Capítulo 5

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Hice mis maletas, me tardé 4 días en partir debido a varios encargos de Melissa, pero esta noche me iría a Glasgow, esta noche por fin tendría a mi hija en mis brazos. Sé que no me recordará y no me verá como madre, no espero que lo haga, solo quiero estar cerca de ella, no quiero que me odie, trataré de hacer las cosas bien y recuperarla sin causar daño alguno.


El camino a Glasgow fue un poco lento, estaba a solo un par de cuadras me baje del automóvil y caminé hacia la casa de los Grant, decidida toqué la puerta, me abrió un señor alto, rubio con ojos azules muy tenues casi grises, era el padre adoptivo de mi hija, al verme palideció.


— Mmm... disculpe ¿quién es usted?.

— El fantasma de la navidad - dije bromeando-. Necesitamos hablar.

Me hizo pasar, recorrí la casa con la mirada, se encontraba un poco vacía para mi gusto. Me senté en un sofá.

— Mi esposa no esta, ¿qué quiere? -dijo el hombre tratando de ocultar el miedo entre sus palabras-.

— Vengo por mi hija -dije con toda tranquilidad-. No les haré daño, solo la quiero a ella, yo no suelo ser así pero tómalo como agradecimiento por haberla cuidado.

— No puedo hacer eso, es nuestra hija también, todos estos años y ahora de la nada decide regresar por ella.

— Las cosas cambiaron, no puede negarle su hija a su madre.

— Mi esposa es su madre...

— ¡NO! -interrumpí gritando parándome del sofá-. No hay día que no piense en ella no sabe lo difícil que fue paro mi, ahora ella puede vivir conmigo así que no desaprovechare esta oportunidad. Mañana vengo por ella ya sea por las buenas o las malas, ustedes deciden, no piensen en huir porque los encontraré.


Salí de la casa y me dirigí al automóvil, ese hombre me hacía perder la paciencia y si me contenía, solo era por Zeth, y también porque no quería que mi hija me viera como la asesina de sus padres adoptivos.



Al día siguiente por la tarde me dirigí a la casa de los Grant, me baje del auto y me dirigí a su pórtico, toqué la puerta y no respondían, volví a tocar, al no escuchar repuesta pateé la puerta, la casa se encontraba tal como estaba el día anterior, entre en todas las habitaciones buscando a mi hija pero no la encontré. Regresé al auto, fui en busca de una computadora, la conecte en el servidor de la casa de los Grant para intentar rastrear sus movimientos, no habían utilizado tarjetas a su nombre, ni se habían hospedado en hoteles, tenia que encontrarlos, no podían estar por su cuenta, alguien debió haberlos ayudado. Me comuniqué inmediatamente con Zeth, tenía que ser él, no se porque no me di cuenta antes, ahora entiendo los encargos de Melissa, estaba perdiendo el tiempo con eso para darle oportunidad a Zeth.


—¿Devora?

— ¡ZETH! ¿QUÉ DEMONIOS HICISTE?, no puedo creerlo.

— Dev entiéndelo, ella está bien y feliz, no le quites eso.

— No Zeth, es mi hija, desde que no esta conmigo me falta algo, no sabes lo que sentí o mas bien no sentí, la necesito -dije entre lagrimas-.

        DevoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora