4. El pasado en común

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Luxio acababa de decir a Peige que no tenia padres, eso fue un golpe bastante duro para los dos al escucharlo. Peige estaba segura de quedarse a dormir con él, lo que no quería era que se incomodara. Se estaban bebiendo el chocolate que Luxio hizo cuando Peige recordó que casi no se conocían. Luxio dijo que era un poco mas mayor que ella, que le encantaba la música y, obviamente, la lectura; decía que se le daba fatal dibujar y el deporte. Lo que mas le gustaban eran las cosas dulces como el chocolate. Fue el turno de Peige de presentarse. Luxio ya sabia su edad, a ella la enamoraba también la música, la encantaba investigar, lo que también era muy obvio, también la encantaba dibujar, así que le podría enseñar, y antes tenía un equipo de animadoras donde ella era la capitana. Lo dulce también la superaba así que agradeció infinitamente el chocolate. Luxio también la preguntó por la carta que le hizo pasar de ser una chica popular a una chica cualquiera, ella dijo que algo por dentro no la dejaba escapar y la decía que tenía que investigar la carta. El día siguiente era sábado y no se tenían que preocupar por la hora de irse a la cama y, como estaban aburridos, se pusieron de acuerdo para ver una película de terror.

Luxio se ocupó de hacer mas chocolate caliente y de coger un par de bolsas de patatas fritas mientras que Peige elegía la película. Cuando ella entró al salón para ir directa a la TV, se percató de una fotografía antigua colgada de la pared de un hombre, una mujer y un bebé que llevaba el collar de Luxio. Peige le preguntó si esos eran sus padres pero el respondió que seguramente fueran sus abuelos porque él no era tan viejo. Olvidaron el tema y se pusieron a ver "Silencio desde el mal". Esa película siempre le a dado muchísimo miedo a Peige, nunca la había podido completar. Había una escena que sabía que no podría ver y estaba a punto de salir en el vídeo, apretó con fuerza el cojín al que estaba abrazada y, como reflejo, se dio la vuelta del susto abrazándose a Luxio sin darse cuenta, él si se dio cuenta pero no se apartó, se dedicó a mirar a Peige abrazada a él con miedo, era tan sumamente mona, ese pelo despeinado, esa camiseta que la llegaba un poco mas arriba de las rodillas... Ella era, físicamente, mucho mas pequeña que el y verla como una bolita aferrada a su cuerpo, Luxio no pudo dejar de pensar en ella. Dirigió la mirada a la pantalla y un screamer hizo que él saltara abrazando aún mas a Peige pero ahora ninguno de los dos se dio cuenta.

Acabó la película Y se dieron cuenta que seguían abrazados pero esta vez fue Peige quien se sonrojó porque él ya se había dado cuenta antes, se miraron a los ojos pero inmediatamente desviaron la mirada avergonzados. Ya era muy tarde y tenían un poco de sueño así que fueron a dormir.

—Yo dormiré en el sofá.— A Luxio se le notaba lo incomodo que estaría al dormir solo en el sofá y Peige admitió que no quería dormir sola en una habitación que ni conocía así que acordaron dormir los dos en la habitación pero Luxio dijo que dormiría en el suelo y, aunque lo intentó, Peige no logró que durmiera en un sitio mas cómodo. Peige ya se durmió pero Luxio no lo lograba y se quedó observándola dormir.

Solo es un espejismo...  Decorus mirage...  Esta no es tu realidad...  Busca en tu pasado...

Peige estaba teniendo una pesadilla y Luxio la estaba viendo, en el momento en el que la tocó parecía mas calmada pero en el instante que se separó volvió a su estado agitado. Luxio no veía otra salida, estaba odiando verla sufrir y se tumbó con ella en la cama, abrazándola. Ella ya estaba mucho mas calmada y seguía dormida pero pasó una cosa muy extraña, los dos estaban compartiendo un sueño, un sueño donde estaban en un lugar desconocido donde la gente iba vestida de manera extraña como, victoriana. Peige y Luxio estaban allí, juntos, también estaban vestidos así, un instinto les llevaba a un orfanato y, en la entrada, colgados de la pared, se encontraban dos colgantes. Los cogieron al unísono y despertaron al instante.

— ¿Has visto eso? ¿Has tenido ese sueño?— Peige parecía preocupada.

—Si te refieres a uno donde estamos vestidos raro, vamos a un orfanato y encontramos dos collares, si, lo acabo de tener.— Luxio parecía mas que preocupado, desconcertado.

—He visto esos colgantes antes...— Dijo Peige dirigiéndose a su mochila.

—Claro, uno era el mio pero, y el otro?— Luxio la siguió hasta la mochila y vio sacar a Peige una libreta de bocetos.

Peige cogió la libreta y se volteó, al ver a Luxio delante suyo se sobresaltó y dejó caer la libreta esparciendo los dibujos por el suelo. Los dos se agacharon para recogerlos, Luxio fue mas rápido y los recogió mientras que Peige recogía la libreta. Comenzó a ver los dibujos, vio el de la bibliotecaria y se rió a carcajadas, siguió con el del hombre de la limpieza y se rió aún mas pero su expresión cambió a sorpresa pero con una sonrisa sincera en el rostro al ver un dibujo suyo con el paisaje de un río de fondo. Peige se sonrojó tanto que sentía arder sus mejillas, se giró y guardó la libreta en la mochila dejando sus dibujos fuera. Luxio, con los dibujos en la mano la abrazó por detrás e hizo que Peige se girara. Los dos estaban avergonzados, él por su timidez y ella por lo que acababa de pasar pero se miraron a los ojos y vieron un brillo especial en los ojos del otro, los de Peige cambiaron de un marrón rojizo a un ojo amarillo y otro rojo y los de Luxio pasaron de un azul y un verde a un amarillo y un rojo, parecía que saliera magia de ellos y se comenzaron a acercar mas y mas hasta que sus narices se rozaron y, acto seguido, sus labios. Ahora si eran conscientes de sus actos y no querían parar, Luxio la llevó hacia la pared sin separarse de ella hasta que puso una de sus manos en la pared, con tanta fuerza por el éxtasis que estaba sintiendo, que dejó un agujero, eso no les había separado, ni siquiera el hecho de que fuera una pared de roca maciza, del cuerpo de Peige salían unas luces rojas que les hacían flotar, a ellos y a los objetos que tenían alrededor. Separaron los labios para mirarse a los ojos y se dieron cuenta de que estaban en el aire, literalmente.

Espejismo (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora