1; Posesividad.
Nozomi salió de su habitación, verificando que no hubiera alguien. Por suerte no se encontró con nadie, así que casi corrió hacia la cocina. Se quedo viendo bastante tiempo unos dulces con aspecto bastante tentadores que había, pero los ignoró -o eso intento, no quería ser la nueva muñeca de Kanato-.
— ¿Qué haces?
Saltó del susto y miró al frente, Kanato la estaba mirando fijamente, y eso hizo que su cuerpo se tensara. Esas grandes ojeras lo hacían verse más aterrador de lo que era, y más ese aspecto aniñado que tenía.
Los inexpresivos ojos de Kanato observaron su mano, y Nozomi se felicitó interiormente por no haber tocado esos dulces que había.
«Kanato da más miedo cuándo tocan algunos de sus dulces...o a Teddy...»
Le murmuró algo a Teddy que ella no alcanzó a escuchar y se fue, no sin antes mandarle una mirada de desconfianza. Nozomi cerró los ojos y suspiró del alivio.
— ¿Qué hacías con él?
La ronca voz de Ayato sonó detrás de ella, y se dio vuelta para verlo; el pelirrojo estaba con el ceño fruncido y sus ojos oscuros. Lucía bastante aterrador al verlo apretar su mandíbula, Nozomi pensó que se le iba a romper.
— No hacía nada. — respondió ella a la defensiva. Conocía a Ayato, era su novio, y sabía que ese aspecto no era nada bueno. Y menos sí venía de alguien como él.
— ¡No me mientas! — gruñó.
— ¡No te estoy mintiendo! — le chilló ella dando un saltito donde estaba por el susto. Su hambre se le había ido y lo único que quería era irse de ahí lo más pronto posible.
«Y pensar...que todo fue por que tenía hambre...ahora mismo podría estar cómodamente en mi cama.»
— ¡Estabas con Kanato! — espetó el pelirrojo con desagrado —, ¡Tú me perteneces a mí!
— ¡Yo no te pertenezco! — gruñó ahora ella. Odiaba, odiaba muchísimo la posesividad de Ayato.
Era uno de sus imperfecciones.
Ayato se acercó a ella con el ceño fruncido por el enojo. Alargó una de sus manos y tomo un puñado de su cabello celeste. Nozomi soltó un quejido por lo bajo, aunque Ayato lo ignoro.
— Tú me perteneces, lo sabes. Toda tú me pertenece. — murmuró con voz grave y áspera—, Tu alma, tu cuerpo, tu sangre, tu corazón... Tu virginidad...
Las mejillas de Nozomi se acaloraron por el enojo y vergüenza que estaba sintiendo.
¿Cómo podía hablar de eso tan tranquilamente? ¡Pero claro, estábamos hablando de Ayato! El pelirrojo era un maldito idiota.
— Suéltame. — ordenó Nozomi. Ayato rió y la miró con burla, Nozomi se sintió ofendida por aquel acto.
Ayato la soltó, aunque con una de sus manos acarició su cuello de una manera lenta y suave.
— No te atrevas a decirme que no me perteneces. Esta marca lo comprueba.
ESTÁS LEYENDO
Imperfection.『Ayato Sakamaki』
Fanfiction❝-Amo tus imperfecciones. Amo cada parte de ti. No me importa si eres arrogante, Ayato. Yo te seguiré amando ❞ ✎Se prohíbe su copia y/o adaptaciones