En cuanto el último timbre sonó Felipe se acercó a Miguel.
-¿Vamos?- Dijo Felipe. A lo que Miguel se levantó y le dedicó una sonrisa.
Salieron del colegio a paso lento charlando, al parecer tienen más cosas en común de las que creían. En la puerta del colegio vieron a Estefanía hablando muy cerca con un hombre claramente mayor.
-Wow, esa chica no tiene límites- Dijo Felipe.
-Sí... Meterse con un mayor ¿Quién haría algo así?- Dijo Miguel algo nervioso.
-Como sea... Quiero agradecerte-
-¿Cómo? ¿Agradecerme? ¿Por qué?-
-Si, Miguel, gracias a ti pude dejar las drogas-
-Oh... Pues me preocupé mucho por ti y seguí insistiendo-
-Lo sé... Y gracias a ti tomé la fuerza para ir a rehabilitación... Cuando quería volver a hacerlo pensaba en ti y cómo pensarías de mí... Creo que fue ahí cuando me di cuenta de que me gustas-
-¿Lo hiciste por amor?-
-Se puede decir que sí- Dijo Felipe y Miguel sonrió.
Caminaron unas calles más y llegaron a una casa de tres pisos pero era algo delgada. Felipe usó sus llaves para abrir la puerta de la casa. Dentro de la casa la decoración y los muebles eran... Simples.
-¿Y tus padres?- Preguntó Miguel.
-No están- Dijo Felipe cerrando la puerta.
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Oh boy... A Miguel le va a doler (?)
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Dos asientos delante del mío
Short StoryMe da pena decirte esto, y sé que somos algo así como amigos. Pero quisiera que nos conocieramos mejor, porque eres muy lindo... -El chico de los lentes sentado a dos asientos detrás del tuyo.