5. Cálida Sonrisa.

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Los días habían pasado de una forma relativamente lenta. La intriga y la preocupación eran los sentimientos que caminaban de la mano junto a Daryl desde que Carol quedó inconsciente. El cazador no veía la hora en que ella despertara para poder, de una vez por todas, decirle lo que sus verdaderos sentimientos dictaban. Sin embargo, todo parecía tan lejano... Que ella despertara parecía un sueño lejano, uno que el Dixon esperaba que se convirtiera en realidad y no que quedara como eso, un simple sueño.


Suspiró con pesadez. Una semana había pasado desde que su compañera había llegado al Reino, una semana desde que ella había entrado en ese estado de inconsciencia. Una maldita semana. Y no había señales de que Carol pudiera o no despertar pronto. Los doctores simplemente decían que ella se encontraba en un estado de debilidad, y que para poder despertar debía de descansar y serle administrado suero de forma continua, pues a según, eso le ayudaría.


Quiso ser una especie de superhéroe, donde pudiera rescatarla de ese estado y así traerla de vuelta a la realidad. Se rió irónicamente de sus palabras. En esos días no existían los superhéroes, sólo existían sobrevivientes. Le dolía verla así, y lo admitía. Quería verla despertar de una vez por todas.


- Daryl - le llamó Rick, quien se asomaba por la puerta de la habitación -, ven conmigo un momento, por favor.


El cazador asintió, se levantó del asiento donde estaba y le dio una última mirada a la Peletier antes de salir del lugar. Siguió a su amigo hasta el exterior de las estructuras, donde allí se encontraron ambos con el líder de dicha instalación.


-Daryl, Ezekiel y yo hemos hablado acerca de la situación... y hemos llegado al acuerdo de que la mejor opción, en estos momentos, es trabajar juntos. Unir nuestras fuerzas. - Explicó. - Sin embargo, nuestras dos comunidades no lograrían hacerle frente a Negan... Así que hablamos también con las personas de Hilltop para trabajar juntos, y finalmente han accedido. Seremos todos nosotros contra el maldito de Negan y su grupo.


-En otras palabras... - habló esta vez Ezekiel - será una guerra.


El Dixon tragó pesado, lo que se avecinaba no iba a ser nada sencillo y eso él lo sabía. Todos lo sabían. Pero era una decisión que tenía que tomarse a pesar de las consecuencias, pues nadie quería simplemente aceptar el mando que Negan quería tener sobre todos.


-Me parece una buena idea, Rick. - Comentó el cazador sin más, realmente no tenía muchos ánimos. Su compañero sólo asintió y le dio su espacio, pues él sabía el motivo del por qué Daryl no estuviera en su mejor momento.


Así pues, el de melena larga asintió en señal de despedida y se marchó del lugar hacia los exteriores del Reino. Quería despejar su mente, relajarse y olvidar todo por, al menos, cinco minutos. Caminó por el bosque hasta llegar a un pequeño río que continuaba su camino mucho más adelante, en dirección a Alexandría. Allí, se sentó al pie de un árbol que le brindaba una agradable sombra y una brisa fresca. Respiró hondo y exhaló lentamente.


Esto era lo que necesitaba, olvidarse de los problemas por un maldito momento. Cerró los ojos y escuchó el sonido que emitía el río al seguir su curso; las pocas aves que pasaban por el lugar y lo llenaban con su canto, sentir el viento sobre su piel... Realmente era algo que Daryl necesitaba en estos momentos.

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