3. Dando el primer paso.

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Gale y yo vamos camino a casa del alcalde para poder darle las fresas que recolectamos para el. También he decidido cazar unas cuantas ardillas ya que sé que al panadero le gustan y necesito una excusa para poder ir y dar el primer paso.
-Gracias- dijo Madge, la hija del alcalde, con una sonrisa en el rostro hacia Gale. Fue la voz de la chica y el leve sonrojo de mi amigo lo que me jalo a la realidad.
Ni siquiera noté el transcurso del bosque a la casa presidencial, iba demasiado perdida en mis pensamientos.
-Por nada - respondió rascándose la nuca evidentemente nervioso.
Nos dimos la vuelta y nos dirigimos a la zona comerciante.
- Si no te conociera diría que piensas que es linda- dije más divertida de lo que esperaba.
-Si no te conociera diría que te olvidas que hace poco te confesé mis sentimientos y ahora crees que en nada de tiempo me interesaré en ella , es la hija del alcalde , jamás estaría con ella y jamás estaría conmigo.
Esa revelación me hizo un dolor en el estomago , tenia razón. Aunque causo que me diera cuenta de lo oprimido que mi amigo se sentía con la hija del alcalde o con cualquiera que no viviera lo que nosotros, es cierto, fuera quien fuera tenía que participar en la cosecha si vivias en los distritos, pero a lo que Gale se refería es que ni ella ni las zonas más privilegiadas en el distrito tenían que pasar hambre. En cambio si vivía en la Veta, la parte más pobre , tenias que luchar por sobrevivir , trabajando en las minas todo el día y llevando migajas para comer, sin tener otra opción para sustentar a una familia.
Nunca había pensado tan a fondo en eso , supongo que con el tiempo las personas se resignan a vivir del modo en que lo hacen , aceptando las sobras que el Capitolio nos dejaba conservar para a penas sobrevivir.
Pero si todo mi sueño fue real ... todo lo que estamos pasando será diferente.
-Creo que será mejor que me vaya , prometí llevar a Rori al quemador por primera vez.
Me hizo sonreír eso , recordé la primera vez que lleve a Prim al quemador estaba tan asustada como yo cuando fui con mi padre , realmente era un lugar obscuro , pero qué se podía esperar de un mercado negro , con el tiempo en vez de parecerme tenebroso se convirtió en un lugar acogedor.
-De acuerdo.
Cada uno tomó su camino y yo una bocanada de aire cargada de valor , preparándome para lo que estaba apunto de hacer.
Al entrar pude oir la campana y oler el delicioso aroma a pan recién hecho.
-Buen día, ¿En qué puedo ayudarte? - dijo cortésmente el panadero.
- Ah , bueno, yo ... cace unas ardillas , no se si quiera algunas.
-Claro- dijo dando un vistazo rápido al interior del local- iré a buscar el pan.
Salió rapidamente y me dio dos grandes hogazas de pan a cambio de tres ardillas.
- No creo que este haciendo un trato muy justo.
-No creo que importe , un trato es un trato - dijo con las mejillas sonrojadas por el trabajo y una amable sonrisa.
- Gracias...
Estaba dirigiéndome a la salida cuando simplemente dije sin pensar en lo que hacía.
- ¿Estará Peeta? ...
Pude ver la sorpresa y al mismo tiempo alegría en su rostro combinadas en un graciosa expresión.
- Por supuesto , lo llamaré en seguida- no pude evitar sonreír ante la mueca en su rostro y hacer una leve inclinación con la cabeza para agradecerle.
Entro a la parte de atrás y se escuchó el mover de unas ollas, cucharas, susurros y algo de alboroto.
- ¿En qué puedo ...? , Katniss - dijo con sorpresa , mirandome a los ojos y haciéndome sentir algo que nunca había sentido.
-Hola , Peeta - dije sonriendo , ¿Qué diablos me pasaba, desde cuándo era tan dulce y amigable?
- Me sorprende que me busques e incluso más que sepas mi nombre- dijo mirando al suelo, podía notar su nerviosismo y lo rojo que estaba.
- Peeta hemos ido juntos en la escuela desde el primer año.
- Creíque nunca te habías percatado de mi presencia.
- Jamás podría hacerlo- podía sentir el color subir a mi cara y la débil sonrisa extenderse en mis labios , me digne a verlo a los ojos y pude ver la esperanza en su cara- pensaba que ... no se , si tu quieres podemos salir alguna vez- dije con las voz temblorosa, este chico causaba cosas fuertes en mi y ni siquiera lo había notado antes.
Se quedó callado examinando cada una de mis acciones , analizando mi rostro, clavando sus ojos en los míos y nadando en sus pensamientos.
-Sería increíble,bueno , yo , amm ... necesito comprar unos ingredientes para un pastel de boda más tarde , ¿Querrías acompañarme?.
- Por supuesto.
- Iré más tarde a tu casa, si te parece bien.
-... Te estaré esperando- con un vuelco en el corazón gire y caminé a la salida cuando su voz me detuvo.
-Katniss ...- dijo suavemente
-¿Si? - el miedo me invadió , haciéndome pensar que se habría arrepentido .
-Gracias - pudo leer mi confusion porque continuó- por haberme hablado.
Sonreí y salí de la panadería.

Katniss Y Peeta una historia diferente. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora