5. Que?!

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Peige y Luxio se acababan de soltar, no sabían lo que acababa de pasar. Luxio se dirigió a la pared con el agujero y a su mano a la vez mientras que Peige se miraba las manos y lo que antes flotaba a su alrededor. Se miraron a los ojos y vieron como volvían a su color natural. Recordaron porque estaban allí y rápidamente Peige sacó el dibujo de su colgante.

Peige estaba lo mas nerviosa que podía estar una persona y, sonrojada hasta los ojos, se dirigió a Luxio para mostrarle el colgante. Cuando vio el colgante, Luxio se quedó petrificado, pasaron varios segundos de silencio en esa sala hasta que un ruido de pasos los interrumpió. Luxio insistía en que no había nadie en la casa y pensaron lo peor. Con valor, se acercaron a la sala de donde habían provenido los pasos pero no vieron nada. Es cucharon de nuevo un ruido pero esta vez no eran de pasos sí no que era de un objeto golpeando una ventana.

Había aumentado la tormenta que había fuera y veían algo obvio que hubieran ruidos. Cuando Luxio se giró de nuevo para ver la reacción de Peige al sonido de la ventana, se dio cuenta de que ella no estaba, se había esfumado. Miró por toda la casa pero no encontró ni rastro suyo, escuchó un tercer sonido, esta vez de la puerta. Corrió con la esperanza de que fuera algo relacionado con la chica pero lo que se encontró estaba fuera de su alcance. Una carta clavada con una flecha en la puerta.

Se apresuró a mirar la carta, ignorando todo a su alrededor.

"No esperaba ver otra unión de seres tan diferentes, mas bien, de especies enemigas, pero con una muchacha procedente de una mujer tan deshonrada, me esperaría cualquier cosa. Sí no me equivoco, esta misma noche acabáis de descubrir cosas que no entendéis, PODERES. Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad, no es cierto? Por suerte para mi todavía no habéis descubierto como usarlos a vuestro favor y eso me alegra. Si quieres recuperar a la chica, si quieres saber mas de tu pasado o, simplemente, quieres hablar de cosas que te perturban, puedes comunicarte conmigo, pero claro, con una condición... Antes de poder devolverte a la chica tendrás que venir a mi y aprender a usar tus poderes con los estupendos profesores que te daremos. A parte de ello también aprenderás sobre tu especie y sus valores. Tu camina y sabrás como llegar, tienes intuición, no?

Adiós, señor Wolfer."

Algo en el interior de Luxio se rompió. Especies? Es cierto que habían experimentado un momento extraño. Enemigos? No a notado nada sobre que fueran enemigos. Poderes? Tienen a Peige? Que la harán? Que se comunique con él? Aprender con él? Valores? Intuición? Señor Wolfer?

Nada tenía sentido pero a la vez tenía sentido todo. No sabía como afrontar tantas noticias de golpe ni tantas preguntas que se habían formado. Luxio empezó a meter un par de prendas de ropa, una camiseta negra y unos pantalones vaqueros. Escondió su colgante debajo del cuello de la camiseta que llevaba puesta, cogió unas llaves, puso la mochila en su hombro y se marchó directo al coche.

En lo único que podía pensar era en Peige y en lo que la podrían estar haciendo. Condujo hasta estar cansado y, en ese momento, unas grandes puertas de metal se abrieron ante el coche. No entendía que pasaba pero entró. Unos señores le guiaron hasta un despacho elegante con detalles y estanterías de madera, había un hombre contemplando la chimenea encendida al fondo de la sala.

El hombre no se giró hasta oír cerrarse la puerta. Luxio estaba muy desconcertado pero intentaba aparentar serenidad en vez de confusión, lo primero que hizo fue preguntar por Peige. El hombre,  con una voz ronca, le hizo otra pregunta.

—¿No tienes nada mas importante por lo que preguntar?

—Ahora mismo,  lo mas importante para mi es Peige.

—De acuerdo. La chica esta en un sitio mas alejado de aquí.  No podemos permitir que esteis juntos durante vuestro entrenamiento.

—¿Que entrenamiento? ¡¿Por que no puedo verla?!

Del cuerpo de Luxio empezaron a salir unas chispas verdosas y rojizas mientras que de sus uñas salían unas garras.

En unos segundos, lo único que salía de la boca de Luxio eran unos gruñidos que harían de cualquier macho pecho peludo una niñita llorona pero parecía que ese estado asustaba mas al propio Luxio que al hombre que tenia delante. Ese hombre ignoró su alrededor y se dispuso a llamar a alguien, en unos instantes, aparecieron los hombres que le habían guiado hasta ahí para llevárselo de nuevo, pero no a la calle. Sacaron una pistola tranquilizadora y le dispararon. Eso fue lo ultimo que vio Luxio.

Despertó en una habitación llena de libros y con un portátil en una mesa de metal, todo en esa habitación (menos los libros) estaba blindado para prevenir algo que no savia ni el propio Luxio que era. Se acercó a la mesa con un dolor de cabeza peor que con resaca pero intentó no pensar en ello mientras levantaba la pantalla del único aparato que le podría ayudar, pero nada...

Después de revisar todos y cada uno de los libros de la habitación, Luxio se dio cuenta de que solo eran libros de fantasía sin nada de realidad  pero un libro mas cayó de la estantería cuando Luxio la agitó por rabia. Era un libro azul con detalles en dorado que decía; "Hombres lobo, Brujas, Vampiros y mas..."

Fue al indice y vio un capitulo llamado "El amor no entiende de especies"  y comenzó a leer.

"Hombres lobo: Cuando un hombre lobo encuentra a su mate en otra especie puede tomar dos caminos.

1. Poder: En el momento de encuentro (sin conocerse) algo en el interior del dicho despierta queriendo involucrarse en cualquier tema en el que la otra persona este implicada y en el momento de la confesión de amor, despierta el hombre lobo de su interior y se envuelve de chispas verdes.

2. Muerte: Si el amor no es puro de parte de él salen chispas rojas en el momento en el que se acercan y la parte de hombre lobo de su interior muere dejando a un humano normal.

El camino que que toma no se elige y puede cambiar con el paso del tiempo, todo es posible..."

Espejismo (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora