Si la muerte es amable

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Título: MOMENTUM

Autora: Clusmykitty

Fandom: DCU, DC Cómics

Pareja: Superbat

Derechos: DC y sus hordas de demonios todo lo conquistan.

Advertencias: Pues vamos que ya todo está dicho con la pareja, y también que retomo ese crossover hecho entre Frank Miller y Todd McFarlane (Spawn Batman) como punto de partida para esta historia. Mi primer Superbat largo, os suplico gentileza.

Gracias por leerme.



Si la muerte es amable.


Islas Canarias, España.

El Victoria Regina encendió sus motores a la orden de su capitán, dando tiempo a las máquinas de calentarse antes de partir, llamando por última vez a sus marineros ya reunidos en el puerto, terminando de hacer sus compras turísticas en el mercado adjunto, pequeño pero bullicioso cuyos clientes como mercaderes levantaron su rostro al cielo al escuchar un rugido en el viento, descubriendo una figura con capa roja que se posó por encima del barco. Los tripulantes a bordo del mismo salieron a cubierta para ver qué sucedía, sorprendiéndose cuando Superman descendió lentamente con la vista clavada en ellos, pidiendo hablar con el capitán. Éste salió con el cuerpo tenso, acompañado de media docena de gruesos y altos marineros, pidiendo una explicación a la presencia de Kal-El en su barco.

-Son sospechosos de transportar armas ilegales, entre otras cosas –fue la explicación del kriptoniano.

-Una mentira –replicó el capitán- Puedo mostrarle la carga si lo desea. Solo somos pescadores noruegos, traemos cangrejos y salmón.

Superman bajó su mirada, usando su visión de rayos X, examinando el fondo del Victoria Regina. Había cajas con mariscos pero los contenedores más bajos estaban recubiertos de plomo, impidiendo que descubriera su contenido. Levantó su mirada con el ceño fruncido, apretando sus puños ante los gestos adustos de los marineros que circundaban al capitán.

-Veamos esa carga.

Con un ademán de su mano, el capitán ordenó que abrieran las escalerillas que bajaban hacia el área de carga del barco al que descendió Kal-El acompañado del propio capitán y sus marineros con el resto de la tripulación murmurando cosas. Sin perder tiempo, fue hacia el primer contenedor que abrió de tajo, descubriendo partes biónicas con armas automáticas adheridas. Un pesado silencio cayó sobre todos ellos al tiempo que Superman se giraba, esperando ya el ataque inminente de centinelas o de los propios marineros. Para su sorpresa, ninguno de ellos le atacó, todos le miraban asustados. Estaba por sentirse seguro de su emboscada hasta que se dio cuenta que no estaban viéndole a él, sino detrás de él. Se giró rápidamente notando una figura que salió de entre las sombras de aquel almacén con una sonrisa macabra.

-Vaya, vaya, el hijo de Krypton viene a visitarnos, de suerte que tenemos con qué recibirle.

Más rápido que los reflejos del súper héroe, una mano de garras metálicas se estrelló contra su pecho, incrustando un fragmento de kriptonita roja. Kal-El abrió sus ojos ante el rostro satisfecho de una mujer de cabellos blancos, cortos de los lados pero alborotados desde sus sienes a su nuca, portando una armadura plateada con listones vivos que se sacudieron igual que serpientes que tienen a su presa. Los ojos completamente blancos con el antifaz negro terminaron de decirle de quién se trataba. Tiffany Brighsky. Las rodillas de Superman cedieron, tocando el suelo con un jadeo mientras sus ojos lentamente se teñían de rojo con la carcajada de aquella hermosa pero letal mujer hecha ángel, quien levantó su mirada al capitán y su gente.

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