Why You Love Me? ||Harry Styles||

Capítulo 26: Pesadilla

Sigue narrando Harry

Un pequeño dolor de cabeza se hace presente y despierto. Estoy en una habitación de hospital... No recuerdo lo que a pasado.

Las paredes son blancas como la nieve. A mi costado izquierdo se encuentra un sillón y en este esta Mamá recostada profundamente dormida.

Observo a él otro lado para contemplar a Jamie con los ojos cerrados como siempre... Pero un escalofrío pasa por mi al ver la cama... Totalmente vacía.

Nadie estaba recostado ahí, las sabanas blancas estaban totalmente ordenadas sin ninguna arruga presente.

Mi respiración se acelera y un nudo se instala en mi garganta cuando veo una rosa blanca acomodada en él centro de la cama y puedo prometer que esa rosa no estaba ahí hace unos momentos atrás.

Vuelvo mi vista hacia Mamá... Esta sentada con los codos apoyados sobre sus rodillas con la cara entre sus manos llorando y vestida completamente de... Negro.

Mi pecho se oprime dándome una sensación horrorosa, desesperante y asustada.

Las palabras no salen de mi, es como si estuviera mudo y no pudiera pronunciar absolutamente nada.

Mamá levanta la cabeza y me observa con ojos hinchados y rojos, me observa con una mirada cargada de pena y tristeza.

Lo lamento tanto - susurra cayendo nuevamente en un gran llanto - lo lamento muchísimo, esto es muy difícil.

Trato de hablar pero no puedo, como si un tapón estuviera en mi garganta sin permitirme hablar, pero sigo luchando por lograrlo y así mismo lo logro...

- ¿D-de que hablas Mamá?

Esto es horrible - murmura pasandose de larga a mi pregunta.

La puerta de la habitación se habre dejando ver a un entristecido Doctor.

Lamento mucho su perdida joven Styles, hicimos lo que pudimos y estaba a nuestro alcance, pero ya era demasiado - masculla el Doctor.

¿De que hablan? ¿Que esta sucediendo? ¿Donde esta Jamie? - pregunto alterado mirando a ambas personas.

Él Doctor lanzó un sonoro suspiro y comienza a decir-; La señorita Jamie a fallecido esta mañana.

Y hay todo mi mundo se viene abajo, puedo sentir como mi corazón cae en un abismo de dolor y se rompe en pedazos convirtiéndose en cenizas que se las lleva él viento. Mi pecho se retuerce con violencia y siento como mi cuerpo se torna frío como el invierno.

No - susurro con la voz quebrada hasta lo más profundo.

- Su cráneo se partió en pedazos y no sabemos como, los huesos se incrustaron en su cerebro provocándole la...

¡NO! - grito por él dolor arremolinado en mi pecho - ¡Esto no es real! ¡No! ¡Ella no esta muerta! ¡Ella esta bien! ¡Ella se quedara conmigo!

- Lo lamentamos mucho, hice todo lo que estaba a mi alcance.

- No, no, no, diganme que no es cierto, diganmelo por favor.

Las lágrimas salen sin ningún problema de mis ojos recorriendo mis mejillas libremente, siento como si estuviera muerto en vida, ya no quiero seguir, no sin ella, me quiero morir con ella, la quiero acompañar, no la quiero dejar.

Lo lamento mucho hijo - susurra mi madre envuelta en llanto también.

- No, por favor ¡No!

*

- ¡NO!

Me levanto agitado, una capa de sudor cubre mi frente humedeciendo la venda que sigue ahí. Rápidamente mi mirada cae bruscamente en la chica a mi lado y esta ahí. Sin abrir los ojos, pero ahí.

Sin importar nada me levanto de la cama, saco él suero que a estado incrustado en mi mano izquierda desde que llegué aquí y con pasos temblorosos me dirijo a su lado.

Me arrodillo a un lado de la cama y la observo con determinación.

Sigue aquí, no se a ido, no me a dejado, sigue conmigo. Ahueco mi mano izquierda en su mejilla y la acaricio. Se ve tan frágil, tan pálida, tan hermosa a pesar de todo.

Y ahí caí en cuenta, siempre me había gustado esta chica, nunca dejaba de tenerla rondando por mi mente, cuando me enteré a través de Niall lo que estuvieron a punto de hacerle, me puse muy mal, verdaderamente mal... Porque la quería, la quería como a nadie, ni siquiera a Kendall.

La necesitaba a mi lado siempre, esa pesadilla fue la peor de todas las pesadillas por las que he pasado siempre, la quiero, la quiero, la quiero muchísimo.

- Despierta linda, abre los ojos por favor, no me importa si aun me odias, solo quiero verte bien, ya con eso me encuentro bien... No me dejes, eres fuerte y valiente y se que puedes escucharme porque lo presiento y me siento un poco feliz por ello... Pero te necesito aquí Jamie, sin ti no soy nada, te lo pido... Porque... Te quiero.

Me levanto del suelo y la observo, una lágrima se escapa de mis ojos y se desliza por él comienzo de mi mejilla hasta que se resbala y cae en la mejilla de Jamie. La observo unos minutos de melancolía hasta que arrastro mi dedo pulgar por su fría mejilla limpiando mi propia lágrima que esta sobre ella.

Despierta - susurro.

Me acerco lentamente a ella y rozo mi nariz con la suya, a su fina nariz, ahueco mi mano izquierda nuevamente en su mejilla y me acerco más, hasta que puedo sentir como mi respiración choca en su boca y regresa hacia mi dirección, mi cabello se resbala hacia delante, haciendo que se cree como un tipo de cortina y que la luz descienda haciendo él momento mas bonito y triste a la vez... No la besaré, no puedo besarla en este momento, no cuando no despierta y cuando me tiene desprecio por lo que estuvo a punto de pasar por mi culpa, no soy capaz de hacerlo.

Alzo la cabeza dispuesto a marcharme a mi cama pero él impulso de que mis labios la toquen es demasiado fuerte, tentadora y necesaria y sin pensarlo dos veces, planto mis labios en su frente oprimiéndolos en la zona que esta vendada en un tierno, simple he inocente beso.

Vuelvo a observarla y fijo mi vista en sus largas pestañas, no se mueve, nada de ella lo hace.

Mis ojos se tornan acuosos y bajo la mirada a su mano, la mano en la que hace unos momento tomé y que fue precioso hacerlo.

Mi respiración se tranca en mi garganta al notar como su dedo índice comienza a temblar en señal de que esta tratando de moverse. Apresuradamente dirijo mi mirada en sus ojos, se están abriendo lentamente hasta que los encuentro... Están observándome, están abiertos... Ella a despertado.