POV Megumi
Me desperté gracias a los rayos de sol que se filtraban por las cortinas de seda, dándome esto un indicio de que era muy temprano.
Mis recuerdos estaban revueltos y confusos, efecto de la luna roja de ayer. Lo único que podía recordar con claridad, eran las charlas que había tenido con Shu, Reiji y Subaru. Ahora que lo pienso, seguramente este último me había llevado a mi cuarto en cuanto me quedé dormida.
Salí de la cama y fui directo al baño a darme una ducha. Giré el grifo del agua caliente y un poco el del agua fría. Mientras me sacaba la ropa, lo único que podía escucharse era el agua golpeando sobre las baldosas de la bañera; puedo apostar que soy una de las pocas vampiras que se despierta a esa hora.
Tuve que acostumbrarme a esos horarios para poder llevar a cabo el plan, no fue fácil, pero lo logre después de todo un año de práctica. No tomar sangre humana y vivir a base de sangre animal y comida "corriente" tampoco fue sencillo. Llegué a padecer anemia, enfermedad rara entre los de mi especie, pero poco a poco y con una gran fuerza de voluntad lo logré.
Estiré el brazo y agarré una toalla para la cabeza y otra para el cuerpo. Mientras dejaba que el pelo se secara un poco más, me puse la ropa interior y me miré en el espejo de cuerpo entero que se encontraba en el baño; no estaba contenta con mi figura. Mis huesos estaban muy marcados y mi color era más pálido de lo normal. Tarde o temprano tendría que ir a cazar porque de lo contrario iba a desaparecer, casi literalmente.
Salí de aquella blanca habitación y me puse una camisa manga larga rosa, un pantalón negro y unas zapatillas del mismo color. Me hice una coleta alta y me disponía a salir, cuando en ese momento tocaron la puerta; al abrirla, me encontré con Ayato.
—¿Que pasa? Es muy temprano —Le dije con una cálida sonrisa.
—Reiji dice que bajes a desayunar —Dijo desanimado
—No sabía que seguían horarios humanos.
—Si...
—Se que estas mal por Yui, pero no se fue para siempre. Volverás a verla —Afirmé segura de mis palabras.
—¿Como lo sabes?
—Te doy mi palabra. Basta de temas tristes, y bajemos antes de que el otaku de las vajillas se enoje.
Me dedicó una leve sonrisa y bajamos con dirección al comedor.
—Hasta que llega —Nos regañó Reiji.
—No frunzas tanto el seño, o te saldrán arrugas.
—Que graciosa —Dijo de manera sarcástica.
Fui a la cocina a buscar agua ya que en la mesa no había. Cuando abrí la heladera, unas molestas y desagradables náuseas se hicieron presentes; empecé a ver doble y creí que me desmallaría, pero después de unos segundos el mareo desapareció tan rápido como había llegado. Esto era una señal de que no aguantaría mucho más, así que inventando una tonta pero creíble escusa, salí al jardín de la mansión.
Antes de venir a este lugar, lo estudié en detalle. Conocía cada habitación y pasillo. Ningún cuarto secreto se escapaba de mí, y al igual que había estudiado la mansión por dentro, también la conocía por fuera. Había memorizado todas las salidas posibles, e incluso encontré una falla en uno de los alambrados, lo cual hacia fácil el acceso al bosque.
Después de caminar unos metros, llegué a un lugar con una gran concentración de árboles, dándome a entender que lo que buscaba estaba del otro lado, y tal como había previsto, una rama de uno de los tantos troncos, estaba lo suficientemente baja como para alcanzarla, y el final de esta se inclinaba hacia arriba, haciendo fácil el acceso al bosque.
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Segunda Víctima - Diabolik Lovers [Editando]
FanfictionMegumi Akashima, si es que ese es su nombre. Amor Desilusión Secretos Revelaciones Mentiras Felicidad Y tristeza Son algunas de las cosas que ella deberá enfrentar. ¿Cuánto crees que una persona sea capaz de esconder? ¿Cuántas cosas hay que tener e...