Primera Parte // Capítulo 1

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- Si sigues mirándola de esa manera voy a tener que traer un balde para toda la baba que está saliendo de tu boca. - Escuché los reclamos de Elsa justo en mi oido, pero mis ojos seguían sin apartarse de la chica misteriosa.

-Lauren, detente. Ha de tener como 12 años, ¡Por favor! - Dijo la pelirroja con un volumen más elevado. -Silencio, ¿Cómo es que se llama? - Le pregunté, ahora desviando la vista a sus ojos y proporcionándole una sonrisa pícara.

-¿Estás de broma? No lo sé, es amiga de Sebastián, pregúntale a él. - dijo rodando los ojos y cruzándose de brazos.

Desde que tengo uso de razón Elsa ha sido mi mejor amiga, y desde ese entonces yo he sido su amor platónico; no es que no me gusten las chicas, ni que Elsa no sea de mi tipo, porque de hecho sí lo es, seríamos la pareja perfecta, pero para el momento en el que me confesó su incontenible enamoramiento, yo ya la consideraba como mi hermana, y eso estaba lejos de cambiar.

-Sebastián, ¿Cómo se llaman estas adorables chicas nuevas? - Dije en voz alta mientras mantenía mis ojos en la chica de cabello negro.

-Yo soy Alexandra - contestó devolviéndome la mirada por un segundo, hasta que sintió el ardor en sus mejillas y desvió la mirada hacia el piso, mientras terminaba de hablar señalando a la chica de cabello castaño que estaba a su lado -Y ella es Camila.

-Pues bienvenidas - dije con una sonrisa -A ambas. - continué, posando mis ojos en Camila por primera vez, quien me miraba con cierta molestia e incomodidad.

-Gracias - respondió Alexandra, sonrojándose notoriamente, mientras Camila y Elsa rodaban los ojos con claro disgusto. Creo que voy entendiendo lo que está pasando aquí.

La conversación continuó como siempre lo hace en mi grupo, riendo y recordando momentos graciosos de las últimas fiestas; estábamos en un parque al que solíamos ir todo el tiempo, nos gusta relajarnos bajo la sombra de los árboles mientras comentamos cualquier estupidez que nos venga a la cabeza, no somos de los grupos que se reúnen en centros comerciales y van a cines a los que todos van, sólo nos gusta esa enorme cantidad de gente cuando estamos en una noche de destrucción o en algún concierto.

Como siempre alguien preguntó en dónde sería la próxima fiesta, aquí vamos de nuevo, fue lo único que pude pensar hasta que empezaron a dar ideas, lo cuál era inútil, siempre terminábamos improvisando y mandando todos los planes al carajo; me sentí mal por Alexandra por un momento, porque parecía estar muy emocionada con todas las ideas que proponían de una gran reunión, y probablemente terminaríamos bebiendo en algún estacionamiento en plena madrugada.

Por lo que veo Elsa también estaba pensando en lo ridícula que era la conversación, porque rodó sus ojos y sin importarle en lo más mínimo lo que opinaran los demás alzó la voz.

-¡Hey, Alexandra! ¿Cuántos años tienes? - En la cara de la pelinegro podía notarse claramente la vergüenza que sintió, como si esa hubiese sido la única pregunta que no quería escuchar hoy. A decir verdad entiendo su reacción, yo tengo 19, soy la menor del grupo, y ella se ve mucho más joven que yo.

-¿Cuántos me calculas? - Preguntó nerviosa, y en el momento en el que vi la sonrisa en los labios de Elsa supe que esto no iba a ir bien.

-Francamente, por apariencia física al rededor de 14, por tu manera de comunicarte tal vez unos 16, te pongo 15 por el esfuerzo que claramente estás poniendo en aparentar que en realidad sabes y entiendes de lo que hemos estado hablando todo este tiempo, sin embargo, por tu manera de ver a Lauren, debes tener unos 12, parece que nunca has visto a alguien atractivo en tu vida.

Vienna {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora