𝐄𝐥 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨
Adrien Agreste, un joven modelo; hijo del diseñador de modas más famosos de todo París; y portador de una de las joyas más poderosas de todo el mundo: el miraculous de la destrucción. Ese mismo que ahora corre desenfrenado entre las calles de una oscura ciudad que apenas es iluminada por algunas luces. Sabía que algo lo estaba persiguiendo, solo que desconocía que era ese "algo"; ni siquiera recordaba cómo llegó hasta esa situación o hacia donde estaba corriendo. Se detuvo en seco al llegar a un callejón sin salida donde entre la oscuridad pudo ver un hombre bloquearle la única manera de regresar.
—¿Qué es lo que quieres? —Su transformación estaba sobre él, aunque no recordaba haberla invocado.
—¿No es obvio, gato mugroso? Ya tengo los miraculous de Ladybug, ahora solo necesito el tuyo. —Dio un paso al frente con una voz macabra.
Al salir de esa penumbra pudo verse con más claridad que se trataba del mismísimo Hawk Moth. En esa oscuridad del cielo nocturno la sonrisa del villano centelleaba con tanto gozo que le hizo sentir nauseas al pensar en algo como eso, sensación que se hizo más intensa al ver su mano notando que tenía dos aretes rojos con un líquido pardo—rojizo de presunta naturaleza sanguínea en ellas. Sangre.
—¿Qué le hiciste? —Su corazón se aceleró producto del miedo.
—Pues, cuando decidiste abandonarla, se volvió una presa fácil de cazar. —Otro pasó hacia él.
—¡Te voy a matar! —No lo pensó ni un segundo y salto sobre el hombre con ira.
Justo antes de tener algún contacto físico, el entorno, antes oscuro, cambio. Ahora estaba rodeado por casas destruidas y escombros por todos lados; la torre Eiffel estaba en el suelo y se podían ver incendios por todas partes.
—¿Q-Qué está pasando? —No tuvo tiempo de procesar toda la información.
De pronto, en su mente comenzaron a aparecer imágenes frenéticamente que le eran difíciles de comprender. Vio a Ladybug, también se vio a sí mismo; estaba Hawk Moth y podía escuchar gritos de personas.
Repentinamente abrió sus ojos incorporándose en su cama con la respiración sumamente agitada y el corazón como el de un colibrí. Miro a todos lados notando que estaba en su habitación y fue cuando entendió que se había tratado todo de un sueño. Experimento una sensación de alivio muy grata, su vista se situó sobre el reloj notando la hora y pudo respirar al fin.
—¿Paso algo, Adrien? —El kwami negro, quien había estado dormido.
—No, solo tuve un mal sueño. —Llevo sus manos a su rostro tratando de calmarse.
—¿Viste algo en especial? —Pareció preocuparse.
—¿Algo en especial? ¿A qué te refieres con eso? —Sorprendido por su tono.
—No, olvídalo ¿Iremos a la escuela? —Cambió el tema radicalmente.
—Si, ya es tarde. —Colocándose de pie.
▼▼▼▼
Mientras tanto, en una panadería algo alejada; una parisina estaba aún roncando, al mismo tiempo que su reloj despertador retumbaba incesantemente demandando que ella se levantara.
—Mmm —Con su mano apagando el sonido.
—¿Marinette? Tenemos que irnos —La kwami jalando uno de sus mechones de cabello.
—Aún tengo sueño. —Se incorporó despacio.
—Eso no es raro en ti. —Rió volando hacia la mesa donde se sentó.
ESTÁS LEYENDO
Destino en Juego [Miraculous Ladybug and Chat Noir]
Fanfiction𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞𝐜𝐭𝐚𝐬 𝐞𝐬 𝐢𝐧𝐞𝐯𝐢𝐭𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐬𝐚𝐬𝐭𝐫𝐞. 𝙻𝚘 𝚑𝚊𝚗 𝚛𝚘𝚋𝚊𝚍𝚘, 𝚎𝚕𝚕𝚘𝚜 𝚕𝚘 𝚝𝚒𝚎𝚗𝚎𝚗. 𝙹𝚞𝚜𝚝𝚘 𝚋𝚊𝚓𝚘 𝚎𝚕 𝚛𝚊𝚍𝚊𝚛 𝚢 𝚎𝚗𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚊𝚛𝚕𝚘 𝚜�...