Capítulo 12

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Toda la noche... Absolutamente toda la noche permanecí velando su sueño. Me parecía tan increíble tenerla así; desnuda entre mis brazos, durmiendo plácidamente con una sonrisa, como si las preocupaciones hubieran desaparecido de su corazón por completo. ¿Cómo es posible que exista tanto amor para una sola persona? ¿Cómo es posible que mi corazón siga manteniendo ese ritmo frenético, por el simple hecho de tenerla a mi lado? Siempre he creído que en algún lugar del mundo, se encuentra la persona perfecta para cada ser humano. Algunas parejas son aparentemente ideales la una para la otra. Pero, ¿realmente, experimentan en su totalidad esa palabra tan grande? ¿Son conscientes, las miles de parejas que hay por el mundo, de lo que significa el amor? ¿Sienten todos, esto que yo siento en este momento y que sentí hace unas horas mientras la hacía mía?

Puede que no seamos la pareja perfecta, puede que no seamos ni siquiera una pareja... Puede que seamos dos personas completamente diferentes, con el mismo sexo y que para esta sociedad, no seamos ni una cuarta parte de lo que significa ser una pareja perfecta. Pero si de algo estoy segura, es de que esta mujer, sin ella saberlo, me enseñó lo que significa amar a alguien en toda su totalidad, como jamás pensé que mi corazón pudiera hacerlo. Demostrándome que el resto del mundo no importa. No importa lo que piensen, lo que hagan, lo que digan, lo único importante son los sentimientos que esta pequeña mujer, con alma de niña y yo, experimentamos mientras hacíamos el amor hace apenas unas horas.

–Me gusta cuando me miras así... –interrumpió aún con los ojos cerrados mientras acariciaba su rostro.

–¿Así como? –sonreí –Si ni siquiera me estás viendo.

–Pero te siento. Y sé cómo me estás mirando; como nadie me ha mirado jamás.

–Eso es porque nadie te ha querido como yo.

–Lo sé. –abrió los ojos por fin, consiguiendo que mi corazón diera un vuelco al ver ese azul brillante que tanto me fascinaba. –He estado tan perdida...

–¿Por qué dices eso?

–Porque me he pasado toda mi vida buscando al príncipe azul, sin darme cuenta de que siempre tuve a mi princesa delante y era lo único que necesitaba.

–Tú eres la que siempre dices, que los tiempos de Dios son perfectos, ¿no? Y que las cosas suceden cuando deben suceder. Quizás era este el momento y no otro.

–Si... Es curioso como siempre te he tenido en mi vida, de una u otra forma. Desde que tenías... ¿qué? ¿Dos años? Siempre, a medida que íbamos creciendo, nos volvíamos a encontrar, aunque no llegamos a conocernos realmente hasta mucho después.

–Desde luego nunca imaginé acabar de esta forma contigo, cuando te veía por los pasillos o nos tocaba trabajar juntas.

Permaneció observándome fijamente y en silencio unos instantes, mientras yo continuaba acariciando su cabello y poniéndome nerviosa por esa forma tan intensa de mirarme.

–Eres lo que siempre soñé Dul. Y no me refiero a mi media naranja, al príncipe azul o a esa pareja perfecta de cuento de hadas que siempre quise. Me refiero a que, anoche me hiciste sentir como nunca me había sentido... y descubrí lo que significa amar. Amar a alguien en toda su totalidad. Sé que no querías que te lo dijera aún, pero...

–Shh... –interrumpí poniendo un dedo en sus labios –Lo único que no quería, era ser una más de las personas que pasan por tu vida y crees enamorarte. Quería que amarme, significara para ti algo completamente distinto a lo que has vivido hasta ahora. Quería que sintiéramos eso que sentimos anoche y que cuando me dijeras, te amo, lo hicieras desde el fondo de tu corazón.

Ver Con El Corazón (Portiñon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora