Capítulo 10

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El joven secuestrador la ayudó a ponerse su capa, para pasar más desapercibida, y agarró su mano.

- agárrate a mí, ¿de acuerdo?- el chico de ojos ámbar la miró seriamiente y, ella sin entender nada asintió

Después de todo, sin nadie que la conociera a su alrededor o que pudiera ayudarla, debía de confiar en él. No muy segura y con un nudo en la garganta la pelirroja se agarró a su cuello con toda su fuerzas.

Él la agarró de la cintura posándose en el marco de la ventana.

- cuando grite "tres" saltamos, pelirroja- ella asintió

De repente, la puerta de la habitación se abrió de un portazo y el secuestrador esbozó una sonrisa:

- ¡tres!

¡De Ninguna Manera!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora