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El hecho de qué hubiera 5 días festivos me entusiasmaba, pero no contaba con llevar 2 y medio tumbada en mi sofá sin hacer nada.
¿Trabajos? Los había hecho todos. ¿Estudiar? Había estudiado todo y además no era tiempo de exámenes. En ese sentido tenía todo hecho.

No tenía ni la más remota idea qué hacer, tan sólo me tumbaba a hacer zapping en la tele, ver alguna serie y comer.

- Me muero del asco.

Dije en voz alta y hablando sola. Decidí poner fin a mi aburrimiento y darme una ducha.

Cuando salí, me tiré delante del armario como unos 15 minutos para acabar poniendome unos jeans claros y una camisa informal. Me maquillé un poco y me puse el abrigo para salir a la calle.

No sabía a dónde me dirigía pero caminaba sin pensarlo.
Sorprendentemente, o no, acabé en la cafetería de Hyungwon.
Él me recibió con una sonrisa amplia y vino a tomar nota.

- ¿Lo de siempre?

- Exacto.

Hyungwon se encargó de toda la cafetería y cuando terminó se sentó enfrente mío.

- ¿Y esa sonrisa tan amplia? - me preguntó.

- Adivina quién me habló el otro día.

- No. ¿Jaebum?

Después del encontronazo que tuve en los pasillos con Jaebum, parecía como si nos buscaramos, mutuamente, y eso era lo que me hacía ponerme contenta. Muchas veces nos parabamos en los pasillos para hablar y siempre había alguna que otra mirada cómplice con sonrisa incluida en varios momentos. Sin contar el día que me pidió mi número. Vivía en una nube durante esas semanas.

- Me alegro mucho, ya era hora de que mostrara su interés en alguien que se lo merece. Eso y más.

Hyungwon se levantó guiñandome un ojo y se puso a atender a más gente que entró.

Al cabo de un rato, me despedí de él y me fui.
Iba dando vueltas por la ciudad y recordando los mini momentos relacionados con Jaebum.

Jaebum me gustaba desde hace 2 años y medio, todavía no recuerdo el por qué, pero era como la típica historia de siempre;

Chica se enamora de chico que está con todas menos con ella. Chico empieza a fijarse en chica y acaban felices.

Era estúpido pero el pensar en eso me hacía ponerme de un modo u otro contenta, y tampoco quería hacerme ilusiones de algo que era posible que no pudiera pasar.

Pasé a una tienda para comprar una botella de agua ya qué tenía la garganta seca y me encontré con Jooheon.

Tras el divertido encuentro al final acabé en un banco sentada con Jooheon.

- ¿Cuándo pensabas contarme lo de Jaebum? He tenido que enterarme por Kihyun. Estoy ofendido. - dijo Jooheon en un todo gracioso.

- Bueno - tome un trago de agua - pensaba decirte lo juro. Pero Kihyun es un bocazas.

Tras pasar un rato hablando con Jooheon nos despedimos, hubo un momento de la tarde en la que tenía unas inmensas ganas de preguntarle cosas sobre Changkyun, pero algo me impedía hablar de él.

Haciendo el camino para casa, sin querer queriendo, pasé por el parque por donde me encontré por primera vez con Changkyun, acompañado de Jooheon.
Sólo por si tal vez, o por casualidad, Changkyun estaba allí.

Conforme me iba acercando a la cancha, oía el ruido de un balón votar y mi pulsación se aceleró un poco. Me asome y pude ver a la persona que tenía tanta curiosidad por ver, Changkyun estaba allí solo, con el balón tirando a canasta. Hubo un momento en el que lo vi apoyarse en el palo de la canasta y apoyar la cabeza, pensé que tal vez estaba cansado hasta qué empezó a dar con su puño pequeños golpes en el palo.Hasta que entonces dio un puñetazo en seco y me asuste. ¿Por qué hacía eso? La cara de Changkyun no parecía ser muy buena en ese momento y tenía pinta de seguir, hasta que fue sentandose en el suelo poco a poco, entonces ni lo pensé y comencé a caminar hacia él.

Él empezó a meter su cabeza entre sus rodillas y me pensé dos veces el si hacía bien en ir.
Pero ya no había vuelta atrás.
Me senté a su lado y miré al frente.

- Hola.

Changkyun levantó su cabeza muy rápido y me miró algo sorprendido, tenía los ojos algo llorosos y sentí verdadera lástima.

- Hola. - me respondió Changkyun pestañeando rápidamente para evitar derramar alguna lágrima ligera.

- Hoy no te quitaste la sudadera. - dije lo primero que se me pasó por la mente, sólo pensaba que lo mejor sería distraerlo.

- Sí - rió algo tímido y me sentí algo mejor - hoy hace más frío.

Los dos nos quedamos callados mirando al frente. Changkyun de vez en cuando bajaba la mirada. Me quedé observando su mano, con la qué había golpeado antes al palo y la tenía bastante hinchada y roja.

Changkyun pareció darse cuenta y se tapó disimuladamente.
Para cambiar de tema se empeñó en acompañarme a casa. Era una situación extraña.
Durante el trayecto no saliamos de conversaciones cordiales, y me moría por preguntarle cosas sobre él, pero otra vez esa capa por llamarlo de algún modo, me lo impedía.

Al llegar a mi departamento, me acompañó hasta arriba ya que le pedí que subiera. Al principio él tuvo una reacción algo extraña pero subió y se quedó en la puerta algo tímido.

- Toma - saqué su mano dañada y puse una especie de gasa al rededor para qué no se le hinchara más. Changkyun me miró algo avergonzado y sorprendido para después esbozarme una sonrisa tímida como siempre, pero ésta vez era diferente - tú me prestas sudaderas y yo a ti gasas para la mano.

Changkyun rió y me dio las gracias para luego marcharse a su casa.
Cerré la puerta y me tiré al sofá pensando en quién sería y qué le pasaría a Changkyun. Cada vez sentía más curiosidad por conocerlo más a fondo.

hoodie →changkyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora