Primera Parte // Capítulo 4

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Ya han pasado unas semanas desde que empezamos las clases y todo marchaba como se esperaba que fuese. Todos habíamos hecho el cambio en la sección de la residencia estudiantil; ésta se basaba en 10 casas de tres pisos que estaban al rededor del campus universitario. Estaba más que contenta con el sector que Sebastián escogió, estaba muy cerca de un bosque al que muy pocos estudiantes solían ir, y si caminabas por un buen tiempo y te adentrabas mucho, podías encontrar lo que solía ser una casa de la residencia, pero que hacía tiempo había sido abandonada.

Por fortuna en esta universidad no les importaba si compartías la casa con hombres o mujeres, siempre y cuándo no fuese en la misma habitación, así que estamos nosotros 6 ocupando tres habitaciones del tercer piso, y 18 personas más que no nos preocupamos en conocer.

Mis amigos y yo no podíamos estar más felices, Katherine ya había encontrado una novia, y como es costumbre, la había perdido a los dos días. Bruno seguía enamorado de Sebas, como era desde que tengo uso de razón, y éste seguía pretendiendo que no sabía nada por el bien de su amistad. Elsa y yo hemos estado compartiendo habitación, pero últimamente ella ha mostrado todo lo contrario a interés por mí, al parecer ha estado mensajeándose con alguien que realmente le gusta, pero no quiere decirme quién es.

Lo bueno del bosque es que si nos adentramos lo suficiente como para no ser vistos por los demás, es muy agradable para hacer fogatas y pasar una buena noche. Además, al ser el sector más alejado de los edificios principales, el poco humo que podría salir no era mayor problema.

De pronto sentí un peso enorme sobre mí y abrí los ojos para encontrarme con otro par de color oliva que me miraban muy de cerca. -Levántate ya, princesa. Ha amanecido y hoy es un buen día. -Dijo con una emoción que no lograba comprender. Voltee a ver el reloj de la mesa de noche y eran las 6:30 am. -¿Sé puede saber qué demonios haces despierta tan temprano? -Dije de mala gana mientras la empujaba para quitármela de encima. -¡Lauren! ¡Espera, vas a hacer que...! - No pudo terminar porque cayó de culo al piso.

-Deja de mirarme con esa cara, es tu culpa por levantarme a esta hora. -Dije mientras miraba hacia la pared, no había visto su cara, pero la conocía lo suficiente como para saber que me estaba dando un puchero enojado. Lo que ella no sabía es que yo hacía todo lo posible por no reírme. -Vamos, no te molestes. En media hora van a abrir la piscina del campus finalmente, Lauren. Ya no tendremos que ir a la asquerosa piscina comunitaria del pueblo para pasar un buen domingo.

Me encantaba la pasión que tenía Elsa por la piscina, y por el agua en general. Solía ser una chica muy malhumorada, pero al ponerla en una situación en la que se encontraría cercana al río, al mar, o en este caso a una piscina, sacaba lo mejor de sí. Había un brillo en sus ojos que no sabría muy bien como describirlo, es como si su cercanía a estos lugares fuera directamente proporcional al nivel de esperanza y felicidad que ella podía tener.

-¿Para qué hemos estado yendo a la piscina comunitaria si te parece asquerosa entonces? -Respondí mordiéndome los labios y cerrando los ojos, sabía que eso haría que ella explotara. -No tienes idea de cuánto te detesto en estos momentos. Solo levanta tu gordo trasero de la cama y acompañame de una vez. -Esta vez ya no pude contenerme y me reí fuerte, me encantaba hacer que se frustrara. Quité las sábanas de encima y luego de estirarme por un rato y dos bostezos me levanté de la cama.

-Bien, te acompañaré -Dije mientras me dirigía al baño con una ceja levantada. Sabía que cuando le había dado la espalda, ella había empezado a sonreír intentando contener su emoción, así que me volteé para poder verla. -Pero me debes el desayuno después, no me levanto un domingo a esta hora de gratis. -Agregué asomando la cabeza desde la puerta del baño. Su sonrisa dejó de ser nerviosa y sólo me miró a los ojos para luego rodarlos y aceptar asintiendo y haciendo una seña para que me apurara. Rodé los ojos también y me dispuse a arreglarme para el día.

Vienna {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora