El camino a la casa fue demasiado incómodo, Harry no paraba de decir todo lo que me haría al llegar, lo mucho que me arrepentiría de haberme atrevido a intentar escapar por segunda vez. Estaba muy asustada no lo negaré pero intentaba hacerme la indiferente, no podía permitir que viera lo mucho que me afectaba.
–Llegamos, espero que estes lista para tu castigo –salgo de mis pensamientos y veo que ya estamos frente a la cochera ¿tan rápido llegamos?
Harry baja de la camioneta, rodea la parte delantera y abre la puerta de copiloto. Adentra su cuerpo para poder cargarme fuera del vehículo automotriz, mi corazón va a mil por segundo, siento la cabeza palpitando pero aún así me muestro dura y sin temor alguno. Justo cuando agarra mis muslos dejo salir un jadeo y comienzo a temblar levemente, ¿A quien engaño? estoy muerta de miedo.
–Harry por favor, te juro que será la última vez –digo mientras me toma en brazos.
–Polly cierra la maldita boca, no volverás a verme la cara de idiota –cierra la puerta del auto con la rodilla ya que tiene ambos brazos ocupados al sostener mi cuerpo.
Se abre paso a la entrada de la casa y abre la misma. Sube las escaleras a la segunda planta, con cada paso que da se que estoy más cerca a la condena que me espera. Cuando llegamos a su habitación tira mi cuerpo tal saco de patatas sobre la cama, se aleja un poco y solo me observa.
Harry
Se ve tan jodidamente caliente, tiene las mejillas algo sonrojadas por andar corriendo, el cabello alborotado y la ropa toda desaliñada. Me doy la vuelta y comienzo a buscar algo en el armario, tendrá un castigo bastante interesante. Muevo la ropa de los cajones buscando el juguete con el que castigaré a Polly, lo encuentro en el fondo del cajón: –¡Bingo!
Me doy la vuelta mostrándole a Polly lo que tengo en mi manos. Camino a la cama y lo dejo justo a su lado, necesito una silla y una soga. Bajo a la planta baja para tomar una de las sillas del comedor y entró a la cochera para conseguir una soga. Cuando ya tengo todo lo que necesito subo rápidamente hasta la habitación, coloco la silla justo al frente de los pies de la cama y agarro el juguete que descansa junto a Polly, quien me mira expectante y aterrorizada. Comienzo a amarrar el juguete a la silla:
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Polly
No sé para qué Harry usara la silla con esa cosa que parece un micrófono, estoy muy confundida...
