Para mi amor del pasado ©

Amistad por amor

Nueve años. ¿Qué tan importante sería el recordar mis nueve años? Lo es, lo era y siempre lo será, y es por eso que aquí estoy, escribiendo todo lo que aprendí sin querer. Conocí en la falsedad de mi vida lo que alguna vez creí jamás volver a sentir. De nuevo creí en la amistad, a pesar de uno que otro momento de burla, eso ya no era importante para mí, había encontrado la amistad... Y el amor.

Sin desearlo aquel día de fiesta en diciembre comprendí que estaba irremediablemente enamorada de a quien consideraba un buen amigo, a pesar de que quizá siendo uno de los chicos más amigables, no fuera yo su mejor amiga. Siendo la persona más distraída, fiestera, y con poco raciocinio te volviste importante para mí y es por ello que terminé enamorada de ti.

Cada día a tu lado era feliz, sin importarme terminar siendo la burla de mis compañeros, lo que quería era hacerte reír, verte a los ojos y saber que no era invisible para ti. No lo evité, dejé que te volvieras dueño de mi corazón y mente, dejándome vulnerable.

A pesar de mi temor al rechazo yo quería decirte todo lo que sentía, quería saber que también era importante para ti, pero toda esperanza que había crecido en mí se volvió añicos cuando supe que tú estabas enamorado de ella, de la chica más bonita de nuestra clase.

Esa revelación me destrozó, sin querer aceptarlo me di cuenta que así era. Cada día que había pasado hasta aquel momento lo analicé y me di cuenta que yo jamás fui importante para ti, y desde aquel día la odié a ella, por ser lo que yo no era, por tener lo que yo, por ser la persona a quién tú querías a tu lado... y por rechazarte.

Tú que habías decidido confesarte a ella sin importar nada, me dolió saber que no eras correspondido, y me dolió más tener que alejarme de ti después de todo. Yo no era lo que tú querías, yo no era nadie importante para ti. ¿Entonces qué importaba si me alejaba? Me había dado cuenta que estando a tu lado a la única persona a quién le afectaba era a mí, y de nuevo con todo el dolor de mi corazón decidí sacar de mi mente a la persona que más quería, aunque me fuera imposible ya que te veía a diario, al igual que a ella. Verte a ti persiguiendola aunque te haya rechazado, me hizo darme cuenta que no valía la pena nada.

Y tu presencia se esfumó, de la misma forma en como llegó. Tú habías desaparecido de mi vida y yo no encontraba consuelo en nada, lo que más deseaba era verte de nuevo y cada noche lo anhelaba y con cada día que pasaba me daba cuenta que jamás te volvería a ver.

Sabía que así era mejor. Si nunca fui parte de ti, tú no debías ser parte de mí.