Undertale: After (Human!Sans XFem! Frisk) [Editando]

Capítulo 3: Los hermanos "esqueleto"

Frisk caminó hacia delante,pisando la nieve blanca y dejando sus huellas tras de sí. Sentía el frío en sus manos ya que no poseía guantes.

Miró a su alrededor, habian unos grandes y largos pinos al costado del camino. Ella miraba impresionada ese lugar y se preguntó: "¿Cómo es posible que nieve en el subsuelo?" Simplemente no tenía sentido. Tal vez, nada más era un tipo de anomalía (Aunque eso sería demasiado extraño) o un tipo de magia. "Pero la Magia no existe, solo es un invento de personas supertisiosas" Pensó para sí misma. "Es algo para explicar lo desconocido aún por la ciencia".

Continuó su recorrido y pasó sobre una rama gruesa que se había caído de algún árbol. Frisk siguió caminando despreocupadamente hasta que escuchó unos pasos y el crujir de aquella pesada rama.
Ella rápidamente volteó.

No había nadie.

Frunció el ceño, confundida. Sentía una presencia. Era extraño ya que nunca antes habia tenido aquella sensación.
Siguió caminando y volvió a escuchar los pasos. Se volteó.

No había nadie.

Su corazón empezaba a latir de manera acelerada. ¿La estaban siguiendo? Tragó saliva y avanzó de manera más rapida.

Escuchaba esas pisadas tras de ella, pero cuando volteaba no había nadie. Corrió, mirando a los lados. Pero correr en la nieve no es buena idea, y cayó de rodillas en la fría nieve. Cerca de un puente de madera.

Sintió sus manos arder al tener contacto con el suelo y maldijo su suerte. Aquellas pisadas se detuvieron.
Tuvo la sensación de que una persona estaba atras de ella. Un escalofrío recorrió su piel. Quería voltear pero el miedo le impedía. "¿Será un ladrón? ¿Un asesino? ¿Un monstruo no inofensivo?" Esas preguntas inundaban su cabeza en vez de echarse a correr.

—Humana. ¿No sabes como saludar a un nuevo amigo? Giraté y dame la mano.

Al escuchar aquella voz masculina dejó de temer. Parecía muy familiar aquel tono de voz y aquellas palabras... Todo era como un deja vu. Se levantó y sin miedo alguno se volteó, estrechando la mano del desconocido.

Un extraño y gracioso sonido inundó el lugar. Un sonido de un gas. Ella pudo sentir en la mano del desconocido un cojín. "¿Cojín de pedos?" Se preguntó.

—Hehehe, la broma del cojín de pedos nunca pasa de moda.

La castaña miró al desconocido y para su sorpresa, él tenía forma humana.

La melena de aquel chico era blanca como la misma nieve, su tez era blanca y sus ojos eran de un color azulado. Traia una camiseta blanca bajo una sudadera azul, unos pants negros con rayas blancas a los costados. En sus pies traía unas pantunflas rosas.