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~Narra __~
Jung Min me acompañó hasta mi casa, no sentía la necesidad de que me 'escoltara' pero fue algo dulce, lo admito. Pero, si Jun lo hubiera hecho... borré aquel pensamiento y continué caminando.

- Gracias Min, pero de verdad también pude haber llegado a mi casa a salvo.- le dije.

Él se encogió de hombros, oh... ya entiendo, él quería estar más cerca de mí.

- Qué bueno...- me contestó a medias.

No supe que decir, entonces se me vino la idea de hacer algo, pero no estaba segura. Oh bueno, lo haría de todas formas.

- ¿Quieres entrar... por una botana o algo así?- le propuse, él sonrió enseguida.
- Claro.

Saqué mis llaves de mi mochila, abrí la puerta y entramos. Dejé mi mochila en el sofá y fui hacia la cocina.

- Ohhh vaya, tienes un gran surtido de chatarra. - me dijo mientras yo abría el gabinete de la cocina, me reí.
- ¿Algo que quieras?- le pregunté
- Hmmm,- estaba cerca de mí y se rascó la barbilla - Doritos estaría bien.

Los saqué y le di la bolsa, tomé un plato y él me pasó los doritos, saqué el queso del refrigerador.

- Qué bonito collar de diamantes __.- me dijo de repente.

Traté de no estremecerme al recordarlo... ¿Porqué aún traigo puesto esto? Él no me quiere, él me dejó.... de nuevo.

- Está lindo ¿no?..- le contesté con otra pregunta.

Jung Min asintió con su cabeza y hundió un dorito en el queso derretido. Traté de que las lágrimas no llegaran a mis ojos, me senté a su lado y le di una soda.

- ¿Y cómo está tu hermano? - me preguntó, oh... mi hermano.
- Estará fuera en un mes... o eso creo.

Asintió de nuevo y sacó su celular, comí un dorito y me di cuenta de que me veía fijamente.

- ¿Estás bien? - me preguntó de repente.

Yo solo asentí y no lo miré, sentí de repente su mano sobre la mía, levanté mi mirada.

- Yo sé que su muerte te afecta mucho __, pero no estas sola, no tienes que hundirte en el dolor.- me dijo con suaves palabras, traté de sonreír.
- No te preocupes.- quité lentamente mi mano que estaba debajo de la suya.

Suspiró y me soltó, sabía que no quería hablar de eso. Comimos en silencio y de repente se levantó.

- Mejor me voy, gracias por los doritos __, tengo que recoger mi auto.
- Cuando quieras Min, adiós. Te veo mañana.
- Claro, adiós.

Escuché sonar la puerta cerrarse cuando se fue, subí las escaleras y tiré mi mochila sobre mi cama. Me miré en el espejo, veía cómo el diamante en el collar brillaba con tanta intensidad en el sol. Mis cortinas estaban recorridas hacia un lado para que la luz del sol entrara.
Caminé hacia la ventana y miré hacia afuera, luego me acerqué hacia mi joyero, mis manos temblaban mientras me quitaba el collar, no dejé de agarrarlo, lo veía con nostalgia. Jun me lo había dado, me quedé ahí peleando conmigo misma, si tenerlo aún o no. ¿Jun aún me amaba? Entonces conseguí la respuesta, sí, me amaba.
Pero, ¿por qué cambió de idea justo cuando regresé a mi habitación anoche? Esa pregunta desató muchas otras que no podía responder yo misma. Suspiré y me puse de nuevo el collar. Tenía que encontrar a Jun y conseguir las respuestas.

Sii __tienes que encontrar las respuestas😊😊y a Jun por supuesto
Espero les siga gustando la historia y me sigan acompañando como hasta ahora💚💚💚💚💚

Amor ExtremoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora