Armando

17 1 1
                                    

Los ruidos incrementaban.

-Jeff...

-Shh. -Interrumpió Mr. Jefferson.

Estaba muy asustado. Me agarré a él y éste seguidamente me abrazó.

Vimos una sombra que se acercaba por las paredes del pasillo. Entonces, la figura apareció, era una especie de humanoide pálido de piel y ojos enormes y oscuros, no tenía pelo e iba completamente desnudo.

-¡ATRÁS, SATANÁS! -Gritó Jefferson.

-POR AQUÍ NO VUELVAS MÁS. (Se recomienda leer con voz de Dross).

De repente, el ser comenzó a hablar.

-Buenas, terrícolas. Yo no venir a hacer daño, podéis tranquilos estar.

-J-Jeffy...

-Tranquilo, Arm. No sueltes mi brazo.

El humanoide respondió:

-Yo estar vigilando a vosotros durante el día y ver que científicos de aquí no ser. ¿Perdidos estáis?

-S-sí, nos hemos... Perdido. ¿Sabrías si hay alguna manera de regresar a nuestra casa? -Preguntó Jefferson.

-Claro, seguir a mí.

Nos miramos sorprendidos pero a la vez asustados, decidimos seguir al alien porque no teníamos otra opción.

Nos condujo a una sala enorme y una especie de nave gigante dentro, curiosamente en forma de platillo.

-¿Sabes pilotar eso? -Pregunté.

-Yo utilizar todos los días.

-Entonces... ¿Crees que puedes llevarnos a casa en eso?

-Supuesto por.

-Genial, muchas gracias.

Subimos al platillo, en unas escaleras muy futuristas... Todo en general lo era.

-¡ALTO AHÍ!

-Pero... ¿Qué? -Exclamé.

Oímos una voz que provenía de otro pasillo, nos alertó de que no nos moviéramos.

De nuevo apareció otra figura. Esta vez, nos resultaba familiar.

-Quedaos quietos o usaré mis armas nucleares.

-Tú eras... -Dijo Jefferson.

-Trump, Donald Trump.

Era el mismo al que vimos encerrado en las cápsulas. ¿Cómo habría logrado salir?

-No quiero extranjeros en mi país.

-Precisamente... Nos íbamos. -Dijo Jeff.

-Me da igual, habéis cruzado la frontera. Ahora no podéis regresar.

-¡Eso no tiene ninguna lógica!

-Claaaro que la tiene. Yo soy el nuevo presidente de los EE.UU. y puedo destruirte ahora mismo si me apetece.

-¿Ah, sí? Veremos quién destruye a quién.

Acto seguido, Jefferson sacó una espada láser de su bolsillo, la cuál era azul. Y Donald hizo lo mismo, solo que la suya era de color rojo.

Jeff trató de atacar, pero Trump fue rápido y logró pararlo.

-¡Vamos, Jeffy! Demuéstrale lo que vales. -Grité.

-Préparate para la pelea de espadas esta noche, Arm. -Dijo Jefferson en un tono sarcástico.

De repente, Donald aprovechó y le quemo parte del brazo a Mr. Jefferson.

-No te descuides, compañero.

-Madre mía, Willy. -Exclamó el alien.

Jefferson, furioso, preparó su espada de nuevo y logró clavársela a Donald en un costado. Trump gritaba.

-¡Me las pagaréis!

-¡Jeff, rápido! -Grité.

Corrimos hacia la nave. Finalmente, conseguimos escapar.

-¡Largáos, no os necesitamos! MAKE AMERICA GREAT AGAIN. -Escuchamos decir a Trump desde el suelo.

Detrás De Las Aulas, Armando FlautasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora