novela laliter abre tu corazon ( Terminada)

Capítulo 89 - Garantía

Peter se impactó por completo... ¿Drogas?... ¿Drogas, drogas? Lali se obligó a subir el rostro y

mirarlo. Tenía miedo de la reacción de Peter y en un impulso lo besó. Él se sorprendió aún más si

es que era posible, le correspondió pero detuvo el beso rápidamente, la miró a los ojos y vio como

se cristalizaban lentamente.

-por si no me perdonas...

-La... tu... explícate mejor.

-Mis pastillas son muy fuertes, y bueno...

-¿pastillas? ¡¿tu consumes pastillas!?.

-¡Claro! Las de la migraña, te di un par intencionalmente.- Peter respiró solo un poco cuando

comprendió... Drogas = medicamentos.

-¿un par intencionalmente?- suavizó un poco más el tono de voz.

-solo una por vez....en total tres. En la casa del árbol, te la di mientras dormías, y cuando supe que

no te ibas a despertar te golpee en la cabeza con el palo y huí...- Peter levantó una ceja- si, es muy

inmaduro de mi parte pero me sentía mal Peter... yo no quería.

-yo te pregunté ese día si querías y me dijiste que si- le reclamó recordando que ese día tuvieron

relaciones sexuales.

-y así fue... pero después fue extraño... de repente se había repetido la historia de nuestra primera

vez y yo,... fui una tonta...- bajó su mirada.

-¿las otras dos?

-el día del cumple de Kika, cuando pasamos por la enfermería te la di, pero para que durmieras

tranquilo, no fue con otras intenciones...- él levantó una ceja – de verdad Peter, de hecho esa vez

nunca te la negué.

-La otra.- pidió para no caer en disyuntivas.

-¡Peter! Sólo la disimulé, no te la negué.

-dejémoslo así y continúa.- Lali bufó y siguió.

-la vez que te golpeó Benjamín... ahí tengo yo toda la culpa, me metí en tu cama en un ataque de

celos, de impotencia, ¡yo soy mejor enfermera que Marisol! y tu...

-hasta preparada fuiste.- bromeó con media sonrisa recordando que ella llevó preservativos.

-¡Peter!- lo retó y él rió

-es la verdad La, y no entiendo para que fingir que no pasaba nada, ¿Por qué negarlo?

-porque...- suspiró profundo y escondió su cabeza en su pecho- no te quería perdonar, no quería

admitir que a pesar de lo que pasó antes entre nosotros... superaste mi orgullo y me enamoré de

ti... que nunca te olvidé.- suspiró de nuevo y levantó su cabeza- era más fácil hacerte creer que

todo fue un sueño, por lo fuerte de las pastillas a veces hasta yo dudo lo último que hice antes de

tomármelas.

-estás loca- dijo sincero pero riéndose... era demasiado inteligente, y él que la subestimaba.

–igual aprendí mi lección... me... hizo meditar el hecho de que negaras que estuvieras conmigo la