×Shadow×《Daryl Dixon》

Capítulo 65: ×Realidad×

"¿Quién dice que los sueños y las pesadillas no son tan reales como el aquí y ahora?"

John Lennon

Narra Shadow:

Voy a la cocina y me sirvo un plato con cereales y leche. Me siento en la mesa y empiezo a comer, pero es como si no comiera, siempre hay más cereales. Un poco confundida, me levanto y voy hacia la sala. Wanda está sentada en el sillón besuqueandose con... ¿Pietro? ¿Qué? ¿No son hermanos? Salgo de ese lugar rápidamente y subo las escaleras. Friego mis hijos con las palmas de mis manos, me siento muy cansada, entro a mi habitación y cierro la puerta con el pie.

-Por dios!- grito y tapo mis ojos que comienzan a aguarse. Daryl arriba de Jessie, los dos casi desnudos, besuqueandose -Salgan!- les grito y se me escapa un sollozo, tan rápido se olvidó de mi?

-Que te pasa estúpida?- dice Daryl y se pone una camisa. Jessie al verme sonríe triunfante y sale de la habitación en ropa interior

-Por favor, vete- digo señalando la puerta, el ríe

-Porqué lloras?- no contesto y eso hace que el ría más -Qué? Sigues enamorada de mi? Solo fuiste un juego Shadow, nunca me importaste, no te das cuenta de que te usé para acostarme contigo y luego te dejé? Eres tan tonta- dice y ríe más, y más, y más. Siento que mis oídos duelen por escuchar su risa. Los tapo con mis manos a la par que lágrimas caen de mi cara

-Basta, por favor, basta...- susurro acurrucandome en un costado de la habitación

-Para ya!- me levanto de un golpe de mi cama, sentandome. Mi respiración está entrecortada. Levanto mis manos y las dos tiemblan, toco mis mejillas y están empapadas. Fue un sueño por suerte. Me levanto y me dirijo hacia el baño, por suerte es temprano aún, tengo mucho que hacer hoy. -Me veo para la mirada- digo al ver mi reflejo. Estoy pálida, con ojeras, y el cabello ni hablar, parece que no lo cepille hace años

-Si, estás para la mierda- pego un brinco

-Mierda Wanda, me asustaste- digo y río, ella me sonríe

-Es bueno verte sonreír- dice -Tuviste una pesadilla, no?- pregunta y yo asiento

-Que Daryl se acostaba con Jessie y me decía cosas... horribles- Wanda se acerca a mi lado y se recarga en la mesita, yo aún me sigo viendo al espejo

-Sabes que Daryl nunca haría eso, está muy arrepentido- niego varias veces -Si que lo está, yo soy el fantasma que lo escuchó a hablar, no tu- me señala con su dedo, yo le regalo una sonrisa

-No importa eso ahora, tengo que hacer cosas para la seguridad de Alexandria, en una hora serán las clases de defensa, y el grupo de excursión ya debió partir- ella asiente. Decidí hacer la clase con Rosita, ella va a ser de mucha ayuda, sabe defenderse y usar armas muy bien, no tanto como yo pero... ustedes entienden. Y el grupo será el que iba a ir el otro día, muy a mi pesar con Aiden y Nicholas como líderes. Pero es el hijo de Deanna, y cuando se lo dije se enojó. Si llega a pasar algo malo con mi familia, juro que no me importará que sea el hijo de nadie. Lo voy a matar y vamos a tomar el lugar. Hay que hacer todo por sobrevivir, no voy a dejar que mi familia vuelva afuera de estos muros  -Me voy a dar un baño para no verme tan mal- ella asiente y sale por la puerta -Wanda!- le grito y la mencionada se asoma -soñé que tu y tu hermano se besaban

Por dios! La cara que puso! Estalle en risas al verla, creo que nunca nadie me había mirado tan mal.
Wanda niega con una sonrisa y sale del baño.
Con unas risitas saliendo de mi boca aún, prendí la ducha y la regule. Me despojo de mi ropa y me meto a bañarme. Las gotas de agua se hacen presentes en mi piel al chocar con mi cuerpo desnudo. Si hay algo que siempre amé de ducharme, es que por un momento te olvidas de todo, si cierras los ojos sólo se puede escuchar tu respiración, tranquila, calmada, suave. No sientes otra cosa que las gotas rodeando tu cuerpo, para luego caer al piso e irse por las tuberías, llevándose consigo todo lo malo por unos momentos. Me siento en paz por unos segundos, que se transforman en minutos.
Antes del apocalipsis, odiaba entrar a bañarme, pero cuando lo hacía, no quería salir. Que estúpida que fui. Si hubiese sabido que ocurriría el fin del mundo nunca hubiese protestado por entrar a bañarme, es más, me hubiese bañado unas 5 veces al día. En estos tiempos con suerte te bañas una vez a la semana, pero si eres Daryl no te bañas durante años.
Mierda, Daryl, maldito hijo de puta. Tendré que hablar con el? Definitivamente no es algo que quiera ni me agrade. ¿Porqué simplemente no lo olvido y listo? Ah, claro, porque no quiero olvidarme de el, soy tan idiota, me golpearia un par de veces contra la pared por ser tan así, tan... yo.
Apago la regadera y salgo, me envuelvo con una toalla y voy a buscar algo de ropa. Pantalones de cuero negro, con una camisa verde suelta, mi chaqueta de cuero, y mis botas de siempre. Mis hachas en la espalda, mi arma en mi sostén, mi otra arma en la pierna, mis cuchillos en todo mi cuerpo, y por último mi collar con el cuchillo pequeño. Amarro mi cabello en una coleta alta, y salgo de mi habitación. Tendré que ir a buscar a Rosita a su casa, pero primero tengo que comer algo

-Buen día- digo sonriente al ver a varios del grupo desayunar en la mesa. Los de la excursión no están, supuse que no estarían, ya se fueron. Voy hacia la cocina y tomo unas galletitas y me voy a sentar con todos -Qué me cuentan?- me tiro en la silla y subo las piernas a la mesa

-Números- responde Carl riendo, yo ruedo los ojos, tonto, pero luego río. Empiezo a comer algunas galletas y levanto la mirada.
No me había dado cuenta de que Daryl también estaba en la mesa. Al verlo, cruza miradas con la mía. Sus ojos azules contra mis ojos. Arrepentimiento es lo que veo, angustia, tristeza. Mientras los míos reflejan enojo y furia, pero al mismo tiempo ganas de perdonarlo y correr a sus brazos. Sus brazos tan cálidos que me rodearon miles de veces.
Giro mi cabeza, terminando con nuestra guerra de miradas y me levanto

-Voy a dar la clase, si me necesitan estoy en el parque principal de Alexandria- y sin dejar que me respondan salgo de ahí