Capitulo 1

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Me desperté por la irritante alarma de mi móvil –si,ya se que tu eliges la alarma y todo eso, pero a mi todo sonido que me despierte me parece irritante–

Me levante de la cama de mala gana y bajé a desayunar.

– Buenos días– le dije a mi padre mientras me iba a sentar para desayunar.

– Buenos días– respondió mientras me daba un beso y me servía el desayuno.

Acabé de desayunar y miré la hora. 7:40. Entraba a las 8:00.

Mierda, volveré a llegar tarde

Subí rápidamente a mi habitación y cogí lo primero que vi –y no quedaba mal– y me lo puse rápidamente, después me lave los dientes, me peine y me maquille un poco –rímel y brillo de labios–.

Cogí las llaves de mi coche y rápidamente fui al instituto.

Llegué al parking y rápidamente encontré un sitio en el que seguidamente aparqué.

Corrí hacia la entrada y al poner un pie adentro sonó el timbre.

Justo a tiempo

Fui hacia mi clase: 2do de bachillerato. Me acomodé en mi sitio y empezé a sacar lo necesario para la clase. Literatura. Genial –modo sarcasmo activado–.

Llegó el profesor y empezó a dar clase, así que me puse mis auriculares y me puse a pensar en mis cosas.

Sonó el timbre anunciando el cambio de clase y vino otro profesor, esta vez tocaba inglés, y como el profesor es "enrollado", nos deja cambiarnos de sitio, así que aproveche para sentarme con mis mejores amigos: Danielle y West.

Danielle es baja y delgada, de tez blanca con pecas en la nariz y las mejillas, ojos verdes preciosos y de cabello castaño.

West es alto y con buen físico, de tez morena, ojos marrones y cabello castaño.

– ¡Aquí esta la princess, bitches!– dije sentándome con ellos.

– No tienes remedio– dijo West riéndose.

– Lo se– respondí sacándole la lengua.

La clase se pasó enseguida y en el cambio de clases el siguiente profesor hizo la vista gorda respecto a nuestros sitios, así que también se pasó bien.

Por fin sonó el timbre dándonos tiempo a comer y a librarnos de las clases.

Fuimos a por nuestra comida y nos sentamos en una mesa para comer y hablar.

– ¿Que tal vuestro día?– preguntó West.

– Bien– respondió Danielle.

– Por ahora bien– respondí con una sonrisa traviesa.

– A que te refieres con...– comenzó a decir West pero fue interrumpido.

– Señorita Chloe Sullivan diríjase al despacho del director de inmediato– dijo la secretaria por megafonía.

– Bueno chicos, ya veis que me reclaman, así que hasta luego– dije con una sonrisa mientras me dirigía a mi destino.

– ¡Hola Margo!– salude a la secretaria con una sonrisa.

– Hola cielo, pasa, que te está esperando– me dijo con una sonrisa.

Seguramente os preguntaréis, ¿como es que te llevas tan bien con la secretaria? Fácil, esto está lleno de zorras, y ella las odia, y como yo soy de las pocas que no lo son, me aprecia, además, como estoy tanto en en despacho del director, una hace amigos.

– Vale– dije dirigiendome al despacho.

Al llegar a la puerta piqué 3 veces –¿que? Tampoco tengo tan malos modales –

– Adelante– dijo el director con voz cansada y amargada. Entré y me senté en una de las sillas.

– Bueno, supongo que sabrás por que he hecho que vengas aquí, no?– preguntó levantando una ceja.

– Pues no, así que mejor dímelo, que es para hoy– le dije vacilante.

– Cuidado con lo que dices jovencita– dijo amenazante– bueno, yendo al grano, he hecho que vengas por lo que pasó el viernes en el campus de fútbol, supongo que ya sabrás a lo que me refiero, no?

– ¡Ahh! ¿Te refieres a cuando le tire a las animadoras globos de pintura en medio del entrenamiento?– dije para luego reírme.

– Si a eso mismo. Y como castigo, tendrás que limpiar todo el campus, además de la escuela toda semana después de las clases. De 5pm a 8pm.

– ¿¡Que!?– dije horrorizada.

– Lo que ha oído señorita. Pero tampoco se queje, que no estará sola, el señorito Kian Mellark también le acompañará y le ayudará a limpiar– dijo haciendo que mis ojos se abriesen a mas no poder.

¿¡Por que de todos los alumnos de aquí me tuvo que tocar el más mujeriego, más arrogante y más playboy del instituto!? Y para colmo, el capitán del equipo de fútbol.

– Genial– dije sin ganas mientras me levantaba y me iba sin permiso.

Volví a la cafetería y me senté de mala gana con mis amigos.

– ¿Y esa cara?– me preguntó Danielle con una sonrisa.

– Estoy castigada

– ¿Y eso? Si tu eres un ángel– dijo West sarcástico ganándose una mala cara de mi parte.

– Pues bueno, ¿recordais la broma que le hize el viernes a las porristas?– pregunté a lo que asintieron– pues gracias a mi maravillosa broma, el amargado del director me ha castigado– dije con una sonrisa sarcástica.

– ¿Y cual es el castigo?– preguntó West curioso.

– Limpiar el instituto y el campus toda la semana– dije a lo que me miraron horrorizados– y no estaré sola, ya que también estará conmigo Kian Mellark haciendo lo mismo– dije con una sonrisa sarcástica mientras ellos se reían. De mí. En mí cara. Si amigos, a eso se le llama ser unos buenos amigos –sarcasmo activado–

Sonó el timbre indicándonos que teníamos que volver a clase. Fui a mi clase y me puse a hablar con West y Danielle en las próximas clases hasta que estas acabaron.

Me dirigí a mi coche pero algo o mejor dicho alguien se puso delante de mi bloqueándome el paso. Subí mi cabeza para ver quien era, y en cuanto identifiqué quien era, una mueca de asco inundó mi cara. Era nada mas ni nada menos que Kian Mellark.

– ¿Te puedes apartar? Me bloqueas el paso– dije molesta.

– Tranquila guapa– dijo riéndose y poniendo una sonrisa arrogante– por cierto, se puntual ésta tarde cielo– dijo susurrándome lo último en el oído, a lo que yo le respondí con una mirada fulminante y mi dedo corazón.

Mientras me dirigía al coche escuche detrás de mí una risa socarrona proveniente de Kian a la que le hice caso omiso.

Puse las llaves en el coche y me fui rumbo a mi casa.

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Emma Stonne en multimedia como Danielle Stilinski.

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