucho tiempo juntos... Ahora... -volvió a reír -, tengo trabajo.
Mi cara de sorpresa hizo que el continuara.
Mello se fijo en su relojmuñeca y ensanchó los ojos algo asustado.-¡Sayu, es media noche! Di...dijiste que apenas eran las ocho.
Sayu se puso nerviosa y se balanceó en sus pies.
-¡Que cosas! Se me habrá averiado el reloj... -bajó la cabeza y suspiró -. Creo que es muy tarde para que me vaya...-dijo con voz, muy, muy melosa.
Blanqueé los ojos y antes de que Mello ofreciera llevarla adentro, porque se que lo haría, ofrecí otra cosa.
-Lawliet aún no se va, él puede llevarte. -hable tan serio, como si hablase de alguna muerte.
Que más da, si no se va, quizá si ocurra una muerte.
Mello suspiró aliviado, al parecer, tampoco querría que se quede.-Que amable de tu parte, Near. -agradeció con un deje de furia en su voz.
-No lo hago por amabilidad, solo no quiero que te quedes.
Ella se sonrojó por la vergüenza, y Mello volteó, así que no pude ver su reacción. Respecto a mí, seguía bien firme.
En ese momento, pude ver un destello de luz delante nuestro. Tras el alambrado, nos faroles del auto de Lawliet se prendieron.
Antes de que se fuera, corrí hasta el alambrado, y me agarré de este, e hice una seña con la mano, para que se detuviera. Mello y Sayu se acercaron caminando.
Lawliet, entonces, bajo al auto y se acercó, antes de hablar conmigo, echó unas fugaces miradas a quienes estaban detrás de mí.-¿Que sucede, Near?
Me paré en puntitas, para poder alcanzar su oído, y llegue bien gracias a que, estaba encorvado en ese momentos.
Susurré e hice un gesto con la cabeza hacia Sayu. Lawliet la miró como si la estuviera analizando.-Vamos.
Sayu suspiró rendida y se volvió a Mello.
-¡Volveré al mediodía!-le dio un beso en la mejilla, y salió por un hueco del alambrado.
-Near, nos vemos mañana.
Asentí. Esperé a que se fueran los dos, y volteé para ver a Mello.
-¿Trabajo? -pregunté repentinamente.
Al parecer Mello quería decir algo más, pero se reprimió a él mismo.
-¿Recuerdas que pasó? Cuando, ya sabes... Nos vieron.
Sentí como si mi corazón se contrajera.
-Sí.
-Bien, mi castigo era... Trabajar.
Escuché una risa estridente en mi cabeza y tuve que tomarla, porque sentía que se iba a caer.
¡Y tú sufriendo por él!
No era el momento... Desaparece, no es el momento.
-¿Ne...near? ¿Estas bien?
-¿Eso era todo? -pregunté tajante.
Él comenzó a acercarse, hasta quedar a unos escasos centímetros frente a mí.
Apartalo, puedes volver a sufrir, y él quizá consiga un trabajo fuera de aquí.
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•¡Hey, amigo!•『YAOI-MELLOXNEAR』
أدب الهواة-¿Tu crees que esto este bien? -¿A que te refieres, Near? -Ya sabes... ¿Qué clase de amigos se besan? -Nosotros somos otra clase de amigos. -¿Cuales? -No lo sé. No me importa llevar el titulo amigo. Esa solo es otra excusa para poder estar...