Capitulo 18

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Anudó su capa y cubrió su pelo además del brillo de sus ojos. Se colocó sus guantes y sonrió mirando a la princesa.

- No digas mi nombre, pelirroja - habló guiñándola un ojo.

Ella asintió. Pronto las luces de los faroles se hicieron presentes llegando dos hombres a su encuentro.

- ¡Ángel, Darious! - exclamó corriendo hacia ellos para abrazarlos, pero la mano de Arven la paró

- El dinero.

De la mano del más joven de los soldados salió volando una bolsa que el secuestrador cogió al vuelo.

La pelirroja corrió a abrazar al mayor mientras el se preocupaba por su bienestar

- No te preocupes, no me hizo na-

La lanza de Darious quedó a pocos milímetros de la garganta del moreno mientras aparecían más soldados.

¡De Ninguna Manera!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora