Maratón 3/3.
---------------------------------------------------
Desperté en mi habitación y con un dolor de cabeza terrible.
Me dolía hasta pestañear.
Salí de mi habitación y me encontré con Kihyun en mi sofá comiendo.
— ¿¡Qué haces aquí!? – yo misma me asuste del tono de mi pregunta porque rebotó en mi cabeza.
— Aihs, no chilles, mi resaca no es como la tuya pero tengo también – contestó – son las 3 de la tarde, buenos días.
— ¿Cuánto he dormido? – me sorprendí ya que nunca me había despertado tan tarde – y respondeme. ¿Qué haces aquí?
— Te traje aquí anoche. Llevabas una borrachera encima bastante importante y...
En ese momento corté a Kihyun.
— ¿Me emborraché mucho? ¿Hice el ridículo? ¡No me acuerdo de nada!
Kihyun rió y quise tirarle un cojín a la cara, primeramente porque me dolía la cabeza y él se reía muy alto y segundo, porque, ¿de qué demonios se estaba riendo?
— ¿De nada de nada? No me digas. – comenzó a reír aún más.
— ¿¡Qué pasa!? ¿Hice el ridículo con Jaebum?
— Bueno, amiga sientate.
Cogí una manta y me tape mientras me sentaba al lado de Kihyun con una preocupación notable.
— ¡Ya dime que pasó!
— Antes de nada, no me interrumpas – cogió aire y miró a su plato – bebiste, bailaste con Jaebum, bebiste aún más, bebiste otra vez, viste a Jaebum besándose con otra chica, te fuiste llorando al jardín de Mark, allí estaba Changkyun, también ebrio, entré y os estabais besando con un algo que me dio miedo interrumpiros.
Tenía que haber seguido durmiendo.
— ¿¡Qué!? – volví a gritar y Kihyun mostró dolor por su cabeza –¿¡Cómo que besandome con Changkyun!? ¡Estás loco! ¿Y Jaebum...?
— Te he dicho que no me interrumpas. El caso, estoy aquí porque si no llego a venir contigo, quién hubiera pasado la noche aquí no hubiera sido yo, sino Changkyun, y no durmiendo precisamente – noté como mis mejillas ardían y pasé una vergüenza terrible por lo que Kihyun estaba dando a entender – que yo estoy a favor, pero los dos estabais demasiado ebrios. No érais conscientes – de pronto me miró a los ojos y sonrió algo pícaro – ¿o sí?
— ¡Kihyun! – le empecé a dar golpes con el cojín. Pensé en ahogarlo pero...
Fui a darme una ducha y reflexionar sobre lo que me había contado Kihyun.
¿De verdad me había besado con Changkyun? No me acordaba de nada de eso, ni entendía cómo pudo pasar. O sí, los dos íbamos ebrios, por lo cual, se podía entender un poco. Pero, ¿y Jaebum? ¿Había bailado con él y después él se había ido con otra chica? ¿A qué jugaba? Tenía la mente demasiado oscura y llena de cosas.
Cuando salí de la ducha Kihyun había preparado algo de comer.
— Deberías alquilarme la otra habitación libre, soy todo un chef además. – me dijo mientras comenzaba a fregar algunos cacharros.
— Me lo pensaré.
Me preguntaba si Changkyun se acordaba de algo, o si no se acordaba.
Si últimamente mi relación con él era algo... Extraña, después de ésto no me quería imaginar que podía pasar.
Era una tradición –la cual yo no podía hacer porque normalmente, no estaba en Navidad– el pasar la tarde del 1 de enero en casa de alguien de los chicos, y cómo era mi primera Navidad aquí, a Kihyun se le ocurrió la brillante idea de invitar a los chicos a mi casa.
Estaba de acuerdo, porqué no. Pero mi nerviosismo iba en aumento conforme se acercaba la hora a la que habían acordado venir, porque, eso supondría que Changkyun viniese y no sabía si él estaba consciente de lo que pasó anoche.
Hubiera preferido que Hyungwon fuera el primero en llegar para hablar con él, pero desgraciadamente o afortunadamente Jooheon y Changkyun llegaron antes que él.
Kihyun me había dicho que Jooheon lo sabía también, así que mi plan era el hablar con Jooheon a solas sin ver antes a Changkyun.
Fue Kihyun quien abrió la puerta mientras que a mi me estaba dando un infarto por dentro.
— ¿Y Changkyun?
Oí como Kihyun le preguntaba a Jooheon y vi mi momento de gloria. Aun que me sentí bastante extraña al oír que Changkyun no venía. Tenía miedo por así decirlo de que no viniera porque sí se acordaba de lo de anoche.
— Ah, está hablando con su madre por teléfono. Ahora sube.
En ese momento sentí alivio al saber que había venido, pero con ello, sentí como si muchos duendes se mudaran a mi estómago.
Jooheon me miró por unos momentos y se quedó algo serio. No sabía ni qué decirle hasta que explotó en risas y me asuste por el cambio tan brusco.
— ¿Serás mi prima? – dijo entre risas – mi madre se alegraría.
— ¡Jooheon! – me queje – ¿Changkyun lo sabe? – pregunté con mucha rapidez por si aparecía en cualquier momento. Al ver la mueca que Jooheon hizo me puse en lo peor.
— Pues... – comenzó a mover sus manos – no lo sé. Creo que no.
— ¿Cómo qué crees que no? – esta vez fue Kihyun quien preguntó. Noté como sabía como me encontraba en esos momentos y eso me dieron ganas de abrazarlo.
— Pues no he hablado con él del tema, y él tan poco ha dicho nada. Sólo se queja de que le duele la cabeza.
— ¿Y nada más? – pregunté desesperada.
— ¿No te ha preguntado nada de ayer y no ha dicho que no se acordaba o algo parecido?
Jooheon negó con la cabeza y en esos momentos apareció Changkyun. Pasó y nos sonrió a todos. No notaba nada distinto en él. Me fijé en que llevaba la pulsera que le regale por Navidad puesta y eso provocó en mí una risa algo estúpida. Me miró y me preguntó que si me dolía la cabeza. Yo negué y el sonrió.
Cuando lo vi sonreír, noté como aquellos duendes se revolucionaban en mi interior, tal vez era sinónimo de que tenía hambre.
Cuando llegó Hyungwon, Kihyun se encargó de decirle que no dijera nada de aquel tema. Pasamos la tarde y parte de la noche jugando a juegos en la Wii y riendo tan normal. Como siempre.
Pero me sentía extraña respecto a Changkyun, sentía como mis nervios y aquellos duendes cobraban viva cuando me miraba.
Aquella noche, la pasé entera pensando en si Changkyun verdaderamente sabría algo, o no.
