Era un día como todos; yo estaba tirada en la calle, en un colchón viejo y gastado, pero no molestaba ya que por lo menos tenía un lugar donde acostarme. Me senté y me alejé un poco para ir a pedir dinero, como siempre, no conseguía mucho, pero bastaba para comprarme algo para alimentarme. Compré un poco de comida, una botella de agua y me atragante con todo por el hambre que tenía. Luego de eso volví a mi mugriento colchón y dormí una siesta.
Al despertar estaba en un lugar desconocido a mis ojos, era horrible. Estaba oscuro pero se podían distinguir un montón de tuberías, caños y válvulas. Las paredes eran grises, estaban algo rotas y desgastadas, no sabía dónde estaba ni como llegué acá.
Al rato apareció un chico, muy bien vestido, al contrario mío. Le pregunté:-¿Quién eres y por qué estoy acá?
El chico sonrió con superioridad- Me han informado que usted es la muchacha más bonita del pueblo. Pero creo que se equivocaron de persona, usted está toda sucia.
-Si, ¡soy pobre, idiota! Por si no te habías dado cuenta, estaba durmiendo en mi colchón en medio de la maldita calle.
-Yo no lo sabía, mi sirviente te ha traído aquí.
-¿Sirviente?
-Sí. Soy el Príncipe Felipe.
-¿P-PRINCIPE?
-Sí, ¿cómo que no me conoce?
-No.-lo miró mal- No me cambies de tema, ¿por qué me trajiste acá?
-Tengo que contraer matrimonio con alguien y... -se acercó a mi- me dijeron que eres la más bella del pueblo.
-¿Y eso que tiene que ver?
-Yo quiero casarme con la más bella para que todos me envidien.
Pude notar como se acercaba para intentar besarme y de la nada mi pelo empezó a brillar e hizo que lo lanzara lajos de mi como si de una fuerza invisible se tratase.
Me quedé reflexionando unos segundos para saber si estaba soñando y volví a la realidad, viendo como Felipe se levantaba del suelo. Reaccioné con rapidez y al ver que cerca de mi habían unas tijeras, corté las sogas que me sostenían y salí corriendo fuera de allí. Al salir de ese horrible sótano lleno de cañerías, me dí cuenta de que estaba en una especie de... ¿castillo? Me dí la vuelta y noté que el Príncipe me perceguia. Corrí por muchos pasillos hasta llegar a lo que parecía una salida. Me escondí entre los árboles para tratar de despistarlo, lo cual logré y de ahí seguí corriendo hasta encontrar a alguien que me pueda ayudar ya que no podría volver a mi amado colchón♡ porque sino me encontraría fácilmente.
En el medio de mi caminata me encontré con una pequeña casita. Toqué la puerta y me abrió un chico de pelo blanco y ojos celestes. Sentí como un cosquilleo en la parte de mi pecho que nunca antes había sentido. Lo miré embobada hasta que él me habló.
-¿Quién eres?
-Eh... me llamo Shirayuki.
-¿Y que haces aquí?
-Estaba buscando a alguien que me ayude... me acaban de secuestrar y he podido escapar de él.
-¿De quién?
-Del Príncipe Felipe.
Él se llevó la mano a la frente y suspiró cansado- Ese idiota...
-¿Algún problema?
-Es mi primo... y me he enterado de que tendría que casarse con alguien -suspiró- él dijo que quería a la más bella del pueblo... no pensé que su brillante plan para conseguirlo sería secuestrarla. Ven, pasa. Te presentare a los demás.
[FIN DEL EPISODIO 1]
Hola esta es mi primera historia espero que les guste mucho, el siguiente episodio lo tendran en unos dìas ¡chau!
ESTÁS LEYENDO
Red Hair Girl - Akagami No Shirayuki-hime
RomanceEn un pequeño pueblito había una chica pelirroja, nunca antes visto ese color de cabello. Ella era pobre y gracias a ello vivía en la calle. Un día, un chico muy bien vestido se cruzó en su camino y las cosas se empezaron a complicar más en su vida...