Epílogo

1.2K 71 17
                                    

Había pasado exactamente tres semanas desde que Carol había despertado y las cosas no podían marchar mejor, entre lo que se podía decir "bien". La noticia de la recuperación de la mujer se expandió rápidamente por Alexandría y Hilltop, ocasionando que regularmente personas de dichos lugares fueran a visitarla para saber su estado de salud.

Para Daryl, el verla a ella de nuevo sonreír, el ver sus ojos celestes abiertos y llenos de pureza, el verla hablar, moverse; el verla viva, lo ponía de un muy buen y raro humor. Aunque para muchos el verlo tan animado le parecía extraño, para sus compañeros le resultaba satisfactorio el ver la felicidad del Dixon.

Carol se había ido recuperando poco a poco, pues la etapa más difícil del asunto era que ella despertara. Si ella lograba despertar, y si para el día siguiente las cosas seguían igual, entonces sobreviviría sin problemas; ambos objetivos habían sido cumplidos ya por ella. Así que se encontraba, prácticamente, fuera de peligro. Un hecho que le quitaba un peso de encima a muchas personas.

Exactamente ese día era cuando le darían de alta en el hospital y entonces podría volver, finalmente, a su hogar: el lugar donde pertenecía. Obviamente, este era la mejor noticia que habían recibido desde la desgraciada noticia de la muerte de Glenn. Muchos simplemente trataban de evitar el tema sobre aquella tragedia, y aunque Maggie aún le dolía en el alma el haber perdido a su amado esposo, ya esbozaba sonrisas y risillas de vez en cuando, y ella se encontraba feliz por la recuperación de la mujer que era como su madre.

A primera hora las enfermeras aparecieron en la habitación donde Carol reposaba, hecho que despertaría a Daryl –quien se había quedado a dormir con ella desde que había despertado- y le notificarían de la salida de la mujer. El cazador sonrió finalmente ante esto y dejó a su compañera descansar, pues aún era muy de mañana. 

Un par de horas más tarde se llevaron a cabo los procesos para que la Peletier pudiera volver a Alexandría si ninguna controversia, y así se realizó exitosamente. Al llegar a su destino, los habitantes de dicho lugar corrieron a recibirla con una de las mejores sonrisas que podían tener en ese momento. Esto le resultó a la mujer algo muy gratificante, pues nunca esperó el obtener un recibimiento tan cálido como lo sintió. 

Carol fue llevaba a la casa donde vivía antiguamente. Allí le acomodaron su habitación y algunas cosas de la vivienda para que no tuviera que esforzarse demás en los quehaceres del hogar. Además de eso, le habían prohibido realizar su rutina mañanera que acostumbraba hacer, pues aún debía mantener reposo. También, le fue enviado Daryl, quien viviría con ella hasta que se recuperase del todo. El Dixon insistió personalmente a Rick para que éste accediera a su petición, y luego de ver la emoción que emanaba de su compañero, simplemente no pudo negarse, pues la mujer no podría estar sola debido al caso de que ocurriera algún imprevisto.

Al inicio fue un poco incómodo para Carol el adaptarse a este nuevo "estilo de vida", pues había vivido sola la mayor parte del tiempo en Alexadría –omitiendo el último tiempo que vivió con Tobin-, y el tener a alguien con ella allí se le hacía extraño. Pero al tratarse de él, se sentía segura y, realmente, ese hecho no le molestaba en absoluto; era más bien lo contrario, se sentía alegre de poder compartir más con Daryl y aprovechar todo el tiempo que se había desperdiciado.

En la noche de ese día, el cazador decidió en cocinar algo para él y para su compañera, a pesar de los intentos fallidos de ésta para hacerla ella. 

—Daryl, vamos, la puedo hacer yo —comentó la susodicha apoyándose de la encimera de mármol de la cocina —. Realmente no me molesta.

—No —sentenció—. Debes reposar. — Carol sólo bufó en forma de burla.

SalvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora