Always be my home - LS

5: "Time to pretend"

El lunes me presenté formalmente a la reunión. No fue gran cosa, de todos modos, sólo asistimos mi abogado, Simón y yo. Al momento de agarrar la pluma, sentí un gran escalofrío, como si mi mundo terminará allí. O bueno, una gran parte de ello.

Al final, a los días posteriores los viví de manera muy aturdida. No recuerdo mucho, es como si fuera un gran manchón en esta pequeña parte de mi vida. Quizá, mi cerebro hizo lo posible para olvidarme de esas noches tan tristes, en las cuales llamaba a Harry buscándolo por toda la casa; pero él nunca llegaba a mi auxilio.

Hasta que decidí que era hora de dar al mundo del espectáculo una noticia. A decir verdad, me sentía fascinado con todo lo que podía hacer, sólo por ser Louis Tomlinson; no importaba si era simpático o un mal hablado, todos me amaban y mis deseos eran órdenes para millones de personas. Exacto, amaba tener importancia, pero el precio del nombre era muy elevado.

Una de las causas por las cuales siempre peleé con Harry, es porque él era demasiado buena persona como para entender el placer que sentía al mandar a la gente. Muchas veces, intentó cambiarme, gastó muchas horas de su vida para aconsejarme, e incluso más de una cachetada me dio por ser tan soberbio, por creerme más que los que nos rodeaban. Pero no me importaba, no era mi problema que a él le pasaran por encima. Yo no iba a dejar que alguien intentase cambiarme por mi forma de ser, y no me importaba si era el amor de mi vida.

Bueno, como ya recalqué, tenía que buscar algún escándalo. El tema del bebé ya no era muy creíble, entonces decidí que era momento de una novia.

Me tomé el tiempo y contacté con una chica. Era morocha con ojos cafés y una tez bronceada. Eso si, tenía un cuerpazo como para volverme heterosexual. Su nombre era Molly, y según ella, se iba a largar como modelo se ropa interior (aunque personalmente, no creía que el peso le permitiera, ya que sus curvas eran muy marcadas). Acordamos una cena en un restaurant de prestigio en Londres. Se presentó puntual, con un vestido rojo, muy elegante. Por mi parte, quizá fui muy informal, con zapatillas deportivas blancas y el resto negro.

—Hola, Molly —dije sentándome en frente de ella—. Estás muy linda.

—Lo sé —respondió, coqueta—. ¿Ordenamos?

—Bueno.

Acto seguido, levanté la mano a un mesero que estaba atendiendo a otra pareja. El mesero que llamé,  fue hacía nosotros, dejando ver al par de hombres.

Pero no eran cualquier pareja. Era Harry, con un hombre. Lo peor de todo, es que se había cortado su cabello.

— Discúlpame pero tengo que ir al baño,  ordena por mi por favor.

—Pero...

Ya no escuché más, fui corriendo hasta la puerta y me encerré en un cubículo. Saqué mi celular y le hablé a Oliver por mensajes de texto.

"Hey, ayúdame. Harry está aquí "

La respuesta no tardó en llegar.

"No seas nena, Tomlinson. Enfrentate a él"

"Pero no puedo!!!!"

Desilusionado, volví a escribir.

"Está con un hombre"

"Pues, date el gusto de una dulce venganza"

"OK"

Iba a salir,  hasta que escuché la voz de Harry murmurar. Nuevamente, me encerré.

—No voy a escapar por la ventana, ¡estás loco!

No, no tendría porqué hablar de mí.

—Sí... es muy hermosa. Creo que no estoy a la altura... rojo.