2: "Love you goodbye"

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Estaba furioso, triste y shockeado. Un conjunto de emociones se apoderaron de mi cuerpo en ese momento.

Después de la patética despedida con Harry, decidí irme rápidamente a las oficinas. Según la llamada, todo lo de la misteriosa mujer rubia fue arreglado, o por lo menos eso suponía.

No tenía ningún sentido, pues entonces la farsa no estaba bien organizada. Si Simon quería arruinar mi vida, no lo estaba logrando, pues es imposible que la mujerzuela estuviera embarazada de tres meses, cuando supuestamente, aparecí por mi voluntad propia en su cama hace solo uno.

Decidí que eso ya no importaba, y esperaba ansioso ya el fin de toda esta mierda.

Hace rato ya no disfrutaba de lo que hacía, muchas veces me tomé el atrevimiento de envidiar a mi ex compañero de banda, Zayn Malik. Nunca fue una pieza importante, y para Simon solo fue útil cuando dio publicidad a otros proyectos. Es decir, nunca tuvo un papel especial dentro de lo que fue One Direction. Todo sabíamos, que desde el día que firmamos, que no todos tendríamos el mismo protagonismo. Ignorado por las fans, callado y tímido en algunos sentidos, sin una apariencia o personalidad extravagantemente atractiva y sobre todo, una voz tan desperdiciada.

Extrañaba mucho a Zayn, pero si hubiera tenido la mínima oportunidad que él tuvo, tomaría la misma dirección.

Después de años, me di cuenta que la fama y la fortuna no vale a comparación de no poder estar con el amor de tu vida. O la tan menospreciada privacidad. Cuando entraba a twitter, quedaba maravillado con tantas palabras de amor que me dedicaban, pero eran solo palabras al saber que estaban cegadas por el fanatismo, y que si supieran todas las cosas que he hecho, no quedaría nada que admirar.

A decir verdad, extrañaba tanto mi vida antes del contrato.

Hubiera podido quedarme reflexionando por horas, añorando volver a mi vida de adolescente, cuando ya llegué a las tan temibles oficinas. Durante años tuve miedo a todas las personas que trabajaban allí, por el solo hecho de que ellos tenían control de nuestra felicidad, cuando después solo evolucionó a odio. Odio, porque creen que el dinero y la publicidad valen más que toda la felicidad que el mundo puede ofrecer.

Estacioné el auto con paciencia, tenía que hacer tiempo. Quien sabe cuanto tiempo estaré encerrado allí, discutiendo y peleando por una libertad, que de a poco la iba a recuperar. Suspiré, enterré mi rostro en mis manos y pensé una vez más en Harry, ¿qué será lo que estará haciendo? Conociéndolo, quizá escribiendo y componiendo, solo Dios sabe todas las obras de arte que tiene en su diario viejo, que el mundo jamás será digno de escuchar. Miré el reloj, e iba ya con diez minutos de retraso, pero eso ya no importaba.

Rodeé toda la construcción para pasar desapercibido e ir hacía la puerta del callejón. No ganaba nada con eso, pues los paparazzis siempre saben donde estás, y las calles donde las grandes empresas se ubican son prácticamente su lugar de trabajo. Pero debía seguir las indicaciones de Simon, quiera o no quiera, nunca había lugar para protestar.

La espera era interminable, cada paso que daba en el laberinto de pasillos parecía como si estuviera acercándome a un juicio. Aunque sabía muy dentro de mí, era el principio de un final, donde traicionaría a millones de personas, donde me perdería a mí mismo.

Durante años seguí una farsa, si tan solo mi destino se apiadara de mí, podría obtener la tan ansiada libertad.

Llegué al fin, después de subir escaleras y atravesar puertas, a la oficina de Simon. Entré como si nada, preferiría hacerle saber que estaba indiferente, antes de que supiera que tenía miedo. Detrás de todo lo superficial que podría llegar a ser mi personalidad, siempre tuve esa esencia de inseguridad, nunca la pude superar, y solo se apagó un poco cuando lo conocí a Harry.

Always be my home - LSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora