Atracción y Enamoramiento[XiuHan/LuMin - SeTao/TaoHun]

Capítulo Diez: De emociones dolorosas y amor, mucho amor.

Graves llanuras, formadas por silencio y pensamientos ahogados en el ruido insonoro, lúgubres brumas de sentimientos, nebulosas desquebrajadas, llenas de emociones aprisionadas. Mal, todo estaba mal, pero ¿qué estaba mal? ¿Tenía, verdaderamente, derecho a sentirse de esa pasmosa manera? Parecía que sí, pero el pecho estaba ahogado, debilitado, ponderar culpas y pertinencias no le quitaba el agrio dolo de su espíritu.

Debiese haberse quedado aquel que le hacía sentir así, pero estaba lejos, dejando atrás aquella carta que hacía profundas heridas donde sólo habían simples rasguños.

Le quiero aún sin conocerle lo suficiente y me duele aún más ya ser el causante de terrible daño en su ser.

El que debió conocerle más, fue SeHun, él era el que se sentía atormentado por haber dejado cautivar su corazón por alguien que ya estaba comprometido, pero él sabía muy bien que ninguno de los dos tenía la culpa de haberse tropezado una vida con la otra, quizá hazaña del destino, o lógica crueldad.

Me gustaría decirle que mi compromiso se puede romper, pero he hecho una promesa y el orgullo y buen nombre de mis padres depende de mí cumplimiento

Y a SeHun le gustaría nunca haberle conocido, sí los Huang no se hubiesen trasladado a Oxford, otras serían sus venturas, su corazón sería libre y su cuerpo devorado por sólo pasiones, su libido no despertaría solamente a un aroma particular y su mente no se excitaría únicamente con la suave inteligencia de aquel que no le permitirá ser su dueño, porque no sólo era el orgullo de los Huang, era el orgullo y rectitud de Huang ZiTao lo que le frenaba a irle a buscar en ese mismo instante, porque ZiTao no le prometió nunca nada a él, ya ZiTao le había prometido su corazón a alguien más y aun así, SeHun sabía ser el que hacía latir aquel corazón, vibrar aquella alma, sosegar aquel espíritu.

Por alguna extraña razón, SeHun no podía mover ningún músculo, quizá el resfriado era más grave de lo que dijo el doctor que le revisó, sin embargo, no le preocupaba sentirse sin fuerza ni energía, sabía que se entonaba perfectamente con el vacío que sentía en su interior.

Con los ojos clavados en el techo, ya eran dos días, desde que había abandonado la residencia Lu, había permanecido en su cama, primero preso de debilidad y constipación, pero aquella carta de ZiTao le había adolecido tanto que deliró en fiebre, se agravó su estado y las cartas de SaEun fueron como una calorosa bofetada, dolía su ser, pero no podía aquejarse, HenXi había vuelto para ser una molestia y él no era más que una víctima entre muchas de su insensatez.

Le gustaría acorrucarse en el pecho tibio de MinSeok, pero sería grave imprudencia; le gustaría contarle a YiFan, pero este no tenía un buen juicio para orientarle; le quedaba LuHan pero aquel no eran tan cercano a él como los primeros... y estaba la casa Lee. La misma SaEun le había puesto a disposición aquel lugar para que acudiese en busca de consejo, sin embargo, ver a BaekHyun, tan buen amigo de ZiTao, le heriría aún más, pues él tuvo que estar al tanto sobre ese compromiso desde hace mucho.

No obstante, con el riesgo de salir más herido que curado, con eterna suavidad se deslizó de su cama y se preparó para ir a aquella casa, esperaba encontrar a SaEun o quizá a BaekHyun, la primera sería un bálsamo para sus penas, como una buena madre, y el segundo, le podría dar más datos sobre la prometida de ZiTao. De todos modos, no saldría perdiendo respirando el aire fresco de la calle, paseando un poco en su caballo, la preocupación de sus padres se desvanecería sí no parecía tan enfermo como SeHun se sentía.

Cuando ya estuvo listo, su madre le despidió con disimulado regaño, pidiéndole cuidado de sí mismo y su padre le vio partir con gesto severo, SeHun pudo notar en ellos que había cierta advertencia, lógica sabiendo que debían estar enterados sobre la llegada de HenXi a Oxford, o de los rumores que corrían, aún, por el pueblo, que le involucraba con MinSeok y LuHan, en impudorosos actos.