Armando

15 2 4
                                    

Paseábamos por Roma. Enero había llegado, así que pronto tendríamos que marchar a casa.

-Cielo, hay que regresar ya. El avión despega esta tarde. -Dije.

-Vale, no te preocupes, no me iré de aquí sin haberte dado de mi puntero láser, mi Armandín.

-Vale. -Sonreí.

Volvimos al hotel. Se hizo la magia de nuevo y nos vestimos, cogimos las maletas y nos dirigimos al aeropuerto.

Ya en el avión, saqué una revista y empecé a leer. Había perdido el miedo esta vez.

Una azafata empezó hablar por un megáfono.

«Queridos pasajeros, quisiéramos comunicarles que el avión ha sufrido un pequeño desvío y nos dirigimos en estos momentos hacia el mar Atlántico. Pero no se preocupen, el piloto y el copiloto se están encargando de desviar de nuevo el avión con destino a Alfanyanyan. Les informamos que se producirá un retraso de tiempo debido a este problema. Sentimos las molestias.»

Me puse nervioso. Jeffy me abrazó.

-Tranquilo, todo va a salir bien.

Me besó la frente.

-Vale. -Sonreí.

Pasaron unos minutos. Miré por la ventanilla, estaba atardeciendo, era bastante bonito.

-Mira el Sol. -dijo Mr. Jefferson- Bueno, no mires al Sol directamente porque te quedas ciego, pero mira el cielo y las nubes, es precioso.

«Queridos pasajeros, siento informaros que los pilotos no han conseguido llevar el avión de vuelta a Alfanyanyan. Honestamente, no sabemos con exactitud qué es lo que está fallando. Nos dirigimos al continente americano. Espero poder aterrizar en Las Vegas, en uno de esos bares de luces tan apasionantes y después ir a un casino para encontrar al hombre con más fortuna de... En fin. Disculpen las molestias.»

-Soñar es gratis, señora. -Dijo un pasajero.

Agarré la mano de Mr. Jefferson.

-Esa mujer sí que sabe soñar. -Dijo Jeffy.

-Tengo miedo. -Le dije.

-Tranquilo, todo está bien. Saldremos de aquí sanos y salvos y regresaremos a Alfanyanyan, intenta dormir.

Dormí.

Cuando desperté, la azafata habló de nuevo por el megáfono.

«Queridos pasaj... No, eso es muy repetitivo y llevamos ya bastante tiempo aquí. Señoras y caballeros, niños y niñas de todas las edades... No, eso suena muy espectacular. Amigos y amigas, nos adentramos en EE.UU. Hemos contactado con una base aérea y nos han dejado aterrizar. Así que pronto estaremos en tierra.»

-¿Lo ves? No pasa nada. -Dijo Jeffy.

-Es verdad.

Seguí durmiendo.

Por fin habíamos aterrizado cuando Mr. Jefferson me despertó.

-¿Mamá? -Pregunté medio dormido.

-Soy Jeffy, tranquilo.

Me acarició la frente.

-¿Dónde estamos?

-En Las Vegas, querido, en Las Vegas.

Detrás De Las Aulas, Armando FlautasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora